Aunque os extrañe y penséis que estoy loco lo tengo comprobado, si queréis poner a mi mamá nerviosa sólo es necesario que escuche las primeras notas de la canción de marras para que salte como un resorte y busque la procedencia del ruido.
Al principio nos parecía a todos una música muy tierna pero con el tiempo fueron llegando los muñecos musicales a nuestra vida y con ellos las crisis nerviosas. Primero fue pulpo, el de la hamaca, un ruido controlado y generado sólo por la presión de un adulto. Después llegó mono, mono se acciona dándole patadas y puñetazos en la manta de juegos. Después rana, cuya duración de música es de aproximadamente hora y media (hora arriba, hora abajo) y acabamos la jugada con el nuevo mordedor musical, objeto que acciono a las mil maravillas a bocados, porrazos o por presión de partes del cuerpo de pura inercia.
Es decir, el 75% del tiempo que estoy despierto consigo que alguno de esos objetos emita ese melodioso pitido electrónico haciendo a mi madre saltar como un resorte para verificar qué hago y si estoy bien. Mi favorito es el mordedor porque muchas veces le doy mientras duermo y eso le crea aún más tensión.
Así que si queréis regalarme algo bonito... ¡¡Que tenga Twinkle Twinkle Little Star!! Que así mi mamá lo disfruta también.
Juguetes: Hamaca Mar de Brevi, Monkey Island de TinyLove, Mordedor musical Suavinex y Juguete musical Eduland
Canción: Música Infernal - Twinkle Twinkle Little Star
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