Seguro que como madre primeriza has dado más de una vuelta innecesaria al médico. Un golpe de fiebre, unos granitos raros, un ombligo zarrapastroso. Lo que vienen a ser las urgencias básicas de las madres que se estrenan. Tampoco vamos a menospreciar a las veteranas que cuando no se tiran los peques por un árbol, aparecen con ronchas por haber compartido en el patio algún producto de dudosa procedencia. ¡Ay esas visitas a urgencias! Las bonitas anécdotas que nos dejan.

Ahora con esto de las atenciones telefónicas la cosa pierde su encanto pero han llegado a sustituirlo gracias a los seguros médicos para bebés las consultas on line con video conferencia. A las malas algunas cosas las ven por la pantalla y valoran las urgencias. Llamadme loca pero casi prefiero que me digan que no era necesario preocuparme que acabar lamentándolo. Ya sabéis el dicho de más vale prevenir que curar.  

El otro día hice una comprobación en la atención primaria de mi zona. Intenté solicitar una cita para el pediatra. Sólo por ver en qué fechas nos movemos. La última visita fue coronavírica (afortunadamente negativa) así que no tuvimos que lidiar con las litas de espera. Por increíble que parezca probando fechas de todo un mes siempre aparecía el mensaje de que no había ninguna cita disponible en los siguientes 15 días. Eso quiere decir que en un mes y medio no se podía citar uno por internet. Vale, pensé, probemos a una cita telefónica, hablar con un ser humano que te priorice en caso de considerarlo necesario (aunque en mi cerebro una vocecita decía "hay cosas que directamente las debería ver un médico"), mismo resultado. Increíble. Saturación es quedarse corto con estas cosas. Un pediatra no accesible es el mal. Y luego si va a urgencias te miran mal si la cosa no es grave, una vez más tu mente de habla y dice que sea lo que sea en un mes y medio se convierte en grave por obligación. No sé si la situación me ha enfadado, indignado o preocupado más. 

En estos momentos tener mi seguro me da una calma y una paz interior cosa mala. Y menos mal que no tenemos vacunas hasta los 12 años porque estoy pensando en pedir la cita ya... ¿Cómo está siendo vuestra atención primaria en esta pandemia?

 Ya sabéis que en esta familia nos encanta viajar. Lo hacemos siempre que podemos porque es una experiencia muy enriquecedora y divertida. Además intentamos que de cada visita se saque algo productivo por lo que una visita de carácter cultural es siempre obligatoria. Muchas veces confiamos en que el peque lo aguantará, otras intentamos acoplarnos a visitas teatralizadas que encantan a los más pequeños y, por vía de mal recurrimos a alguna película o serie para aumentar su interés. La verdad es que no hemos realizado aún pasaportes lúdicos, mezcla de falta de tiempo, ganas o creatividad unido a que cualquier cosa que sea escribir le huele a colegio y en lugar de sumar resta. Cada familia tiene sus maneras de llevar a sus peques y lo que no funciona para una puede servir para otra. Nosotros descubrimos que lo que si le gusta es anticiparse y tener algún aliciente o conocer lo que va a ver para saber lo que debe esperar. Le conocemos como el "no me gustan las sorpresas".

Fue hace mucho tiempo con una visita al Museo del Prado donde trabajamos un cuento muy cortito con actividades donde averiguamos que el trabajo previo es lo que mejor nos funciona. Hacer las actividades antes y encontrar algo que le motive en la visita. Por eso suele salir contando relojes cada vez que visitamos un palacio o haciendo cosas inverosímiles producto de alguna idea que hemos tenido viendo las características del lugar que visitamos. Pero esto aún no lo hemos implementado a las visitas de carácter religioso. 

Tenemos pendiente la entrada a la catedral de Burgos (que ya hemos visitado por fuera) pero era muy canijo y no pensábamos que fuera capaz de entender su magnitud. Lo que no sabíamos es que tienen unas de esas anécdotas que esconden las catedrales en forma de autómata come moscas, eso lo hemos descubierto con este peculiar y original libro llamado ¿Dónde está el Papamoscas? 

Se trata de un libro ideado por Jairo Rodríguez Nieto , Juan Durán Barriga y Diego Quintanilla López- Tafall que a simple vista puede parecer un simple libro de fotografías pero que es algo más. Se trata de un libro con poco texto, apenas un par de páginas al inicio del mismo para presentar a dos personajes que son representativos de la catedral, por una parte el autómata del reloj y por otra el perrito de la condesa de Haro. 

El libro con una impresión fotográfica impecable es una guía para los más pequeños muy útil para revisar y recordar también su viaje. Una idea muy original en un formato grande de tapa dura que me parece exquisito. 

Lo puedes comprar en Amazon. 

Ficha del libro. 

 Existen una gran cantidad de destinos a los que viajar en las vacaciones de invierno con tu familia, como mercadillos navideños, pueblos con encanto o estaciones de esquí. Descubre los mejores lugares aquí.

Vacaciones en invierno con la mejor compañía

Si estás pensando en disfrutar de las vacaciones de invierno con toda la familia, pero aún no tienes destino, sigue leyendo, te mostraremos destinos increíbles tanto nacionales como internacionales. También te daremos algunos consejos para que estas vacaciones sean realmente placenteras y cómodas, como seleccionar la ropa adecuada, abrigos, chubasqueros, abrigos niña y niño, evitando así cualquier despiste, que más tarde pueda convertirse en un problema.

Esquí para toda la familia

En Europa existe una gran cantidad de lugares donde practicar deportes de nieve en compañía de los más pequeños de la casa. En España encontramos una de las mejores montañas donde practicar diversos deportes como esquí o snowboard, esta es Sierra Nevada en Granada.

Cuenta con las mejores pistas de esquí de toda la península, de una excelente calidad, con pistas para todos los niveles, donde aprender a esquiar será pan comido para todos aquellos que nunca hayan probado este deporte.

Pero si quieres salir de España, te recomendamos que visites Alta Badia en Italia, donde no sólo podrás disfrutar de su magnífica estación para practicar snowboard o esquí.

Actividades como el descenso en trineo o el paseo a caballo hará que los pequeños disfruten de una de las mejores aventuras de su vida. Y si quieren aprender a esquiar o hacer snowboard, Alta Badia cuenta con una excelente escuela infantil donde saldrán encantados.

Mercadillos navideños

Si prefieres disfrutar de una actividad menos exigente para tu físico pero no menos entretenida, existen ciudades preciosas que cuentan con unos mercadillos navideños realmente increíbles.

Esto ocurre en la capital de España, Madrid, donde su mercadillo navideño de la Plaza Mayor, te dejará alucinado por su belleza y encanto. En él podrás encontrar todo tipo de productos navideños como adornos para belenes, dulces típicos o artículos de broma, entre otros.

Pero no es el único mercadillo de Madrid, en la Plaza de Juan Goytisolo y la Plaza de Isabel II encontrarás también una gran cantidad de casetas que harán que tu visita a esta ciudad sea mucho más enriquecedora.

En la ciudad de Londres la oferta de mercadillos también es muy variada durante este período, nos encontramos algunos tan populares como Country Living o Spirit of Christmas. Los niños quedarán encantados con esta experiencia única.

Pueblos con encanto

Si sigues pensando que esto no es para ti y prefieres algo más relajante, la mejor opción es visitar alguno de los pueblos pequeños con gran encanto que ofrece nuestro país.

En Bulnes, encontrarás lo que buscas, un pueblo asturiano al que solamente se puede acceder mediante funicular. Este se encuentra en los Picos de Europa y la experiencia de pasar unos días descansando en él y disfrutando de sus alrededores es extremadamente relajante.

En la Alpujarra granadina encontrarás pueblos como Pampaneira, Capileira, Bubión o Soportújar, con una belleza única, apartados de la gran ciudad y donde sus rutas por senderos son espectaculares.

Consejos para viajes en invierno

Algunos pequeños consejos que te ofrecemos es, como hemos comentado al principio, que cuentes con la ropa adecuada, sobre todo para los más pequeños, ya que tienden a ponerse enfermos con mayor facilidad. Por lo tanto, es recomendable pensar en abrigos niña, chubasqueros para niño, guantes, gorros y bufandas que protejan del frío en las extremidades.

También es muy importante llevar siempre un botiquín con las cosas imprescindibles por si ocurre algún accidente, aunque esperamos que nunca tengas que utilizarlo.