Pensé que hasta que no fuera un nene grande no iba a saber lo que es una multisala de cine. No contaba con que me han llevado a la Meca de la modernidad, a la evolución suprema, al entorno de veraneo definitivo: Benidorm.

Mi tita ha comprado una cámara nueva. Desde qué ha llegado ese aparato me tienen breado. Tanto, tanto que creo que he aprendido a bucear. Porque bucear es que te metan debajo un ratito, ¿no? Lo qué no tengo cogido el punto es a eso de cerrar los ojos, no respirar y otro par de cosas tontas.

Por fortuna alguna mente preclara ha inventado un aparatejo muy majo: el masticadores delimitación. Bajo este sofisticado nombre se esconde la idea más sencilla pero útil de la historia de los bebés hambrientos. Una redecita que contiene frutitas para chupar sin peligro. De ese modo y tras casi morir atragantado por un trozo de sandía asesina mi mami salió a comprar este utensilio que ha pasado a ser un clásico para mordisquear.

Bien es cierto que acabo lleno de baba y pringue frutífero pero es un placer chupar retar comida de mayores.

Canción: Kick in the Teeth - Papa Roach

La Goma Eva vale para todo, desde hacer accesorios o decoración a los puzzles de suelo. Por sus dimensiones y características era el material perfecto para sus planes. Lo primero es que es muy sencillo de limpiar y casi impermeable, con una valleta queda como nuevo, lo segundo es que hay muchos colores para combinar, y además se puede recortar fácilmente. Como esta de moda hay cientos de sitios donde encontrarlo y su precio es ridículo.

Una vez forrada la mesa de noche pasó a la cocina y sustituyó su idea inicial del escurre biberones Grass de Boon que le encantaba por este resultón rinconcito para poner mis cosas reciclando además una de las cestas que me regalaron. De ese modo mantiene separados mis utensilios y deja secar sin miedo los bibes sin cargarse la encimera.
Está muy orgullosa y la verdad es que le ha quedado muy fardón.

Canción: El Amante del Invierno - Santos de Goma

Justo al lado de casita hay tres parques divididos por edades. Para bebés, para nenes y para bestias pardas.

Así qué con las mismas mi madre me sacó del carro y me puso en un sillón, todo sea dicho, muy incómodo. No sabía donde agarrarme. Eso que se movía... Y resulta que encima van y me empiezan a empujar. Y aquello que sube y baja. Y mi madre emocionada, y yo agarrado casi con los dientes para no morir. Pero a la segunda ida y venida le cogí el rollo a eso del columpio y me eché unas risas. Dentro de nada pido que me pasen al de bestias pardas a ver qué se cuece por allí.

Canción: Perlas - El Columpio Asesino