Mi mamá ha leído que a los bebés no se les puede llevar a la playa, bajar a la piscina, y casi ni sacar a la calle. Estaba muy indignada al respecto porque a mí me gusta mucho el agua y quiero bañarme con los señores grandes y saber lo que son las olas.

Por eso decidió contrarrestar eso que sale del sol y es tan malo con una crema. Muy ufana recicló una que tiene ella para pieles sensibles que me dejó una capa compacta de color blancuzco que al contacto con cualquier cosa se descascarillaba en forma de pelotitas roñosas. El sol no pasaba pero parecía un ángel iluminado por la luz divina y, si no lo he dicho hasta ahora, en realidad soy un bebé un poco conguito.

Pues una solución tenía que encontrar, a parte de la compra múltiple de enseres protectores que desplegará próximamente. Y tenemos una conclusión satisfactoria.

La crema de protección solar Ladival no es tan untosa, es muy suave y además, como es para pieles atópicas, me va muy bien para los granitos de bebé que salen "porque sí". He aprendido que la crema se da antes de ir a la pisci, al menos media hora antes me despelotan, me embadurnan y me ponen el pañal de baño. Esa es la señal de que me queda nada para el chapuzón.

Como bajo muy poco no me dan más capas pero cuando sea mayor mi mamá me ha dicho que hay que repetir la operación cada dos horas. Lo hemos probado porque somos muy sádicos y no quedo "empanado" de crema, se absorbe muy bien y huele a "vacaciones".

Con el AfterSun tengo un problema. Como me quedo sopa después del baño no me lo pueden echar enseguida. Pero nos hemos inventado una forma de solventarlo. Después del baño de la noche (el de la bañera de verdad) y antes de ir a dormir, lo usamos como crema corporal, porque como es muy suavecito me va muy bien.

Lo único que me mosquea de la crema es que mi mamá, que es mucho más blanca que yo, ha empezado a robármela de mala manera y ha jubilado esa crema con la que empezamos el verano y así ella tampoco parece un indio al ponérsela en la cara.

Canción: Verano - La Buena Vida