miércoles, 13 de mayo de 2015

Houston, tenemos un problema zapatil.

De un tiempo a esta parte soy un niño roñoso. Si, ¿quién te lo iba a decir? Pues gracias a la Moto de Moltó, lso correpasillos y mi inmensa agilidad desmesurada tengo los pies roñosos. Tengo un morado en el dedo gordo del pie dereco desde hace tres meses. No es que no se vaya, es que es el pie que uso para frenar, y claro, porrazos que se lleva la uña y vuelta a ser morado...

Como puedes comprender si eso ha sido así con zapatos durante todo el invierno el estado de todas mis zapatillas y zapatos ha quedado claramente perjudicados en la puntera. De hecho mis pobres Kickers duraron menos de un día en perfecto estado. La vida es muy dura siendo zapatillas de bebé. Así que decidimos descartar de la ecuación zapatos extremadamente caros.

Este mes tengo una boda, y ya están buscando zapatitos de bebé adorables pero que cumplan con los estándares de mi actividad: bueno, bonito y barato, ¿por qué? pues porque el objetivo es que me duren una semana al menos, que sean elegantes pero ponibles y , sobre todo, que si son sandalias no me dejen el dedo negro otra vez. Para ello esta vez la apuesta va hacia una compañía española, que están en Elche, donde la Dama y las palmeritas, ya sabes, y que fabrican zapatos desde 1968 con una calidad bárbara. 

Así que la cosa queda del siguiente modo. Hay que encontrar un zapato de niño cómodo, práctico, bueno, de calidad, de piel, de verano y encima que aguante. Así que de toda la colección de Garvalín de este año en esta tienda online nos hemos decidido por probar con los náuticos. Yo soy un tío muy de náuticos porque son cómodos, los puedo usar con o sin calcetines y además son elegantes y deportivos al mismo tiempo así que de la boda al parque y se usan la temporada entera.



Además, qué quieres que te diga, son todo ventajes, lospueden encontrar en zapaterías de toda la vida, comprarlos por internet, ... vamos que no hay excusa para no darles una oportunidad. Son de esas empresas pequeñas que se han hehco muy grandes gracias a su trabajo y tienen varias marcas de esas que te dan confianza: Garvalin, Biomecanics, y Agatha Ruiz de la Prada

El precio no está mal y además hay variedad para elegir. Así que... ¡Nos vamos de boda con zapatos nuevos! Y ya sabes, si tienes eventazo de primavera verano paseaté por Garvalín y mira su colección "Niños que son niños", seguro qeu te molan.

miércoles, 6 de mayo de 2015

Soy un artista: pupitre pizarra de Moltó


A ver, en esta casa somos trastos pero honrados.

Hay un libro infantil que se llama Soy un artista de Marta Altés en el que el muchacho es un creador incomprendido. Yo me siento un poco igual.

Mi concepción del arte es un poco expresionista, no os voy a mentir, y la verdad es que he pasado del papel al fresco porque mi capacidad creativa necesitaba de nuevos espacios y dimensiones más acordes con las cosas que necesitaba plasmar... 

Vamos, que usé el Eding gordo para pintar la pared.


Mamá se enfadó un poco. La verdad es que fue como liberar el Kraken, una cosa mala como se puso... Pero luego nos sentamos a dialogar y se lo expliqué porque además de artista soy honrado. No voy a negar que por un momento pensé encasquetarme el marrón a papá pero al final tuve que decir que fui yo el artista. No entienden mi arte y mis preciosas pinceladas han sido enterradas con un poco de tipex del malo hasta que "se me quite esa manía decorativa y podamos pintar en condiciones" según palabras textuales de mi madre.

Mi proyecto para el salón

Y desde entonces las pinturas desaparecieron de la casa misteriosamente... Hasta ahora.

Los señores de Moltó, que si entienden mi arte y mi necesidad de expresar formas y colores me han dado la vida con el pupitre pizarra. Es más mono... Primero me dejaron jugar con los imanes, creo que no habían superado aun lo del Guernica del salón, y luego, poco a poco y con mucha supervisión, me han dejado pintar en la pizarra. 

Cuando no se fían ni un pelo tienen el plan B. Es decir, cierran el chiringuito y lo dejan en modo pupitre con las pinturas más inofensivas de la casa. No es tan divertido pero me vale para hacer los libros de colorear. 

Hay muchas cosas que me molan del pupitre pizarra. Lo primero es el asiento. Que lejos de ser usado como asiento es empleado para alcanzar todo lo que dejen en la mesa de la cocina (es decir, las galletas). Es sorprendentemente consistente y aguanta el peso divinamente para desgracia de mamá.

Después mola mucho tener cientos de imanes. Mi afición es que no quede ninguno en su cajón. Los distribuyo por la casa para darle más emoción. Creo que me quedan en concreto 5 letras de todo el alfabeto.

También disfruto mucho intentando comer en el pupitre. Mi madre erre que erre que es para pintar pero yo según se descuidan bajo de la mesa y me monto el piscolabis y tan pancho. Con las comidas se resisten pero las meriendas ya las hago allí.

A veces tengo la necesidad de moverlo. Básicamente lo llevo de paseo por el salón. No pesa mucho así que lo desplazó a mi antojo. Por alguna razón tampoco les gusta que lo haga. Son un poco nazis.

Por lo demás en el tiempo que lleva en el salón las paredes están intactas, no he vuelto a decorar el sofá y me entretengo una barbaridad. Estoy encantado.

El pupitre es una pasada, un regalo que todo niño creativo debería de tener en casa. Y además da muchas horas de juego, se recoge muy bien y queda la mar de mono en cualquier parte. Es resistente, tiene muchas funcionalidades y da juego hasta que eres bien grandote. Papá me pinta perros y todo a sus años, está igual de encantado que yo...

Más info del pupitre: http://www.molto.es/es/producto/pupitre-magnetico/

Canción: El Pupitre de atrás - Loquillo


martes, 21 de abril de 2015

Aprendiendo a leer con Cuentoyó

Yo no soy de leer. Es una cosa que no le mola a mi madre. Ella se imaginaba que desde bebé me iba a acostar y contarme un precioso cuento hasta que me quedara dormido. En sus planes no entraba que la cama es para saltar o que prefiera ver una y otra vez Cars en lugar de dormir como un bebé encantador y modélico.

Durante mi tierna infancia me he dedicado a pintar, romper y arrancar páginas de libros.

Todos aquellos que quedaban en estanterías bajas han sido masacrados sin piedad y muchos sacrificados del todo después de intentar resucitarlos sin remedio.

Así que tenemos este pequeño tira y afloja con las páginas de los libros. En todo caso consiento leerlos yo. Modo "pipí", "coche azul" o cosas así, nada de gran narrativa, soy más de descripciones. Así que todos lo días nos ponemos tensos en la "hora del cuento"... Hasta ahora.

Ha llegado a casa mi amigo Pocoyó. Oye, tengo pasión por este chico tan majo. Tan azul, tan descriptivo y parco en palabras como yo... Y tiene un cuento. Y nada de que lo coja mamá. El cuento se cuenta solo. Cosa mala.

Lo abres y el señor de la serie te lo explica divinamente.

La historia es muy bonita, creo que quiere enseñarme que recoger los juguetes y limpiar es bueno - eso no lo tengo yo muy claro - pero al menos la idea queda ahí... 

En cada página además hay una pestaña de cada personaje que hace ruiditos. Reconozco devoción por las pestañas, no os engaño. En cuanto se descuidan estoy dándolo todo en la última página con Pocoyó para arriba, Pocoyó para abajo, Pato y Eli...

¡Fiestón del bueno!

Después de algunas semanas  hay ya frases que me he aprendido de memoria y cuando mamá no mira también juego solo. Pero no se lo digáis que se emociona y lo mismo me saca El Quijote.
Cuentoyó es de Bandai y se puede comprar en todas partes... ¡Debes comprarlo en todas partes!

miércoles, 15 de abril de 2015

Regalos personalizados con Fun Choices

Supongo que todos sabéis que ha sido mi cumple. ¿Verdad? 

Oye. Que fiestón, si me hacéis la pelota el año que viene os invito. En fin. Pues el año pasado mi mami preparó unos regalos a los invitados, una foto, una galleta con mi cara... Cosas de esas de recuerdo que les hace tanta ilusión a los mayores.

Este año quería dar algo a los peques porque he tenido un cumple con amiguitos muy guay. Ella se encargó de las bolsitas. Mi madre no es muy ágil con eso de las manualidades.
 Eufemismo, mi madre es muy inútil con mas manualidades. Así que el hecho de hacer las bolsas era un logro personal para ella. Decoró las bolsitas con todo su cariño y amor. Monísimo todo. Con chuches con forma de pulpos y tiburones... Todo muy temático.

Pero quería poner algo diferente así que echó mano de FUN Choices que es una empresa que se encarga de hacer cosas para los nenes y para cualquier ocasión. Recordatorios, invitaciones, detalles de comunión,... Todo ello personalizado para que sea un recuerdo para toda la vida. La verdad es que tienen productos la mar de útiles, mami se ha quedado enamorada de los tatuajes para fiesta y para no perderse, las cosas para marcar la ropa y las invitaciones, recordatorios y demás papelería. ¡Ella es así, siempre con antojos!. Podéis ver todos los productos en FUN Choices.

Y encargó lapiceros de colores para dar las gracias a los asistentes. El resultado es de lo más cuco. Muy fadón y resultón, tanto que los que han quedado no los quiere usar de lo mucho que le han gustado.

El proceso es rápido y sencillo, eliges el producto, la personalización, haces el pedido, pagas de forma rápida y segura y... En dos días estaban en casa... ¡Y eso que mi señora madre la lió y se equivocó con la fecha! Menos mal que los señores de FUN Choices son encantadores y en lugar de mandar el pedido la intentaron localizar por activa y por pasiva para  verificar que la tontería que había puesto era lo que en verdad quería. Finalmente lo consiguieron y o cambiaron raudos y veloces sin poner problemas para nada. Unos cielos los chicos de atención al cliente, de verdad. A lo que mi madre se tiró toda la semana diciendo que eso es lo bueno de comprar en tiendas españolas y que cuidan los detalles como si fuera su jefa de marketing... Un horror.

Así que este fue el resultado de mis bolsas de cumple de este año... Estoy deseando enseñaros el resto de la fiesta.

Canción: Fun for Me - Moloko

martes, 31 de marzo de 2015

Bebé Friki en La Rioja

De verdad que no os hacéis a la idea de lo estresante que puede llegar a ser mi vida. Todo el día haciendo el pendón, comiendo, bebiendo, persiguiendo "pipis"... Pues antes de Semana Santa me tocó hacer lo propio en lejanas tierras de vinos.

 A mis padres, que lo molan todo, les invitaron a pasar un fin de semana en Logroño y a ver una bodega lo teníamos pendiente desde el verano pasado pero mi madre que goza de una salud dudosa decidió ponerse mala malísima y no pudimos ir hasta ahora. Pero no hay mal que por bien no venga: hizo buenísimo, lo pasamos en grande y comimos y bebimos como cosacos.



No se si lo sabéis pero en La Rioja hacen vino. Así que estuvimos visitando la Bodega de Rioja Vega que era una maravilla, súper grande, limpia, bonita, llena de charcos... Un placer. No era mi primera bodega, ya estuve dándolo todo en Colmenar de Oreja pero esta vez mi movilidad y ganas de correr eran más patentes, aunque las chicas se portaron súper bien conmigo, me cuidaron, y lo que es más importante, disimularon divinamente sus ganas de matarme (es que soy muy malo, ya sabéis).


La bodega de Rioja Vega es un complejo super bonito, bien cuidado y moderno con mucha tecnología que garantiza que el vino sea perfecto, posee viñedos propios y una zona de producción alucinante. Así visto desde mi tamaño es casi como la NASA de los vinos lleno de cohetes llenos de zumo alcohólico preparado para pasar a las barricas de los piratas.

Supongo que en la bodega no están acostumbrados a ver niños tan pequeños pero es que mis padres tienen desde siempre una teoría con respecto a eso del alcohol. El alcohol no es malo si no lo hacen malo. Vamos, que ser capaz de apreciar el vino o la cultura vinícola no me va a convertir en carne de botellón, si no que me dará la capacidad de saber cuando, cómo  y qué beber cuando tenga la edad y apreciarlo sin caer en el coma etílico. "Normalización y no demonización" gran lema casero de mamá.

Después de la visita y la cata de rigor (y la compra de un par de vinitos de recuerdo) nos fuimos a dar una vuelta -aka comer como gochos- a Logroño. La calle del Laurel era la caña -así en plan literal. Venga a vinos, venga a tapas, todo bueno, bonito y barato. Además la gente de Logroño súper maja.

El hotel de lujo, cama grande y zona centro, a dos pasos de La Frikileria, la mejor tienda de todo Logroño porque está llena de Totoros. Y su dueña un cielo que no coartó mi libertad de abrazar muñecos por doquier. Después de luchar contra la tentación de comprar media tienda vimos el centro y estuvimos muy a gustito dando una vuelta por el casco antiguo, más cañas, más tapas... Ya sabéis la dinámica del viaje, ¿no?

El día siguiente había procesiones varias y cogimos palmas del domingo de Ramos. Aquí la ente cuelga chuches de la palma. Gran idea. Porque deja de ser un árbol para ser un árbol de chuches, eso es mucho mejor. Sin duda. Paseamos por el río, comimos y bebimos - gran invento eso del aperitivo- y nos fuimos a El rincón del vino, un restaurante asador donde comimos muy bien regandolo todo con un Rioja Vega (a mi me dieron agua, cago en tó) , yo sólo postre, que era lo que quería desde el principio. Mis papis vinos y carnecitas, salieron la mar de contentos aunque ya con cara de volver a casa. Esa es la cara de los domingos por la tarde.


  








Se les pasó un poco al parar en Burgos a merendar, pero la cruda realidad es que estas escapadas son muy cortas.

Nos lo pasamos genial y damos las gracias a Rioja Vega por invitarnos pero sobre todo por portarse tan bien, tratemos a cuerpo de rey y dejarme venir al viaje con mis papis... 

Logroño es un destino ideal para desestresarse un fin de semana, apacible, tranquilo, muy bonito y la gente muy simpática.

Lo del aperitivo hay que instaurarlo también en Madrid... ¡Lo tengo claro!

Porque no nos engañemos, sin mi la vida es mucho menos emocionante...







Canción: Días de Vino y Rosas - La Habitación Roja


La habitación Roja: #1 Días de vino y rosas' from Acordes Urbanos on Vimeo.

viernes, 20 de marzo de 2015

El segundo cumple friki se acerca.

El cumple friki se avecina. 

No queda ni un mes para que se ponga en marcha la apasionante nueva aventura de cumplir dos años. En medio mi madre, que este año ha reclutado intrépidas amigas con talentos artísticos, pretende celebrar un fiestón para la ocasión.

Yo, en mi humilde y corta experiencia cumpleañera me he dado cuenta de que en realidad hay cuatro cosas que funcionan con los niños y hay que explotarlas... 

1. Donde se salta hay diversión. 

Esto se aplica directamente a personas cuya casa tiene cuarto común equipado con castillos hinchables o camas elásticas.

Contra más brutos y grandes mejor. La posibilidad de que un invitado de menos de 15 kilos salga rebotado hacia el techo por un brinco de alguien mayor o que incluso alguna lampara sufra la cólera divina es grande pero si no no tiene tanta gracia.

2. Boxes are fun

Si. Lo más guay desde que el tiempo es tiempo es tener una caja tuneada. La triunfado de la caja autobús aún persiste en nuestros corazones. Contra más grande la caja mejor. Y gana premio el que antes la rompa. Por supuesto.

3. Gusanitos 

No os molestéis en hacer grandes cosas, encargar tartas de fondant monísimo...lo que queremos son gusanitos, preferiblemente en vasos de plástico o directamente desde la bolsa.

Y si podemos regarlos de CocaCola mucho mejor. Si luego nos subimos por la pared es que ha estado guay.

4. El estado al final de la fiesta.

Muy importante. Las fiestas de bebés solo triunfan si este es el estado de resaca total nada más caer en el coche. Si no has fracasado estrepitosamente.

Así que este año mi mami se ha puesto ya manos a la obra, ha contratado a las mejores organizadoras de fiestas infantiles de Madrid, y del mundo mundial, se va a hacer con la tarta más rica del planeta y va a invitar a los niños más molones para el fiestón del siglo...

Os lo contaré con pelos y señales. Os va a encantar.



Canción: Party Party - Niños del Brasil

 
Volver arriba
Copyright © 2014 Be Be Friki. Designed by OddThemes