Estamos programados genéticamente para reaccionar ante esos estÃmulos y colores con infinita alegrÃa sin contemplar que sean un campo de virus o la manera más fácil de escalabrarse y acabar en el hospital.
Mi madre también saltaba en mis castillos pero ahora no la dejan. Eso es porque es grande. Por eso un dÃa le dio una abenate y decidió fletar el coche con destino exótico y desconocido: Mostoles.
Allà parece ser que alguien con mucho tiempo libre estaba exponiendo una obra de arte de esas modernas que nadie entiende al aire libre... Cual fue mi sorpesa cuando llego allà y descubro que lo que me llevan a ver es un castillazo enorme para saltar. Mi mami que es muy culta me explico que es una réplica a escala real del monumento megalÃtico Stonehenge que está en Inglaterra. Ella -que ha viajado mucho- ha estado en el de verdad- pero por como se puso a saltar me da la sensación de que le gustaba mucho más el de mentirijilla.
Como era un lunes por la mañana nos dejaron estar todo el tiempo del mundo. Hasta no poder más. Mami acabó con agujetas porque es un poco vieja. Yo me lo pasé pipa saltando aunque me empapé porque el dÃa anterior habÃa llovido y me restregué en todos los charcos.
La obra de arte se llamaba Sacrilegio y si pasa por vuestras ciudades/paÃses no dejéis de llevar a vuestros papis que seguro que les hace ilusión saltar como a la mÃa.


1 Comentarios
Dile a tu madre, que si visita Stonehenge, ya sea el de verdad o el de Móstoles, no pierda de vista el paraguas... Ella ya sabe a qué me refiero... ;)
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