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domingo, 3 de septiembre de 2017

Terra Mítica, el parque ideal para ir en familia

Normalmente empezamos los post contando risueñamente lo bien que nos lo hemos pasado (o no) y añadiendo datos prácticos para  familias con niños canijos como yo. Pero en este caso vamos a hacer una excepción porque la verdad es que Terra Mítica es un parque que va con handicap y mi señora madre sabe de lo que habla.

Como veranea desde siempre cerca de Benidorm el año de su apertura allá que se fue toda la familia a comprobar las bondades del nuevo parque de atracciones. Y lo que allí había era más o menos un desierto desolado sin sombra y con un calor de mil demonios. Eso unido a que la forma del parque obliga a ir como una hormiguita hizo que además pasaran por unas colas importantes desde primera hora y muchas atracciones no funcionaban, así que si, como muchas de las que habéis comentado en los stories iba preparada para lo peor, gorras, crema de sol, botellas rellenables y bañador... Pero nada más lejos de lo que había hace 17 años, y es que a veces las cosas cambian. Y este es uno de esos casos. 

El verano de 2017 visitó otro parque, un parque que desde entonces ha pasado por varios dueños y muchas, muchísimas reformas (de hecho la antigua pirámide de Keops está en reforma ahora) .  

Han cambiado las atracciones y ha adecuado espacios para que las temperaturas no sean un problema. Han hecho un parque entero nuevo lleno de atracciones más acuáticas con una gran piscina y hay zonas con jacuzzis y juegos infantiles para refrescarse en muchas zonas del recorrido así que, si como mi señora madre sois de los que visitaron el parque hace más de una década, con espíritu de adolescente buscando atracciones brutas, pues os recomiendo darle una segunda oportunidad.  

A nosotros nos sorprendió mucho.

Al lío.

Terra Mítica es un parque de atracciones familiar situado entre Villajoyosa y Benidorm, se puede ver en la lejanía las letras en la montaña como si fuera un Hollywood levantino y asomar alguna de las atracciones que en su momento fueron emblema (no, la montaña rusa de madera no funciona desde hace años, no os llevéis un berrinche aunque siga ahí). Digo familiar porque exceptuando Sinkope, Tornado, Titánide, Inferno y el vuelo del fenix son las únicas que son para público adulto. El resto se pueden disfrutar desde los 92 centímetros con alguna rara excepción de 1,10 que las hacen válidas a partir de los 5-6 años.

Así que si, es un parque para familias, para que nos podamos montar en cosas "brutas" todos juntos y descansar en las infantiles que, por ciento, hay muchas.

El primer consejo es que empecéis alejándoos de la entrada, las colas se disipan a lo largo del día y las de primera hora se concentran en rigurosa cercanía a los accesos, es decir, las cataratas del Nilo están hasta arriba en la apertura pero a la hora de la comida todo está tranquilo y así permanece hasta el cierre. Así que a disfrutar.

El parque, bueno, los parques, se dividen en varias zonas "antiguas": Egipto, Grecia, Roma y Las islas. ¿Merece la pena comprar las entradas combinadas? La respuesta es SI.

Básicamente porque en verano las atracciones de agua se concentran en Iberia así que estar a remojo mola. Y eso responde la otra duda existencial, ¿Pasas calor? Pues las cosas como son, es que hace calor, pero las colas están a la sombra y hay difusores de agua e incluso un señor con una mochila echando líquido encima tuyo continuamente. 



Desde que montamos en la primera atracción (las cataratas) hasta la salida a las 10 de la noche estuvimos mojados así que no pasamos calor en exceso. Además han hecho varias zonas de agua (a parte de las atracciones de mojarse) nada más entrar en Egipto hay una laguna con juegos para los niños y jacuzzi para los grandes. ¡¡No dejéis de echar el bañador!!.  Además hay duchas en varias zonas, no sólo cerca de las cosas de agua, y la otra piscina es la gigantesca con jacuzzis y chorros por doquier, un oasis en condiciones para descansar de la adrenalina en Iberia.

Además de las atracciones tenemos que recomendar los espectáculos, pudimos ver pocos porque hay muchos y están previstos para que puedas verlos todos sin solaparse así que es necesario visitar el parque varias veces para poder disfrutarlos en su totalidad. Eso sí, elegimos bien y fueron extraordinarios. No dejéis de visitar el de Barbaroja en la zona de Iberia que es una aventura con piratas que lo mola todo y los nocturnos, tanto Cleopatra como el de cierra. Nos hablaron super bien de los romanos pero estábamos ocupados en la piscina flotando como nutrias y no llegamos, pero lo apuntamos para la próxima.

El catálogo de atracciones para la familia entera es amplio: Dos montañas acuáticas, un cine 4D, montañas rusas infantiles, rápidos, cazar minotauros, Infinnito para observar preciosas vistas sobre Benidorm, paseos en barco, coches de choque,... y las atracciones de niños son réplicas de las de mayores y no había nada de cola lo cual nos sorprendió un montón. Las tazas emulando el modo averno de papá girando la rueda son de las atracciones que más disfruté. Y hay un Cuca Park para los más pequeños que es una delicia.



Pasamos un día excelente de principio a fin, la comida es la típica de los parques pero no nos resultó cara (no se puede meter alimentos ni bebidas dentro) y la verdad es que nos tuvieron que echar casi de las atracciones porque no me quería ir.

El resumen  ha sido muy positivo, repetiremos seguro, eso sí, no todo son bondades y podemos poneros alguna pega. La hora de cierre del parque con respecto al resto de las atracciones está muy separado, acostumbrados a salir de las atracciones cuando cierran para ver los espectáculos finales en Terra Mítica casi hay una hora hasta el cierre final y además las tiendas y locales también están cerrados, yo apuraría un poco más los horarios de los cacharros o en su defecto adelantaría el último show.

Si tenemos que valorar el parque para familias entre 3 y 10 años la nota es muy positiva. Los niños se pueden montar en todas las zonas, no hay una zona infantil de la que no puedes salir, los padres se pueden montar con ellos, se come aceptable y encima hay spa. 

¡Un combo perfecto!

jueves, 24 de agosto de 2017

Un día en Mundomar Benidorm

MundoMar abrió allá por 1996 cuando mi señora madre era una adolescente. A pesar de ello siempre pensó que si hubiera sido un poco menor sería el parque de sus sueños. El año pasado celebraron su veinte aniversario haciendo felices a los niños, y ahora también a mi. ¡Yeah! Y es que como sabéis hay pocas cosas en el mundo que me gusten más que los peces, o los animales acuáticos, y sobre todo los tiburones que, aunque en MundoMar no hay,  tiene suficientes alicientes como para que eso no sea un problema para el mayor fan del mundo acuático del planeta. ¿Queréis saber como es MundoMar y lo que hay dentro? pues veniros conmigo que os lo enseño todo.

MundoMar no es un parque muy grande pero eso hace que sea manejable para un día con los más pequeños, que de eso se trata. Y no tiene nada que ver con un zoo o con el Oceanográfico, el concepto es muy diferente, es un parque que se basa en la interacción y en aprender sobre los animales, tocarles y conocerles. Por eso a partir de los 3 años es el parque más recomendable. 

La entrada a MundoMar está justo al lado de su hermano acuático Aqualandia, de hecho desde la zona del delfinario puedes ver algunas de sus instalaciones. En la ladera de una montaña convierte la visita en una interesante excursión y de cuestas. Eso sí, muy accesible con carros (aunque no tanto para las espaldas de los que los empujan). Además tiene muchas zonas de sombra y sistemas de aspersores de agua para no morir en el calor de Benidorm. Lo primero que os aconsejamos es que os hagáis con un plano y un horario porque la parte molona de MundoMar son los espectáculos y las interacciones. Lo hacen de forma que casi todas las alimentaciones e interacciones son en los trayectos a los espectáculos por lo que lo vas a tener fácil. 


Los tres shows son muy divertidos.
Hemos visto espectáculos con animales antes y casi todos tienen dos puntos en común: inculcar el respeto por el medio ambiente  los animales y son más aburridos que un capítulo de Peppa Pig. Peroooooo aquí la cosa cambia. Los espectáculos eran divertidos. Muy divertidos. En concreto el de los leones marinos era hilarante, aunque por ponerle una pega el inglés era un poco de aquella manera. Actores y animales enseñan cosas básicas sobre su anatomía, comportamiento y cómo ser mejores con el medio ambiente. El de los delfines tiene unas coreografías acuáticas con bailarinas que ya quisiera el Oceanográfico de Valencia, los delfines son sin duda la estrella de cualquier parque (a falta de tiburones, que ya sabéis que son mi debilidad) así que reconozco que además de verlos poder tocarlos ha sido la caña. Y para terminar el de las aves exóticas, que además está cubierto y refrigerado era muy curioso. No perdimos la oportunidad de descubrir los misterios de los tucanes, los loros y los bichos que volaron a escasos centímetros de nuestra cabezas para luego jugar un rato en el parque de aventura situado justo al lado con tirolinas y toboganes gigantes. 

 Las interacciones son un clásico, lo realmente increíble es que casi puedes conocer cualquier animal. Creo que pronto incluso con los pingüinos ¡¡Eso no me lo pierdo!! Casi todas suceden a la hora de la comida y se les puede alimentar o tocar brevemente. Por supuesto hay foto del momento. No os agobiéis, no es obligatorio comprarlas peor si os aconsejamos que pongáis en el presupuesto por lo mejor 20-30 euros para las fotos porque algunas son tan bonitas que no vais a poder remediarlo y necesitaréis comprarlas. Nosotros nos sacamos con los delfines, los loros y los lémures. Pero también podéis encontrar loris, leones marinos y diversas especies que estarán encantadas de conocer a los más pequeños. Sinceramente y a pesar de la reticencia inicial a pasar a las jaulas una vez superado el miedo me encantó tocar los bichos y saber que un delfín es suave y blandito o que los lémures son como gatos aunque tengan cara de malos. No tienen zona de "Toca toca" como en las granjas escuelas porque le volumen de visitantes es mucho más brutal pero eso ya sería la caña.


En cuanto a la comida  disponéis de numerosos lugares para comprar alimentos y bebida y también de zona de picnic así que no hay problema sea cual sea vuestra elección. 

Lo que más me gustó de todo, teniendo en cuenta que tengo cuatro años y un criterio dudoso, es sin duda lo de poder tocar bichos... y el parque, porque sinceramente, donde haya una buena tirolina allí soy feliz.


lunes, 7 de agosto de 2017

Aqualandia Benidorm con niños de menos de 1,20 de altura

Algunos me conocen saben que soy un tritón. Mitad niño cabezón, mitad pez. Un ser vivo que aprendió a nadar antes que a hablar y esas cosas marcan, las cosas como son. Desde muy canijo he ido a parques acuáticos y en casi todos nos hemos encontrado con un problemón gordo y es que al final te veías a los padres achicharrados detrás de las criaturas en la zona infantil. Así, en replay, hasta que los niños se convertían en pasas y los padres en gambas rojas achicharradas.


Algunos parques incluyen pequeños toboganes en catálogo para niños a partir de 3-4 años. Esos los usábamos con 2 años haciéndonos los locos gracias a que sabíamos nadar y además parezco más grande de lo que soy, pero aún así pasar un día entero en un parque acuático tirando de un triste tobogán puede aburrirme hasta a mí... pero de repente ha aparecido Aqualandia Benidorm, un parque que lleva en la vida de nuestra familia décadas, que mi señora madre e incluso mi señor abuelo disfrutaron hace muchos años y donde se jactan de haber probado por primera vez el kamikaze o un tobogán que no acababa en una piscina. Cosas de veranear toda la vida en la zona. Esta fue mi primera visita y la primera de mi madre en muchos, muchos años y tuvimos que aguantar historias de abuela cebolletas sobre la zona Junior que sigue igual y los muchos cambios del resto del parque. Pero el veredicto no puede ser más positivo. Si tenéis niños nadadores y kamikazes os vamos a contar como disfrutar de Aqualandia y las atracciones para menos de 1,20 para disfrutar en familia. ¡Que son un montón!


Lo más flojito: géiser y adventureland. Además son las primeras que os vais a encontrar en el acceso al parque. El géiser es una pequeña piscina con cascadas y aventureland es un parque acuático en miniatura con pista blanda, varios toboganes disfrutables con y sin flotador, un pequeño parque de bolas, pistolas de agua... también es la parte más superpoblada del parque pero la más divertida para niños de 3-4 años estándar. Os recordamos que nosotros no somos estándar así que sigamos el paseo.

La siguiente parada es la Laguna. La zona infantil es muy infantil, toboganes más pequeños y elementos de flotación bastante entretenidos. La verdad es que estuvo curiosa, pero lo que mola es que roza con la zona de niños más grandes. Las restricciones de la zona de aventura son saber nadar y tener el valor de usarlas. Yo ahí reconozco que estuve un poco cagueta porque eso de saltar desde la altura o que el tobogán acabe a metros del agua... pero estoy seguro que el año que viene me animo.


¿Te vienes de spa? Justo al lado de la zona aventura de la Laguna hay un mini spa y a pocos metros Niagara, una piscina enorme con cascadas y el spa grande lleno de chorros para relajarte un poco. 

Siguiendo la zona tranquila tienes la piscina de olas y el río Amazonas donde puedes dar vueltas con tu flotador o dejándote llevar. 

¿Demasiado tranquilo? Pues apunta porque vienen curvas.


El minizigzag es una opción para los niños que pueden nadar o tirarse acompañado por un adulto. No dan mucha impresión, son bastante suaves y relajados... por eso existe el número 5 en el ZigZag de mayores. Presta atención pues lleva una cola diferente antes de acceder a la zona de escaleras. No tiene restricción de estatura y se puede usar con un adulto... ¡y lo mola todo! Un tobogán mediano con curvas y velocidad que ha hecho las delicias de mi persona y de mi señora madre al poder montarse conmigo en algo y no esperarme estoicamente... como fue un éxito pasamos al paso dos... 

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El black Hole. Muchos parques tienen  Black Holes pero en pocos dejan montarse a los más peques. Y es una pena porque mola mucho. Es un tobogán tapado de color negro con neones de color en el techo. Se tira uno con un flotador doble y los pequeños pueden ir incluso con elementos de flotación externos. Los socorrieras te ayudan y te colocan  de la forma más segura para disfrutar el viaje... ¡y menudo viaje! Caídas y curvas en la oscuridad. Súper divertido. De hecho si me preguntas el que más me moló de todas las atracciones.


Así que si te preguntas si merece la pena ir a un parque acuático con un niño pequeño te diré textualmente que estudies las atracciones por adelantado, muchos ya son conscientes de que el público familiar es un porcentaje muy amplio y su oferta es de lo más variado para que gusten desde bien pequeños. 

Además tiene amplias zonas de picnic y la comida a un precio bastante razonable para ser un parque temático. Pasamos un día de lo más agradable, con decir que nos tuvieron que echar del parque y fue montar en el coche y caer redondo os hacéis una idea.



miércoles, 7 de septiembre de 2016

Recogiendo frutos rojos con Rural It en Lozoya


Vuelta al cole y aunque tenemos pendiente hablar de un montón de cosas de este verano vais a permitidnos que alternemos con la rabiosa actualidad porque si no esto "caduca" porque es fruta de temporada... Literalmente.

Al regreso de las vacaciones mi señora madre con nocturnidad y alevosía levantó el whatsapp (que ahora es lo que era antes el teléfono) para conseguir un plan decente el fin de semana y no acabar encerrados en casa subiéndonos por las paredes muertos de calor gracias a las olas esas del infierno que hacen que este septiembre sea el peor que se recuerda en décadas. Al otro lado estaba Cookita que tardó medio minuto en escupir un planazo de Rural It. A pesar de que las expectativas eran bajas , porque estoy especialmente destructor y la idea de un plan bucólico no acababa de resultar realista, decidió fiarse de la reina de las galletas y dejarse llevar por su Dieta de la Felicidad y su karma slow life que a día de hoy nunca ha estado en su apretada agenda y con las mismas quedamos todos los canijos para hacer una excursión que prometía ser cuanto menos interesante.


El plan era acudir a una parcela de recolección de frutos rojos en la localidad de Lozoya. Así que aprovechando que vivimos en el fin del universo y que las ganas de cachondeo eran grandes decidieron que era una buena idea meter a tres niños en la parte de atrás de un vehículo. El primer obstáculo fue la logística tipo Tetris que cayó sobre Tamara, que tiene, como sabéis, un master del universo en meter muchas cosas en poco espacio. Milagrosamente consiguieron cerrar la puerta y nos embarcamos en un viaje lleno de cosquillas, guantazos y Pablo Alborán.

Al llegar a Lozoya las adultas murieron de amor. Sus calles, sus casas, y se pusieron hasta arriba en una tasca local recomendada por un autóctono mientras los peques disfrutaban de los tesoros que salieron de esas bolas sorpresa del bar. Y después de llenar los estómagos continuamos con un paseo que acabó en batalla naval en la fuente de los cuatro caños del pueblo. Posiblemente yo me llevé la peor parte acuática aunque Mini Cookito se llevó el cosco con conmoción cerebral de rigor.



Después bajamos al lago donde seguimos un poco el guarreo que finiquitaron llevándonos a un chiringuito hippie donde construimos una montaña de piedras en el arenero en gallumbos como personas poco decentes que somos.



A pesar de estar super a gusto las mamis decidieron que el objetivo de la excursión seguía siendo ir a coger frutos rojos - aunque sabemos que si no llegan a haber pagado por adelantado seguro que no les sacan del chiringuito - nos desplazamos a El Puente del Molino donde armados con una caja de cartón aprendimos a recoger frutitas y degustarlas a dos carrillos.La pequeña finca justo al borde del lago posee dos hectáreas preparadas para recolectar arándanos, frambuesas, grosellas, moras...



Allí aprendimos mucho y perfeccionamos técnica. Ir con Tamara es un plus porque nadie sabía que las grosellas se cogen por racimos,  o que los arandanos tienen que ser super morados, que las fambuesas cuando tiran a oscuro son más dulces,... Eso y muchas otras cosas como que hay grosellas blancas y Frambuesas tirando a amarillo que están muy ricas.



Los peques pudimos acceder y recolectar los frutos, y no os vamos a engañar, también nos comimos alguno. Somos unos zampabollos de impresión. Y siendo destructores natos aprendimos, comimos sano y encima lo pasamos en grande por lo que no podemos poner pegas a este plan... Bueno, que sólo fuera un día porque lo pasamos super bien y queremos repetir ya. Somos unos ansias y eso de salir los fines de semana nos mola cantidad.

sábado, 13 de agosto de 2016

Visitando el DinoPark de Algar

La zona de Benidorm es una de al para vacaciones familiares por varios motivos. El principal de ellos es que culturalmente ha sido zona de veraneo y desde siempre se han dedicado a cuidar mucho el ocio en familia y cuenta con numerosos parques temáticos, naturales, zoos, actividades y demás para todo tipo de personas, desde los más canijos a los más mayores. Y esa oferta si se amplía a los alrededores es aún más potente. Vamos que seguro que encontramos algo que les guste a los peques, sobre todo si subes a los mil museos de Castel de Guadalest. Pero por ese mismo camino, un poco antes, justo pasando las Fuentes de Algar encuentras el DinoPark Algar. 



Hace un tiempo al hacer la compra en el centro comercial La Marina apareció en la entrada un dinosaurio. Mi señora madre que lleva veraneando toda la vida por estos lares decidió que era una visita ideal para hacer con un niño de tres o cuatro años. Así que este año nos pusimos en camino a descubrir las maravillas del cretáceo. 

Lo primero y para los que tengáis pensado visitar DinoPark Algar os vamos a dar algunos consejos que os resultaran útiles. El parque tiene bastantes zonas de sombra marcadas como zonas de relax, pero el camino principal se desarrolla en plena solana de la sierra así no os olvidéis de gorras, cremas de sol, gafas de sol e hidratación (aunque tenéis puntos de venta de bebida en caso necesario). 

El parque es totalmente accesible con carritos o sillas de ruedas aunque en algunos tramos tiene mucha pendiente, avisados quedáis. El cine también tiene acceso para minusválidos. 

No os olvidéis el bañador para los más pequeños, la charca es el lugar más popular del parque, los peques no salen de allí.



Es ideal para pasar una mañana o una tarde. La media para una visita estandar roza las dos horas. Pero si paras en la charca y ves el cine seguramente tardes un poco más. 

Tiene zona de comidas, además el precio es sorprendentemente asequible. Por ejemplo los perritos valen 2€, el plato infantil 2,5€ o los refrescos de 50 cl. 2€. Vamos, que no es descabellado. Aunque también hay zona de picnic.

Dispone de parking gratuito para los visitantes, no os asustéis con las glose raciones de las fuentes y sus parkings llenos de pago.


Y ahora os vamos a enseñar las cosas guay que vimos en DinoPark Algar. Nada más entrar nos topamos con un impresionante Tiranosaurio terroríficos que me dió mucho chungo porque aunque os penséis que son de mentira ya os digo yo que son de verdad, respiran, hacen ruido y se mueven. Y eso que tengo tres años y soy muy valiente, solo hay un punto que puede resultar un poco violentos del reo reído para los niños más peques y es una representación de una comida carnívora, que, oye, a mí me hizo mucha gracia, pero os aviso por si las moscas. 

Nada más entrar te topas ya con huesos de triceratops, dinosaurios y un panel la mar de divertido. También una de las zonas de juego infantiles pero nosotros nos decantamos por empezar a descubrir dinosaurios enseguida corriendo como posesos a la búsqueda de las criaturas prehistóricas. Los había voladores, vegetarianos, carnívoros... Muchos me sonaban del Dino Tren. Reíros pero que un niño de tres años reconozca un teranodón resulta bastante sorprendente cuando su señora madre va leyendo carteles para no meter la pata. Otra cosa que mola es que hay carteles con el plano en muchos árboles por lo que no hace falta ir pegado al mapa.



La parte más vistosa, entretenida y divertida de todo el parque es la charca. Una pequeña piscina con aspersores que vienen genial a los peques para refrescarse y a los padres para tomar un respiro a la sombra. Además está al lado del bar y de un gimnasio de pokemon, dato que puede resultar relevante para padres o niños sin ninguna inquietud. También hay una zona de excavación y una preciosa fuente. Justo al lado encontraréis el cine. Emiten una película en 3D sobre las peripecias de un nuevo-bebé de dinosaurio. La peli dura 20 minutos y se emite a las horas en punto e y media. No estaban muy convencidos de dejarme verla pero el personal del parque que es encantador, nos animó informando que si en algún momento tenía miedo o no lo aguantaba podía salir de la sala por una puerta que no estaba bloqueada. Así que cogimos las gafas y... ¡Nos encantó! Así que os animamos a probar aunque recordad que no se aconseja el uso prolongado de 3D hasta que se cumple los tres-cuatro años. 

A mí los dinos me gustaron mucho porque eran de verdad, lo digo yo que soy un experto. Se movían y comían y respiraban. El primero casi me da un susto de muerte y hay una zona donde unos dinosaurios se estaban dando un festín que a lo mejor puede afectar a los más peques.




Para acabar de cerrar la oferta del parque hay un estudio de tatuajes temporales, maquinas de medallas recuerdo, y dos mini parques (uno a la entrada y otro al lado del cine). Y claro, la tienda de recuerdos que saqueamos a la salida. 

Si tenéis un peque al que le molen los dinosaurios es una visita muy aconsejable. 

¿Lo has visitado? ¿Te animas a venir? 





Más información: www.dinopark.es
 
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