Debo decir que los augurios no eran prometedores. Nadie daba un duro por mi capacidad de portarme bien en esta ocasión. Había apuestas sobre cuánto iba a aguantar. Malas personas.

Ya en la entrada del cine, una de esos seres vivos que salen en Cazamariposas osó incluso vaticinar el desastre sin conocerme de nada. Pues te chinchas. Que yo soy muy fan de Totoro.

¡Ah! Que no os lo he dicho. Que me llevaron a ver además un clasicazo: Mi vecino Totoro de Miyazaki, que ha ganado este año el Oscar honorífico. Vamos, cine de autor en toda regla. Además fue un placer compartir el momentazo con Pa y el niño que es igual que Pa.

Y como ya la conozco y me gusta mucho pues allí llegué, me di un par de carreras por el cine, comocí a los amigos frikis de mis padres y me puse hasta las cejas de palomitas y chuches.

No voy a olvidarme de decir que me pusieron las mejores galas para la ocasión. Un trajecito la mar de mono...

No contento con eso además me he vuelto un destructor. No vale sentarme a la mesa con mis padres, ni en la trona, ni en la mini silla de pintar.

En cuanto no miran (y a veces incluso mirando) cuando no quiero más enfiló un guantazo al plato y listo. Hasta platos de plástico me he cargado de los porrazos. Y el sofá ya tiene unas manchas de lo más sospechosas que han calado de las fundas hacia abajo. Y esto, no te creas, lo hago con sólidos y líquidos. Que te sientas y empiezas a notar el pantalón empapado y soy yo que he compartido mi agua con el cojín. 

Si a eso le sumas mi nueva pasión por la pintura mural ya te haces a la idea de cómo está todo.

Mami, que es muy pragmática ha optado por la compra de gadgets para la supervivencia maternal. En este caso el plato-ventosa de Nuby. La cosa es muy simple y satánica. Pones el plato a la mesa y no hay forma de quitarlo. Lo he intentado. Así que la única opción era vaciar con la cuchara el contenido a mano. 

¿Pues no va el dichoso plato y tiene tapa y cuchara? Así que de sacar la cominda nada de nada.

De momento lo reconozco: bebé 0 - Plato Nuby 1. Pero insistiré...

Se puede comprar el plato especial anti "a tomar por saco" en 4Babies.

Y la verdad es que guay. Comida, Coca Cola ligth sin cafeína, churris... No se puede pedir nada más.

Luego viví los coletazos de la existencia de disfraces en poder de mi madre. Que ya se sabe, si tu madre tiene un disfraz te lo pone aunque sea para comprar el pan en modo "amortización" total.

Así que en mis múltiples personalidades he ido de Drácula, de marinero e incluso en un crossover imposible de Drácula marinero.

Mi madre me quiere convertir en una sirenita. Dice que de aquí al verano tengo que nadar como un delfín, tirarme de cabeza y bucear. Nada más y nada menos. Pero de momento lo único que hago es dar miedo al monitor por ser el más kamikaze de la clase.

Me gusta la natación. No todo, lo de estirar y nadar panza arriba no me va. Y además tengo un han problema de autoridad. No me da la gana seguir las instrucciones de nadie. Yo voy a nadar y listo. Bueno, y si se tercia tirarme de bomba y hacer el bruto.

Al principio lo llevaba fatal, primero eso del gorro, que se te quedan las orejas fuera y pareces Barragán, después el rollo de coger material, hacer lo que te dicen, ... No me gusta. Yo soy un alma libre.

Ahora llevo mejor lo del gorro aunque lo de salir del agua se me da fatal. Arrugado como una pasa y no hay quien me mueva. 

Y eso de que la piscina da hambre y sueño ... Tururú. Yo sigo en fase no como y a veces no duermo. Pero es cosa de principios.

Eso si, estoy echando un tipín, una fuerza y una agilidad saltando que quita el hipo. 

Canción: El Sueño Ardiendo - Nadadora

Me han comprado una barrera para no caerme - que es básicamente para hacerme más sencillo trepar a la cama y además - es la mar de entretenido intentar sacarla de su sitio. A tirones. Una vez me quedé atrapado por intentar sacarla a patadas. 

También me han puesto preciosos adornos de luz de Cars. Si me pongo de puntillas desde la cama puedo arrancarlos. Lo se porque ya no quedan estrellas casi. Además al dar la luz y abrir la puerta amanezco dormido en el suelo del salón con todas las luces de la casa dadas. Eso es así.

Por eso me dejan ver la tele en el cuarto de los papis y me acuestan en la cuna o al menos lo hacían. Ahora ya no me inmuto, si desde el verano sabia salir de la cuna ahora directamente salto. Así, de cabeza... Por eso, y ante la posibilidad de que salga rebotado y me abra la cabeza - mi madre es así de exagerada - me van a desmontar la cuna.

Ejemplo de "salto de cuna" de este verano (15 meses):

 

Ejemplo de "kamikaze de cuna" de enero de 2015 (21 meses): 

No sé en que va a acabar la cosa pero estoy seguro de que va a dar para muchas historias fascinantes.

Canción: Doble Salto Mortal - Jose Ignacio Lapido

Me teletrasporto. Al principio solo pensaban que era muy rápido y me escapaba pero ya ha quedado comprobado que no hay barreras para mi. Puedo ir a donde quiera, cuando quiera.

Los acontecimientos de mis escapes/pérdidas se remontan a tiempo atrás. En verano si algún susto pero estas fiestas me he colmado de gloria... 

El primer momento Prison Brak - ríete tú del tío de los tatuajes - fue la huida del parque de bolas. Mi madre estaba cascando y mientras el resto se tiraban por el tobogán yo decidí salí de paseo. Nadie me dio el alto en el restaurante a pesar de medir 80 centímetro e ir descalzo. Y me fui a ver el agua desde el reservado cerrado de enfrente. Un lugar íntimo y genial en donde además nadie te ve. 

Me encontró Iñaki, ensimismado y diciendo "agua" como un poseso. Aún así y a pesar de que mi huida fue algo triste porque solo me alejé unos metros combinado lo con un gran poder de camuflaje, ese mismo día volví a liarla.

Nos quedamos jugando en la Legoteca - aka Lego Fun Factory - y la verdad, yo ya tengo muy rastrillado eso de la zona de los pequeños. Así que me fui a la de los mayores. Porque si. Porque a pesar de que todos piensan que son zonas separadas que no se comunican no cuentan con mis superpoderes. Así que cuando mi madre vio que no había niño con mucha calma empezó a buscar y me atisbó jugando con un bol gigante de piezas pequeñas al otro lado del muro. 

Al decirle a las chicas que era un escapista nadie sabía cómo lo había hecho. Así que se pusieron todos a espiarme de mala manera hasta que descubrieron que mi poder en realidad era la fuerza de Hulk y que empujaba las estanterías para colarme al otro lado cuando no me ven.

Ahora en la Legoteca me conocen por mi nombre y me temen como si fuera Satán.

Así que supongo que mis poderes están creciendo y seré capaz de hacer grandes cosas. ¡Preparáos!

Canción: The Power of Three - Belle & Sebastian