Mi mamá y los saraos. La vida es así, es que ve una convocatoria y no puede resistirse... con eso de que tengo que socializar y que los niños se lo pasan muy bien, y que además hay siempre galletas y a mí con una galleta me tienen comprado... Pues nos fuimos de excursión a Baby Deli que resultó ser todo un descubrimiento. Ya os contará mi mami lo que hizo ella abajo que estuvo probando cremas y potingues por doquier.

Pero yo no, yo fui engañado y abandonado vilmente en la zona de juegos.

Reconozco que hicimos un poco de trampas. El taller para bebés empezaba con un año,... y me faltaban dos días para tenerlo. Pero mi mamá se dio cuenta de que si me bajaba con el resto de madres me perdería en la inmensidad de la sala como una fuerza de la naturaleza que soy, que acabaría bebiéndome el aceite Johnson o pidiendo una galleta a Carme Chaparro... Por eso me endiñó al taller rezando por un comportamiento correcto.

Yo no voy a la guarde, pero soy muy desahogado, vamos, que me voy con todo el mundo. Así que tuvimos que hacer un poco el paripé como si mi madre me quisiera mucho y se despidió de mi con mucha parafernalia. Pero yo ya estaba con una maracas y la verdad es que no me di cuenta de nada.

Durante una hora hicimos de todo: música, circuitos de obstáculos, saltos, perseguir pompas, construir (bueno, yo destruir) cosas, y leer un cuento. 

Cuando la chica que nos cuidaba se lo dijo a mi madre no se creía lo bueno que había sido. Y eso es porque soy un autentico crack. Eso sí, luego al llegar a casa entré en barrena. Me dio por girar sobre mi mismo hasta caer de culo y repetir la operación hasta caer redondo. Y es que si me sacan yo me activo y para eso ni Baby Johnson Dulce Sueños ni ná de ná.

 Canción: Protection - Massive Attack