BREAKING NEWS

Ads 970x90

Mostrando entradas con la etiqueta excursiones. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta excursiones. Mostrar todas las entradas

miércoles, 7 de septiembre de 2016

Recogiendo frutos rojos con Rural It en Lozoya


Vuelta al cole y aunque tenemos pendiente hablar de un montón de cosas de este verano vais a permitidnos que alternemos con la rabiosa actualidad porque si no esto "caduca" porque es fruta de temporada... Literalmente.

Al regreso de las vacaciones mi señora madre con nocturnidad y alevosía levantó el whatsapp (que ahora es lo que era antes el teléfono) para conseguir un plan decente el fin de semana y no acabar encerrados en casa subiéndonos por las paredes muertos de calor gracias a las olas esas del infierno que hacen que este septiembre sea el peor que se recuerda en décadas. Al otro lado estaba Cookita que tardó medio minuto en escupir un planazo de Rural It. A pesar de que las expectativas eran bajas , porque estoy especialmente destructor y la idea de un plan bucólico no acababa de resultar realista, decidió fiarse de la reina de las galletas y dejarse llevar por su Dieta de la Felicidad y su karma slow life que a día de hoy nunca ha estado en su apretada agenda y con las mismas quedamos todos los canijos para hacer una excursión que prometía ser cuanto menos interesante.


El plan era acudir a una parcela de recolección de frutos rojos en la localidad de Lozoya. Así que aprovechando que vivimos en el fin del universo y que las ganas de cachondeo eran grandes decidieron que era una buena idea meter a tres niños en la parte de atrás de un vehículo. El primer obstáculo fue la logística tipo Tetris que cayó sobre Tamara, que tiene, como sabéis, un master del universo en meter muchas cosas en poco espacio. Milagrosamente consiguieron cerrar la puerta y nos embarcamos en un viaje lleno de cosquillas, guantazos y Pablo Alborán.

Al llegar a Lozoya las adultas murieron de amor. Sus calles, sus casas, y se pusieron hasta arriba en una tasca local recomendada por un autóctono mientras los peques disfrutaban de los tesoros que salieron de esas bolas sorpresa del bar. Y después de llenar los estómagos continuamos con un paseo que acabó en batalla naval en la fuente de los cuatro caños del pueblo. Posiblemente yo me llevé la peor parte acuática aunque Mini Cookito se llevó el cosco con conmoción cerebral de rigor.



Después bajamos al lago donde seguimos un poco el guarreo que finiquitaron llevándonos a un chiringuito hippie donde construimos una montaña de piedras en el arenero en gallumbos como personas poco decentes que somos.



A pesar de estar super a gusto las mamis decidieron que el objetivo de la excursión seguía siendo ir a coger frutos rojos - aunque sabemos que si no llegan a haber pagado por adelantado seguro que no les sacan del chiringuito - nos desplazamos a El Puente del Molino donde armados con una caja de cartón aprendimos a recoger frutitas y degustarlas a dos carrillos.La pequeña finca justo al borde del lago posee dos hectáreas preparadas para recolectar arándanos, frambuesas, grosellas, moras...



Allí aprendimos mucho y perfeccionamos técnica. Ir con Tamara es un plus porque nadie sabía que las grosellas se cogen por racimos,  o que los arandanos tienen que ser super morados, que las fambuesas cuando tiran a oscuro son más dulces,... Eso y muchas otras cosas como que hay grosellas blancas y Frambuesas tirando a amarillo que están muy ricas.



Los peques pudimos acceder y recolectar los frutos, y no os vamos a engañar, también nos comimos alguno. Somos unos zampabollos de impresión. Y siendo destructores natos aprendimos, comimos sano y encima lo pasamos en grande por lo que no podemos poner pegas a este plan... Bueno, que sólo fuera un día porque lo pasamos super bien y queremos repetir ya. Somos unos ansias y eso de salir los fines de semana nos mola cantidad.

sábado, 13 de agosto de 2016

Visitando el DinoPark de Algar

La zona de Benidorm es una de al para vacaciones familiares por varios motivos. El principal de ellos es que culturalmente ha sido zona de veraneo y desde siempre se han dedicado a cuidar mucho el ocio en familia y cuenta con numerosos parques temáticos, naturales, zoos, actividades y demás para todo tipo de personas, desde los más canijos a los más mayores. Y esa oferta si se amplía a los alrededores es aún más potente. Vamos que seguro que encontramos algo que les guste a los peques, sobre todo si subes a los mil museos de Castel de Guadalest. Pero por ese mismo camino, un poco antes, justo pasando las Fuentes de Algar encuentras el DinoPark Algar. 



Hace un tiempo al hacer la compra en el centro comercial La Marina apareció en la entrada un dinosaurio. Mi señora madre que lleva veraneando toda la vida por estos lares decidió que era una visita ideal para hacer con un niño de tres o cuatro años. Así que este año nos pusimos en camino a descubrir las maravillas del cretáceo. 

Lo primero y para los que tengáis pensado visitar DinoPark Algar os vamos a dar algunos consejos que os resultaran útiles. El parque tiene bastantes zonas de sombra marcadas como zonas de relax, pero el camino principal se desarrolla en plena solana de la sierra así no os olvidéis de gorras, cremas de sol, gafas de sol e hidratación (aunque tenéis puntos de venta de bebida en caso necesario). 

El parque es totalmente accesible con carritos o sillas de ruedas aunque en algunos tramos tiene mucha pendiente, avisados quedáis. El cine también tiene acceso para minusválidos. 

No os olvidéis el bañador para los más pequeños, la charca es el lugar más popular del parque, los peques no salen de allí.



Es ideal para pasar una mañana o una tarde. La media para una visita estandar roza las dos horas. Pero si paras en la charca y ves el cine seguramente tardes un poco más. 

Tiene zona de comidas, además el precio es sorprendentemente asequible. Por ejemplo los perritos valen 2€, el plato infantil 2,5€ o los refrescos de 50 cl. 2€. Vamos, que no es descabellado. Aunque también hay zona de picnic.

Dispone de parking gratuito para los visitantes, no os asustéis con las glose raciones de las fuentes y sus parkings llenos de pago.


Y ahora os vamos a enseñar las cosas guay que vimos en DinoPark Algar. Nada más entrar nos topamos con un impresionante Tiranosaurio terroríficos que me dió mucho chungo porque aunque os penséis que son de mentira ya os digo yo que son de verdad, respiran, hacen ruido y se mueven. Y eso que tengo tres años y soy muy valiente, solo hay un punto que puede resultar un poco violentos del reo reído para los niños más peques y es una representación de una comida carnívora, que, oye, a mí me hizo mucha gracia, pero os aviso por si las moscas. 

Nada más entrar te topas ya con huesos de triceratops, dinosaurios y un panel la mar de divertido. También una de las zonas de juego infantiles pero nosotros nos decantamos por empezar a descubrir dinosaurios enseguida corriendo como posesos a la búsqueda de las criaturas prehistóricas. Los había voladores, vegetarianos, carnívoros... Muchos me sonaban del Dino Tren. Reíros pero que un niño de tres años reconozca un teranodón resulta bastante sorprendente cuando su señora madre va leyendo carteles para no meter la pata. Otra cosa que mola es que hay carteles con el plano en muchos árboles por lo que no hace falta ir pegado al mapa.



La parte más vistosa, entretenida y divertida de todo el parque es la charca. Una pequeña piscina con aspersores que vienen genial a los peques para refrescarse y a los padres para tomar un respiro a la sombra. Además está al lado del bar y de un gimnasio de pokemon, dato que puede resultar relevante para padres o niños sin ninguna inquietud. También hay una zona de excavación y una preciosa fuente. Justo al lado encontraréis el cine. Emiten una película en 3D sobre las peripecias de un nuevo-bebé de dinosaurio. La peli dura 20 minutos y se emite a las horas en punto e y media. No estaban muy convencidos de dejarme verla pero el personal del parque que es encantador, nos animó informando que si en algún momento tenía miedo o no lo aguantaba podía salir de la sala por una puerta que no estaba bloqueada. Así que cogimos las gafas y... ¡Nos encantó! Así que os animamos a probar aunque recordad que no se aconseja el uso prolongado de 3D hasta que se cumple los tres-cuatro años. 

A mí los dinos me gustaron mucho porque eran de verdad, lo digo yo que soy un experto. Se movían y comían y respiraban. El primero casi me da un susto de muerte y hay una zona donde unos dinosaurios se estaban dando un festín que a lo mejor puede afectar a los más peques.




Para acabar de cerrar la oferta del parque hay un estudio de tatuajes temporales, maquinas de medallas recuerdo, y dos mini parques (uno a la entrada y otro al lado del cine). Y claro, la tienda de recuerdos que saqueamos a la salida. 

Si tenéis un peque al que le molen los dinosaurios es una visita muy aconsejable. 

¿Lo has visitado? ¿Te animas a venir? 





Más información: www.dinopark.es
 
Back To Top
Copyright © 2014 Be Be Friki. Designed by OddThemes