Una de las paradas que siempre os recomendamos en la visita a Villajoyosa es el Villa Museo, un entorno maravilloso donde disfrutar de la riqueza arqueológica de La Vila desde tiempos inmemoriales. Su exposición fija es una maravilla y recorre los hallazgos íberos y romanos hasta la época modernista. Pero otro de sus alicientes son las exposiciones temporales que suelen durar 3-4 años y están pensadas al detalle. Acaban de despedir Esclavos de la belleza para dar la bienvenida a Música, Pólvora y Desembargo, un homenaje a los festejos de Villajoyosa y a su fiesta grande, Moros y Cristianos que se celebra del 24 al 31 de julio cada año (salvo excepciones que relatan en la exposición y pandemias mundiales)

Esta fiesta declara de interés turístico internacional desde 2003 es la más vistosa y espectacular de la zona. Y es increíble por la cantidad y calidad de festejos. Desfiles interminables, representaciones de la toma del castillo y la reconquista. Trabucazos y fiesta se mezclan es una semana donde los protagonistas son los viveros que defendieron nuestro, con la ayuda de Santa Marta el pueblo de la inversión morisca y que celebran con salvas, vítores, fuegos artificiales y paellas. Si tenéis la oportunidad idas de vivirla en persona es súper recomendable pero si no podéis hacerlo de una forma muy especial en la segunda planta del museo.

La exposición con un gran componente audiovisual tiene varias partes de audiovisuales, comenzando con una película donde cuentan el asedio y victoria de los vileros. Es la antesala de la parte más espectacular de la exposición dedicada a mapas, reliquias y aventuras de Santa Marta que fue rescatada en varias ocasiones y protegida por las familias de las desgracias a lo largo del tiempo. Esto hace que el visitante se haga a la idea de la devoción por la virgen de este pueblo de pescadores donde hasta las mujeres sacaron las piedras más grandes para su defensa.

Después de la lección de historia podemos entrar de lleno en las fiestas con montajes que nos llevan por todas las peñas que participan en las compañías, trajes de las compañías, canciones e incluso colarse en el interior de la fiesta viendo una caseta por dentro… pero en estos años que no ha habido fiestas lo más emocionante viene de la mano de las imágenes de los desfiles y, sobre todo, del montaje a tres pantallas del desembarco que se encuentra en la réplica del castillo. En esta parte el visitante puede ver un poco más de cerca la fiesta, tanto, tanto que se emocionará.

La visita posee carteles explicativos para poder entender y comprender cada parte de las fiestas. Una de las cosas que más nos gusta de este museo es que lo paneles suelen ser concisos, con anécdotas y bastante sencillos de leer lo que hace que quieras seguir la explicación. Para el visitante que no conoce las fiestas es sencillo entenderlas y seguir la explicación y hay suficientes datos lúdicos para que no sea pesada. 

En la parte más interactiva puedes tocar uno de los tambores que desfilan, ver el ambiente dentro de una de las compañías, coger uno de los famosos trabucos en tus manos o subir a un modelo del barco del desembarco. 

La visita acaba en una curiosa exposición de fotos. Para los que no han conocido las fiestas antaño los fotógrafos e la región pasaban por el pueblo fotografiando a los festeros. 

Al día siguiente en locales o en la propia playa se colgaban las fotos en cuerdas con pinzas. Había que ser el más rápido porque sólo había una impresión de cada foto y si alguien la cogía antes que tú te quedabas sin el recuerdo. esta parte que recoge fotos e todos los tiempos se ha hecho gracias a las donaciones particulares de todos aquellos que año tras año salían corriendo a ver als fotos del día anterior y se dejaban "las pesetas" para comprarlas. Para mí también es una de las partes más emotivas después de dos años sin verles disfrutar. 

Los niños experimentarán la fiesta a través de las imágenes, se sentirán protagonistas gracias a los consejos de los chicos que vigilan la exposición (que son muy amables y explican cualquier duda que puedas tener.) También controlan los aforos de los audiovisuales.