Que estos señores de bata blanca son muy cascarrabias y eso de las alimentaciones complementarias lo finiquitan con una hoja explicativa muy maja y todos los nenes igual aunque se mueran de hambre.
La cosa es que el día 18 llegó mi tita de vacaciones y me compró un regalo monísimo. Una cuchara avión de Pilones. ¡Cómo mola! Y claro, hay que probarlo, ¿no? Así que desoyendo la iniciación paulatina a la cuchara me han preparado una papilla que no se la salta nadie. Y uno, que tiene más hambre que un tonto, se ha puesto a ello muy aplicado. Tanto, tanto que me la he comido casi entera, no he derramado nada y encima me he quedado tan ancho que he dormido 10 horas del tirón.
Para más regocijo de mi mami he dejado de regurgitar entre las tomas y encima he repetido la jugada comiendo como un chico grande la del día siguiente.
Así que es oficial, ya soy un señor de cuchara y tenedor.
Canción: Mama Cuchara - Manu Chao
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