Los Reyes me trajeron una colección de pelis super grande. Eso si, paso taaaanto de la tele que de momento no hay de donde sacar... Pero en mi defensa debo decir que muchas de las cosas superguays de la colección de Pixar las conozco porque las tengo en casa. Duermo a diario con un Lotso que huele a fresa, tengo a Nemo y a Dory, ni te cuento la de aliens de Toy Story que circulan por aquí, me he comido piruletas de Monstruos e incluso vi en el cine Monstruos University,... Así que no me vengan ahora con eso de que no me he visto las de Pixar porque tengo una predisposición genética a que me gusten tan grande que da miedo.
La Expo de Pixar es un pasote. Hay dibujos, bocetos, story boards y figuras de resina de todos los bichos, tal y como son y como los imaginaron al principio. Y mucha información... Pero lo que realmente es chulo que te pasas es el zootropo. Que no tiene nada que ver con animales ni nada... Es una cosa redonda con muñecos que dan vueltas y con la velocidad y la luz estroboscopica adecuada se mueven como si fueran animación de verdad... No había forma de sacarme de allí... Aunque en honor a la verdad tampoco a mi tita Bea.
Me ha gustado tanto, tanto la Expo que de mayor quiero ser animador de Pixar o en su defecto un coche de carreras que habla, las dos cosas me valen.
Me gustan los señores Potato. Son redondos y con ojos saltones. Es imposible que haya a alguien en todo el mundo mundial al que no le molen los señores Potato...
Y todos son diferentes, a cada cual más majo que el anterior: que si de Star Wars, que si Spiderman... Pero es que mi nuevo Señor Potato es digno de Mash-terminate! A todos los demás...
El Dalek Potato mola mogollón porque es un minipotato y además se puede dejar que tenga la cabeza de Dalek Potato o de Dalek de "toda la vida". Así puedo enfrentarle con el resto de Daleks de casa... A cada cual más chulo...
Y es que si hay algo molón en casa son los juguetes que me encuentran...
La semana santa es un rollo. Hay tipos con cucuruchos en las cabezas y no lo entiendo para nada. Además mi mami tiene todavía la pata tiesa y no podíamos salir de Madrid así que no nos quedó otra que recorrer los precioso pueblos de la zona... Vamos, que nos quedamos en Madrid.
Mis papis que son un poco sádicos consiguieron hacer planes para casi todos los días y la verdad es que molaron bastante porque me dejaron pastar por el campo cual vaca salvaje y corretear por colinas bucólicas emulando a Heidi. Las cosas como son, yo contra más pueda hacer el bruto mejor.
El primer día fuimos a Buitrago de Lozoya, un pueblo muy majo donde la gente daba datos super majos sobre Isabel, que debe ser una serie muy rigurosa teniendo en cuenta lo que se han ceñido a la misma todos los que pasaban por allí. El pueblo era muy cuco, además por esa zona haya cosas preciosas, todo lleno de pueblos con cuestas (esto le mola mucho a mi padre cuando tira del carro hacia arriba).
Entre los pueblos fardones que visitamos en esta ruta destacaremos la visita a Prádena del Rincón. El pueblo es igual que todos, muy mono y empedrado... pero tiene varias rutas a pie muy majas. Como soy canijo sólo hay una que podíamos hacer, se denomina la ruta del agua y acaba después de un kilómetro por una acera muy habilitada llegas a la Laguna del Samoral, una pocholada llena de mariposas y cositas entrañables. Lo único es que mis padres no me dejaron despeñarme hacia el agua. Se ponen muy bobos con esas cosas.
También pasamos por Horcajuelo y Montejo de la Sierra. Lugares guays para comer bocatas enormes. Tengo hambre, ¿Qué pasa?
Al lado de casa hemos descubierto que hay una laguna. Y un parque de esos ecológicos. Así que nos pusimos en marcha con mi nuevo y recién adquirido gorro de paja de señor mayor y paseamos por los parajes llenos de pinos y con el "aroma" del río. Huele mal, no os voy a engañar. La laguna del Campillo y la Dehesa tienen actividades para críos y además es donde termina el memorable Tren de Arganda "que pita más que anda" y donde por alguna razón me quieren montar... Que manía con usarme como escudo humano.
Y para terminar fuimos a Colmenar de Oreja. Allí vimos cosas superguays. Me dejaron oler el vino de una bodega super bonita con una cueva llena de vasijas gigantes. El pueblo era muy apañado, tenía cosas preciosas y comida muy contundente. La tita Iratxe se vino y sacó muchas fotos y después de que nos cayera el diluvio universal mi mami acabó pegando voces a una esquizofrénica del pueblo. Los señores rurales dan miedo, son como los locos de las pelis de manicomios pero sin echar espuma por la boca. Bueno, a lo mejor si la echa en la intimidad.
El otro día me llevaron a conocer al Del Gas. Estoy un poco contrariado porque resulta que Degas no es un señor de verdad. A ver, me explico, es un señor de verdad pero ya se ha muerto así que me llevaron a conocer sus fotos, sus dibujos, y las cosas que hacían sus amiguetes hace dos siglos (cuando no existía el Betadine, toda una eternidad).
La verdad es que había muchas visitas de niños pero creo que todos los niños molones estaban en la sala grande de El Canal que es donde tenían los coches de Fernando Alonso. De hecho a todos los visitantes el guardia de Seguridad les mandaba a la de al lado sin preguntarles mucho.
Al entrar había un porrón de niños haciendo la visita guiada y parecía que se lo pasaban pipa. A mí como no me ha dado aún por hablar lo que me dejaron hacer es correr un poco por los pasillos y mirar los focos de luz que son ahora mi pasión por encima de los cuadros y de cualquier cosa (no peluda) que me pongan por delante.
La expo de todos modos me moló bastante, y además luego me llevaron de nuevo a ver Mercados chulos así que yo no me quejo...
Debo reconocer que ya tengo un nuevo referente en esta vida. Alguien a quién admirar y a quien segur a pies juntillas, una luz al final del túnel... Son Gonzo y Marty. Tal cual. Unos cracks, oye.
Si no conoces a estos dos no sabes lo que te pierdes. Son los retoños de Andrés Palomino, un pobre friki que se acaba de convertir en padre. Y sí eso ya es complicado con uno imagínate con dos. Lo único bueno de su situación si nos ponemos a valorar los daños es que podían haber sido niñas y entonces ya no hay vuelta atrás... Por suerte los bebés no sólo son potencialmente brillantes y malévolos, para mi que serán los cabecillas que iniciarán el dominio del mundo civilizado y uno, que no es tonto, está pensando unirse a ellos para coger puntos.
Sus tácticas me son familiares, control mental, coacción psicológica, estudio y manipulación del padre friki y caras adorables cuando hace falta. Maniobras impecables adornadas con un lloro aquí, un tirar el madelman por la ventana allá, una caca olorosa para atufar y despistar al enemigo... Lo dicho. Unos genios.
Ya lo siento por su señor padre, y por los míos. Está claro que esta generación de frikis venimos mucho mejor prarados, con genes frikis en las venas y ganas de torturar... Deseando ver el año 1. Ya podéis comprarlo aquí: http://www.cronicaspsn.com/ ¡Ah! Y en digital vale sólo un Euro así que no me seáis ratas.
Los adultos tiene una curiosa manía. Celebran que ha dado una vuelta entera en la tierra alrededor del sol. Así qué cuando eso sucede celebran un curioso rito iniciativa que denominan "cumpleaños". Pues el pasado 10 de abril celebré mi llegada al mundo y voy a compatirlo con vosotros. Técnicamente y para ser honesto lo empecé a celebrar el fin de semana antes y acabé este fin de semana. Casi 10 días de comer tarta y abrir regalos. Si queréis os lo cuento todo.
Empezamos con la Familia 1.
Un fiestaco con decoración, globos, regalos para mí, regalos para los asistentes... Y una impresionante tarta de mi amigo Thomas. La tarta y las preciosas galletas las encargó mi madre en Tiempo de fiesta. un auténtico acierto porque la chica er un cielo y entre las visitas al médico se lo llevaron todo a casa. Las galletas triunfaron mucho. Me han prometido que me van a dejar comer una esta semana aunque me temo que es un poco de canibalismo.
Lo de soplar la vela fue fatal. Entre qué tenía mucho sueño y que decidí usar la mano para apagar la llama la cosa acabó como el Rosario de la Aurora. Venga a llorar, venga a llorar. Así qué me dejaron chupetear el fondant para que me calmase un poco.
Esto de que seas el centro de atención mola mucho. Me dediqué a hacer el perrillo y tirar de los pantalones de todo el mundo para que me dieran mis ansiados gancheros de queso. Si no me comí la bolsa entera no me comí ninguno. Una dieta sana y equilibrada.
Varios días después fue mi cumple "de verdad de la buena". De desayuno me hicieron una papilla de chocolate. ¡La caña! Y después seguí a mis anchas comiendo guarrindonguerías y abriendo regalos chulos y fardones. Cosas preciosistas y súper molonas personalizadas para mi. Soy un ídolo de masas.
La familia 2 también tuvo su fiesta aunque mientras estaban reunidos decidí reorganizar un poco el salón. No estBa a mi gusto y las mesas del IKEA son sorprendentemente fáciles de desplazar. Como es normal me apuré para probar el último alimento de la lista de la pediatra y me zampé un huevo cocido de codorniz, que es sorprendentemente pequeño. Hecho a mi medida.
Y creo que ya se han acabado los fatuos de mi onomástica. Para ser primerizo no ha ido nada mal.
Los Reyes me trajeron una colección de pelis super grande. Eso si, paso taaaanto de la tele que de momento no hay de donde sacar... Pero en mi defensa debo decir que muchas de las cosas superguays de la colección de Pixar las conozco porque las tengo en casa. Duermo a diario con un Lotso que huele a fresa, tengo a Nemo y a Dory, ni te cuento la de aliens de Toy Story que circulan por aquí, me he comido piruletas de Monstruos e incluso vi en el cine Monstruos University,... Así que no me vengan ahora con eso de que no me he visto las de Pixar porque tengo una predisposición genética a que me gusten tan grande que da miedo.
