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miércoles, 18 de abril de 2018

50 Cosas que no sabes de los animales. Ed SM


Seguramente ya sabéis que somos muy fans de los libros de SM y más aún los que tratan de animalitos. Y súmale dos puntos más si además hay animales del mar. Hace un tiempo descubrimos que los libros no tienen por qué tener una historia o un cuento. Resulta que hay muchos libros que sirven para aprender un montón de cosas de lo que nos rodea. Algunos son para aprender palabras, otros para aprender historias y este en concreto que vamos a contaros hoy es para aprender cosas sobre los animales.



50 Cosas que no sabes de los animales es precisamente eso, 50 animales con sus cosas buenas y sus cosas malas explicadas para aprender datos curiosos o que no sabes de algunos bichos. Los hay pequeños y grandes, peligrosos e inofensivos... y por supuesto de tierra, mar y agua. No os va a extrañar que os diga que mi página favorita es la del número 34, que habla sobre gases de grupo. A mi los arenques me caían muy bien pero desde que descubrí que se comunican entre ellos tirándose pedos.. ¡Pues me parecen aún más entrañables! Anécdotas como estas son las que hacen que cada noche desde que llegó a casa aprendamos algo de un animal, si me he portado bien podemos llegar a leer incluso dos datos sobre dos bichos distintos.

El formato del libro es de lo más bonito y  accesible. La página izquierda tiene una preciosa ilustración de Carles Ballesteros y en la página derecha aparecen datos de lo más pintoresco de diversas especies. ¡Ojo! Son todos reales aunque algunos sean muy anedóticos, lo cual hace que sean más impactantes, divertidos y además te acuerdes de ellos enseguida.

Cosas que puedes hacer leyendo el libro: no nos ponemos límites, si un animal nos mola investigamos un poco más. Buscamos fotos reales, donde vive, con qué otros animales comparte espacio, aprendemos algo de geografía y de paso sacamos mucho jugo a determinados bichos. Las cosas como son, este tipo de libros tiene una vida mucho más larga que los cuentos normales y siempre sirven cuando piden algo en clase.

Con 5 años lo estamos disfrutando muchísimo, es cierto que son muchas páginas y nunca leemos más de dos bichos, pero eso hace que el libro se haya quedado para siempre en la mesilla de noche. Muy, pero que muy recomendable.

Compralo en AMAZON.

Ficha del libro

  • Título: 50 cosas que no sabes de los animales
  • Autor: Tricia Martineau Wagner
  • Ilustrador: Carles Ballesteros
  • Editorial: SM
  • Fecha: 8 de marzo de 2018
  • Edad recomendada: 6-12 años
  • Género: Divulgación
  • Tipo libro: Conocimiento
  • Encuadernación: Tapa dura
  • Formato: Papel
  • Páginas: 112
  • Idioma: Español
  • Código ISBN: 9788467596939
  • Precio: 12,95€

miércoles, 10 de enero de 2018

El lápiz Mágico de Malala.


No sé si conocéis a Malala. Malala era una niña normal, como yo, pero nació en un país diferente, en Pakistan. Por esas diferencias había cosas que no podía hacer, o decir, o vestir incluso. Malala se percató de esas diferencias y los mayores no sabían explicarle las razones. Más que explicaciones sonaban a excusas. Niñas que no iban al colegio porque solo los varones podían, niños que trabajaban para poder comer, mujeres que no podían conducir, y sobre todo señores armados en las calles.

Un día Malala se dio cuenta de que había determinadas cosas que no estaban bien y que seguramente desde fuera no lo sabían, quizás los que vivían en países lejanos, de esos que veía por la tele no sabían que su familia, sus amigos o sus vecinos lo estaban pasando mal. Por eso un día Malala cogió un lápiz y se puso a escribir. En las cartas dibujaba su país, narraba lo que pasaba en su calle cada día y luego las enviaba a lugares lejanos, mejor dicho, a los señores que mandaban en esos países. Un buen día sus cartas empezaron a leerse en la prensa, a hacerse públicas, y su voz, o mejor dicho su lápiz, llegó a todas partes.


Malala con un simple lápiz cambió cosas, hizo que el mundo fuera un poquito mejor
, y eso enfadó a los señores malos que intentaron que dejara de escribir. Pero aún así lo hizo tan bien que le dieron premios por mejorar y denunciar las cosas que los adultos no conseguían solucionar.

Malala es una niña de verdad, al final de este libro salen fotos suyas y de su familia y un texto que mamá me ha explicado un poco. Cuenta como todo lo que sale en el cuento sucedió y las cosas que consiguió solo una niña con su lápiz y mucha valentía.

Es un libro precioso. Con cuatro años las nociones básicas se captan perfectamente y da un choque de realidad pero con muchísima esperanza. El texto y los dibujos consiguen que los niños sepan y comprendan otras realidades y aprendan que todos, hasta el más pequeño, tiene que hacer lo posible por cambiar el mundo. Malala ganó el Premio Nobel de la Paz siendo aún una niña.

La edición infantil está publicada por Alianza Editorial y de verdad os la recomendamos. Es una maravilla.

Lo puedes comprar en AMAZON

Más información, libros de Malala, material didáctico y todo lo que puedas necesitar en la web de Alianza. 
  • Colección: Libros Singulares (LS)
  • Publicación: 19 de octubre de 2017
  • Precio: 14,00 €
  • I.S.B.N.: 978-84-9104-883-1
  • Código: 3432799
  • Formato: Estándar, Papel
  • Tamaño: 23,50 x 26,00
  • Páginas: 48
  • Edición: 01ª edición
  • Clasificación IBIC:

lunes, 11 de septiembre de 2017

Intentando leer en verano: La cara oculta de la crianza.

Mi madre, ilusa de ella, pensó que este verano podría retomar eso del "leer". 
Leer de mayores, se entiende porque la colección de clásicos infantiles la tiene muy clara, tanto que a veces creo que no lee, que sólo recita de memoria. La cuestión es que en un alarde se metió en el bolso de las vacaciones un par de libros, uno de ellos pequeñito pensando que ese, sin duda iba a caer... ¡Error!


El libro en cuestión se llama La Cara Oculta de la Crianza y lo ha escrito Cristian Arenós sobre las visicitudes y diversas aventuras de ser padre. Lo vi y me puse a leerlo y le tuve que explicar a mi madre que ese libro no era para ella porque tiene dibujitos. Ella, con su santa paciencia me explicó que los dibujitos son parte de los libros de mayores también, eso no me impidió hacer nuevas ilustraciones e el libro, a estas alturas mi madre no sabe si los rayajos son de imprenta o creación propia, en cuanto vuelva a caer en mis manos lo pinto que le veo falto de color.

Pues el amigo Cristian ha narrado en algo más de 200 páginas las odiseas de ser padre, y he de decir que lo debe haber hecho bien porque mientras me enchufaba mi señora madre los dibujos a medio día la escuchaba asentir y decir "más razón que un sato". y es que parece ser que aunque los padres nos profesen amor incondicional a veces somos un poco cansinos y pesados y todas esas aventuras han acabo formando n compendio de historias que se convierten en los lugares comunes de la crianza pero que sólo se comentan en petit comité, debe ser que son maldades de adultos, ya me entendéis.


Creo que la manera de encuadrar el libro en cuestión es en humor postapocaliptico, porque los padres son esos pequeños zombies que luchan por los pequeños placeres de la vida como dormir o no comer sobras y fracasan con ello. En este libro se ríen de eso, de los fracasos o más bien de las realidades que se encuentran con la llegada de los adorables retoños. vamos, como la ilusa idea de que en un mes iba a ser capaz de leerse mi señora madre un libro tamaño pocket y con poca letrita. Eso sí, el de los piratas se lo leyó veinte veces.

¿Por qué recomendamos La cara oculta de la crianza? Porque si tu bicho tiene menos de 8 años lo estás viviendo en propias carnes... Y ¿Sabes qué? Que cuando alguien lo lee parece que le pasa a todo el mundo y te sientes mejor cuando ves crecer la montaña de la ropa sucia, o como el concepto de economía familiar se desvanece e incluso como las idílicas vacaciones de la gente en Instagram son una mentira orquestada para que sigas pensando que tu crianza es más chunga que la del resto.

Noticias frescas, igual que yo torturo a mis padres el resto de mis semejantes os torturan a vosotros, resto de padres felices,  posiblemente le pase lo mismo a Cristian porque lo ha clavado o a sus compis de La Máquina que hace Ping, Laura, Nely y Paz, una joven pero muy divertida editorial que al menos ha hecho soñar a mi madre con volver a ser lectora. No os preocupéis, cuarenta días después de abrir la primera página terminó de leerlo con lágrimas de felicidad en los ojos. Al menos con eso y a habéis triunfado.


domingo, 11 de septiembre de 2016

Sobrevivir al Low con niños

Los festivales de música han tenido de siempre muy mala fama, una fama inmerecida en muchos casos y fomentada por la idea de que asistir te obliga a beber como un cosaco o cosas incluso peores. De un tiempo a esta parte se ha extendido la moda de hacer los festivales accesibles para los más peques. Cosa que es lógica si calculas por el número de ediciones y que los asistentes a festivales suelen ser fieles a estos y asistir muchos años, eso quiere decir que nos enfrentamos con jóvenes de hace diez años, es decir, ahora muchos son papis y mamis que siguen amando la música y quieren compartirla con nosotros, los peques.

Así que hay  algunos que incluso han dado un paso más y hacen ediciones matutinas para que encima la música sea especial para los canijos, grupos indies en su formación más ligth como Petit Pop o incluso sesiones descafeinadas de grupos consagrados. Horas de mañana, animaciones y menos decibelios. 

Aún se puede hacer algo más, si sumamos estas dos ideas a que los organizadores monten una zona de juegos con talleres, que podían ser sobre música o incluso impartidos por alguno de sus participantes, que permitan a los padres ver un concierto especial sin preocuparse de que sus polluelos estén bien cuidados. Eso ya sería la repanocha. 

Pero a día de hoy lo que hay es lo que hay y si vas a llevar a un peque ten en cuenta unas cuantas
cosas. Y lo decimos desde la conciencia de haber ido a tres festivales diferentes en tres años de vida. Así que entendemos un poco. Lo primero que aconsejaría a los padres es que conozcan el recinto. Por ejemplo el Low se celebra en una ciudad deportiva, es decir, es accesible con carro, tiene zonas verdes, gradas, es amplio,... Cosas a tener en cuenta si vas con un niño pequeño porque lo de ver los conciertos descubriréis que puede llegar a ser secundario.
Mira la política de acceso, normalmente hay que firmar un permiso especial, algunos son gratis, otros hay que pagar entrada, algunos les dan pulseras ocn el telefono por si se pierden pero con tanta gente si tenéis pulseras de ese tipo no olvidéis llevarlas... Esas cosas. Además suelen indicar la política de acceso de alimentos y bebidas. Aunque hay comida es habitual que no sea muy del agrado de los peques o si vas varios días lo de comer pizza todos no es una buena opción.

Y desde luego no olvides comprarles un protector auditivo. 


Nuestra experiencia en el Low fue súper positiva. Nos dimos cuenta enseguida que para que fuera un éxito había que elegir bien lo que hacer y cuándo hacerlo. Por ejemplo, comer en actuaciones más relevantes, o los conciertos que te interese  plantearlos desde la grada para que aguanten mejor. Por supuesto llevar carro aunque sean grande por si se duermen y recordar que si vas a primera hora hay que llevar protector solar y gorras.

Pero si hay algo que moló fue ir paseando por los stands y consiguiendo premios que atesoramos con cariño: guitarras hinchables, peluches de Ecovidrio, sillones, toallas, hacerse un tatto, sacarse fotos gamberras... O simplemente meterse en la cabina de pelotas centrifugadora. 


Aplicando el sentido común incluso puedes descubrir que te encanta La habitación roja porque todas sus canciones son nuevas para ti (es lo que tiene tener 3 años) , que el tío de Suede suda un montón, o que lo más divertido del mundo visitar todos los puestos de patrocinadores y que encima te puedes llevar un montón ingente de regalos. Y es que el Low vivido Slow es incluso más divertido.

Como nos gusta ser productivos tenemos sugerencias para mejorar la experiencia: el acceso de carros, las entradas con cacheo son un embudo; servicios especiales para que no tengamos que hacer el guarro, si los mayores no pueden tocar nada imaginar lo que es entrar con un enano de un metro... Lo de ampliar la variedad para ellos, tener un castillo o un parque de bolas sería la bomba para poder ver al menos un concierto al día, niños felices, padres felices.


miércoles, 24 de agosto de 2016

Centro de Fauna José Peña

Hay gente que no le gusta el concepto del Zoo. Por desgracia es un término que a los peques nos resulta fascinante independientemente de las connotaciones de privación de libertad de los bichos. Porque aunque quieras explicarme que esos elefantes tan molones no pueden irse a la selva aún no tengo la habilidad para entender lo que eso significa. Por eso a los peques los circos, zoos y demás les gustan. Y eso es así, y lo mejor del mundo es que existen formas muy prácticas de tenerles contentos y no traicionar los principios de los padres comprometidos. Obviamente no son tan vistosas como ver delfines saltando por un aro pero si pueden dar una lección sobre lo que les pasa a esos animalitos que tenían que estar en el monte y acabaron topándose con un humano con mala baba.

  
El Centro de Fauna José Peña (o Natura Navas)  es un centro donde van animales salvajes a recuperarse de lesiones que suelen ser tan graves que les impedirían volver a vivir en libertad porque serían rechazados y atacados por sus compañeros o porque necesitan medicinas para seguir viviendo.

A mi mamá le parece que el concepto y el ver a animales que han estado tan malitos (algunos tienes marcas muy visibles) hace que tengas una crisis de fe en el ser humano pero se te pase al ver cómo intentan recuperarlos. La entrada y el dinero que recaudan de la granja sirve para cuidar y proteger a este tipo de animales (salvajes y autóctonos): lobos, ciervos, algún animal de granja pero sobre todo una sección de aves salvajes que es bastante increíble son los reclamos principales. No deja de tener un formato de Zoo, pero en el fondo entiendes que el significado no tiene nada que ver.

La zona de granja es simplemente ideal, ovejas lanudas tan grandes como un adulto, cabras muy bonitas y un cuidado que ya querrían para sí los zoos "de verdad", gallinas y cerdos bastante majos. Muy hambrientos que te pueden comer una mano pero es parte de la gracia de conocerlos.


Tienen entradas muy económicas y algunas actividades de concienciación para nenes un poco más mayores que parece que están muy bien. Puedes quedarte a comer en el picnic y es una visita ideal para una mañana o una tarde (ojo en esta época del año porque está totalmente desangelado sin árboles y podéis pasar mucho calor).

El personal es muy atento, te indican y animan a interactuar en las actividades y explican lo que necesitas saber contando anécdotas sobre sus inquilinos que hacen que tomes aún más cariño a la gente que pasa por allí, y sobre todo a los animalitos ¡Esperamos que tengan una vida genial!




Más info: http://www.naturanavas.com/
Dirección: Ctra.M-501, Km 40, 28695 Navas del Rey, Madrid
Teléfono: 636 72 11 14
 
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