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viernes, 2 de diciembre de 2016

Decorando con vinilos

Desde hace un tiempo que mi señora madre lleva intentando poner unos vinilos bonitos para decorar mi cuarto. Tiene unos de súper héroes en el lateral de un mueble pero como la pared es de gotelé chungo no se acababa de animar a decorar. La cosa es que con tanta pintura rupestre ya vamos alistándola, no te creas, que entre lo que raspa y que le dio por pintar para quitar los colorines le va a quedar planita, planita.


Pero la verdad es que los vinilos ya forman parte de la decoración de cualquier habitación de niño decente así que con toda la buena voluntad del mundo ha encontrado una forma de hacer que no solo decoren si no que además sean para jugar y así olvidar el trauma de la pared del infierno.

Y la solución ha sido la mar de sencilla. Aprovechar el armario para el vinilo, no solo eso, además ha elegido un modelo de pizarra para que se convierta en un juguete más y pasar el rato pintado y disfrutando de la habitación. Tened en cuenta que los modelos de vinilo de pizarra son un poco más rígidos que los normales por la que la superficie debe ser lisa de verdad.


A lo mejor os parece una locura pero el hecho es que es bastante complicado encontrar un elemento de práctico que represente a un niño y no canse. La sección del principito era amor puro pero ante la imposibilidad de la pared las ideas ingeniosas surgieron enseguida. Después simplemente mi madre realizo una preselección de varios modelos y yo filtre el resultado hasta decidir quedarnos con... ¡un tren! Supongo que los lectores habituales no se han extrañado de la elección por mi pasión (tambien llamada obsesión maniaca) por las locomotoras, vagones y trenes en todas sus vertientes, pero la verdad es que la idea era decorar y dar un gran formato así que con las medidas de las dos puertas del armario era lo que más se asemejaba a las necesidades con un pequeño trabajo manual. Técnicamente nada podía salir mal. ¡Si es facilísimo!
Limpiamos la superficie antes de pegar
El pedido de https://www.vinilosdecorativos.com/ llego perfectamente embalado en un canuto con la información y los utensilios necesarios para la instalación: vinilo, instrucciones y una espátula para quitar las burbújas. Y con un precio inmejorable.

Comprobadas bien las medidas y con una regla y un cutter procedimos a separar los vagones en dos partes para poner la mitad en cada puerta. El reto era hacerlo recto así que muy ingeniosamente mamá uso una guía hecha con un hilo para no rallar el armario. La superficie debe ser lisa y sin poros, lo cual es sencillo en los muebles de obra de ahora que tienen tanta madera como una mesa del IKEA y son todo fachada en forma de láminas que parecen madera y conglomerado.



La operación no llevó demasiado tiempo para las habilidades manuales de mi madre así que puedo decir que el próximo lo cuelgo yo mismo sin asesoramiento. Si me dejan, claro. Para muestra un botón...


Sólo hay que quitar la protección, colocarlo en el armário, quitar la otra capa y con la espátula repasar para eliminar las bolsas de aire que puedan aparecer.

En menos de tres minutos estaba listo. El resultado no puede ser más molón. Ahora la pizarra la usamos todos los días, sobre todo para hacer palitos que es lo que estamos dando en clase o para dibujarle cara a los señores del tren. Son horas de diversión y kilos de tiza los que vamos a invertir. Además, un truco, para limpiar y seguir jugando inmediatamente usad una toallita húmeda.


Así que viendo el resultado lo mismo nos animamos con otro para la puerta. Si tenéis el mismo problema con la pared que nosotros,... ¡No so lo penséis! ¡Es lo mejor!

¿Os gusta la idea? Pues atentos porque en breve tendremos una sorpresita tan para los que os queréis animar al mundo de los vinilos... ¡atentos!

martes, 13 de septiembre de 2016

Re descubre la cenealogía de IKEA

Las estadísticas dicen que en verano suben hasta el 65% el número "meriendas cenas", esos momentos de asueto en que te pones a comer y te dan las tantas. O vas al cine de verano y hay bocatas por doquier. O simplemente los más pequeños caen destrozados después de unas sesiones intensivas de agua... Pero las cenas son la base de la vida familiar el resto del año y eso lo sabemos muy bien todos, sobre todo los amigos de IKEA, que esta temporada apuestan por reunirnos de nuevo en la mesa y dar la importancia que merece a esas cenas semanales.

Con el ritmo de vida que llevamos son pocos los afortunados que pueden comer en casa, pero casi todos llegamos a tomar la cena con papá y mamá después de sus días de trabajo interminables. Momento que aprovechamos para ponernos al día, unos con sus cosas, otros con sus preocupaciones y esperamos que muchos con sus alegrías del día. Ya con la tarea hecha, con el pijama puesto y duchados. Es el único momento familiar que nos queda antes de apagar los cerebros y descansar del día.

Además, y sin que sirva de precedente, las cenas son mucho más importantes que las comidas, son el hueco para colar las pizzas y los perritos calientes. Para premiar las hazañas titánicas de la jornada y para comentar la cantidad de cosas que hemos prendido en el cole. Me gustan las cenas. Me gusta poner la mesa, ayudar a cocinar algo sencillo pero rico. Me encanta ayudar y aprender cómo se hace una tortilla de patata o poder elegir el menú con mamá. Es guay saber que las etiquetas son unas pantuflas y la bata para no mancharse y las prisas son para dormir a pierna suelta y no para llegar a tiempo al cole o cualquier loca actividad extraescolar. Por eso hay que hacer un monumento a las cenas.

Así que nos sumamos a la fiesta de las cenas. Queremos que cada cena cuente, que sea una aventura y además sea divertido, brillante, único. Olvidar las tareas y descubrir un poco más sobre lo que es un tomate, cómo cocinarlo o si ole ente devorarlo. Ayudar con esa cena especial, o a ordenar el tupper del trabajo para papá. Esas pequeñas cosas que marcan la diferencia son las que molan. ¿Cómo mejoramos nuestras cenas este curso?

Este año empezamos el cole y queremos que las cenas sean especiales. Para empezar el principal objetivo es que sean divertidas. Un broche de oro para acabar durmiendo tranquilos y pensando en cosas ricas. Por eso intentaremos elaborar un menú los fines de semana y llevarlo a cabo, eso incluye esforzarse por cocinar un poco más y aprovechar los ratos muertos para dejar preparada la comida del cole. Es decir, intentar ser planificados para poder hacerlo de forma dinámica y amena.

  • Comer sano pero guay. Animarnos con las recetas casera, pizzas amasadas por nosotros, comida hecha 100% en casa y con cosas más frescas. Nada de congelador.

  • Sentarnos en la mesa grande, eso requiere, limpiarla, prepararla, ponerla, colocarla, y luego a la inversa. Así eliminaremos la sensación de estar siempre corriendo.

  • Intentar que la cena aporte, sume y si de paso podemos ponernos las pilas y aprender algo de gastronomía mucho mejor: comida del mundo, historia de la gastronomía, modos de cocinar nuevos... No sólo que sea entretenido para los peques, también que los mayores puedan llegar al día siguiente a currar y fardar de haber hecho un cuscús riquísimo.

Ya os iremos contando nuestros progresos, pero la cosa promete.

viernes, 22 de mayo de 2015

Pixum aka Yo en todas partes

Las madres tienen necesidades raras. Bueno, necesidades y urgencias a fin de cuentas de lo más estético. Las cosas como son. Mi mamá llevaba desde hace tiempo con la mosca detrás de la oreja ansiosa por hacerse uno de esos foto lienzos porque sostiene que soy El Niño más guapo del mundo mundial. No le voy a quitar razón.

La primera decisión era con que compañía encargarlo. Cuando surgió la oportunidad de hacerlo con Pixum se quedó encantada porque había visto el acabado de algunos de sus productos fotográficos. Pero no, ella quería un lienzo... Así que a innovar.

Primera decisión: el material. Porque hace poco solo tenias el lienzo ese tipo cuadro que te ponían la foto y tirando... Ahora la cosa se compliac-. Que si Metacrilato, que si lienzo, que si foam... Al final todo el mundo tiene su acabado y su tamaño ideal... ¡Incluso para exteriores o para el baño! ¿Os imagináis mi careto en la bañera mirandote desde el techo? Lo mola todo.


Nos decantamos por el metacrilato, porque es elegante, lijero y no queda rugoso como los fotolienzos normales, además se puede poner en superficies con luz y queda la mar de mono y el acabado es perfecto, imprimen directamente sobre él y queda precioso. Podéis ver los bordes del cuadro en la foto.

Además teníamos claro una cosa... La foto tenía que ser divina de la muerte. Así ya acabas con una obra de arte en la pared, por eso elegimos una foto de la sesión de Eva Gascón, que es una crack. 

El resultado es bueno, bonito y barato. Fácil de hacer y, por poner una pega, la manía de no incluir los precios de los enganches en el total. Que luego te lías y al final es mejor saber lo que tienes y lo que debes sin llegar a la última pantalla.

Así que ahora tenemos sólo que preocuparnos de una cosa, que es además bastante importante... 

¿Donde lo ponemos?
 
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