No os voy a engañar. Cuando cayó en mis manos la reseña de Nadie es perfecto me gustó mucho. Un chico que juega al fútbol y se atreve a enfrentarse a los estereotipos establecidos y defender sus gustos. Los que nos seguís sabéis que en este espacio siempre intentamos dar cabida a la diversidad, a los gustos personales (típicos y atípicos) y a defender todo lo que nos hace únicos. Por eso sabía que la historia de Marcos me iba a enamorar. Pero me equivocaba. Una vez comencé a leer vi tantas cosas que no estaban en esa novela, tantos valores y tan bien tratados que los temas que más me atrajeron desde el principio pasaron a un segundo plano y me dejé llevar por una lectura diferente a la que había organizado en mi cabeza. Esto pasa muy pocas veces y cuando sucede es algo mágico. Por otra parte, y por poner en perspectiva mi entusiasmo el peque de la casa se enfrentó al libro con sus propios intereses y gustos y disfrutó de una lectura totalmente diferente pero que también le arrastró a ese sitio mágico dónde sólo un buen libro te lleva. En esta ocasión os vamos a llevar a un mundo de fútbol, patrones y valores de la mano de Lo que leo y Gemma Pascual Escrivá en Nadie es perfecto.
La autora: Gemma Pascual Escrivá
En el vasto universo de la literatura infantil y juvenil es muy complicado conocer a todos los autores del panorama nacional, mucho más si ya nos metemos en literatura internacional. Por eso hasta este momento no me había cruzado con Gemma Pascual Escrivá. Es una talentosa escritora española que ha dejado una huella imborrable en el mundo de las novelas para niños y jóvenes. Gemma nació y creció en Valencia en un entorno que fomentaba su amor por la lectura y la escritura aunque se dedicó a estudiar cosas que nada tenían que ver con este mundo.
Lo que hace especial a Gemma Pascual Escrivá como escritora de novelas infantiles y juveniles es su habilidad para crear personajes realistas y emocionalmente complejos. Sus protagonistas son jóvenes con los que los lectores pueden identificarse y empatizar, enfrentando desafíos y descubriendo su propio crecimiento personal a lo largo de la historia. Además, Gemma aborda temas relevantes como la amistad, el amor, la superación y la búsqueda de la identidad. A lo largo de su carrera, Gemma ha recibido numerosos reconocimientos y premios por su labor literaria. Sus libros han sido traducidos a varios idiomas y han llegado a las manos de lectores en todo el mundo, ganándose un lugar especial en las estanterías de las bibliotecas y en los corazones de los jóvenes.
Su habilidad narrativa y su capacidad para conectar con los lectores la convierten en una de las autoras más queridas en el ámbito de la literatura infantil y juvenil. Sus libros son tesoros literarios que abren puertas a la aventura y la imaginación, dejando una huella perdurable en las vidas de aquellos que tienen el privilegio de leer sus obras porque una vez los terminas te han cambiado, y siempre para mejor. De hecho estoy deseando leer más de ella.
El libro, Nadie es perfecto.
Comencemos con una buena dosis de tópicos. Marcos es el capitán de su equipo de fútbol del barrio donde es popular, tiene un buen puñado de amigos y una familia que le adora. Su padre murió cuando era pequeño pero su madre y su abuelo hace que tenga un hogar ideal donde no le falta de nada. Además de la familia que te toca tienes la familia que eliges y con esto Marcos es un afortunado. Sus mejores amigos don Carmen y Tao y además tiene la mejor vecina del mundo, la señora Angelita. Además toda su infancia ha estado rodeado de telas y patrones y aunque su pasión por el fútbol hace que todo el mundo considere que seguirá los pasos de su padre que era futbolista marcos está interesado en más cosas. ¿No has adivinado por dónde van los tiros?
Pues bien, si como yo piensas que es un libro que canta a la libre elección, a decidir y seguir tus sueños estás equivocado. Bueno, sólo en parte, es cierto que todo esto está en el libro pero hay muchísimo más y es precisamente esos detalles donde me he enamorado de la narrativa de Gemma. Por una parte habla sin tapujos sobre la vida en un barrio, el racismo o el trato que algunos niños (y no tan niños) pueden recibir por razón de sexo, etnia o procedencia y lo hace con un tacto que pocas veces he visto en la literatura infantil.
Habla de integración, de igualdad y de diversión con una mirada infantil que lo hace único pero también habla de mayores olvidados y de personas dispuestas a ayudar. El personaje de Doña Angelita me ha robado el corazón tanto o más que Marcos y es que el nutrido grupo de secundarios de esta gran aventura es una de sus principales bazas.
Una escritura limpia, directa y descriptiva hace que todo el mundo encuentre su sitio al leer la novela. Si quieres fútbol lo tienes, si quieres liberación está ahí, si necesitas mensajes positivos para los peques se cuentan por docenas escondidos en las líneas de su prosa sentida, rica y asequible.
Los hombres pueden usar faldas, las niñas jugar al fútbol, el destino de las personas no está escrito y por ello Nadie es perfecto es una lectura que podría establecerse como obligatoria en cada clase de valores de lo colegios. Si todos fuéramos un poco como Marcos y su familia el mundo sería un poquito mejor. De momento me conformo con pensar que tras leer este libro yo también me siento un poco más feliz.
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