Mis capacidades motoras son cada vez más divertidas. Está demostrado que si me sueltan en el suelo en menos de un minuto he salido de la habitación con todos los riesgos que conlleva. Eso sumado a que cada vez que me dejan en la cama monto unos líos que "pa' qué" me convierten en un niño un poco impredecible. Me suelen interceptar en el pasillo, o eso o una silla que hay muy en medio me impide la huida y me quedo un poco atascado hasta el otro día...

El otro día descubrí que hay un sitio guay en dirección contraria, a priori no parece gran cosa, pero ¡No veas lo que mola! Se trata de una mesa al lado del sofá que da el solecito y ves la calle, pero lo guay del todo es ponerse bien al fondo para que no te vean.

A mami y papi no les gustó mucho la idea, pero yo he cogido el rumbo y ya no me sacan de ahí.

Canción: Jugando al Escondite - Joaquín Pascual