El inglés está en todas partes. Muchos niños lo aprenden desde una edad temprana, ¡y hacen muy bien! Cuanto más se aprenda durante la infancia, si se rompe la barrera del idioma y nos deshacemos del miedo, mejor serán los resultados en el futuro. Las clases de inglés para niños son muy importantes. Y es que este idioma permite conseguir un trabajo mejor pagado, hacer intercambios y prácticas en el extranjero, ver series y películas en versión original, comunicarnos con gente de todo el mundo, y sacar todo el provecho de los materiales científicos disponibles en Internet. 

Son muchas las ventajas que tiene ser capaz de hablar inglés con fluidez. Pero… ¿en qué tenemos que fijarnos para que nuestro hijo consiga los mejores resultados? ¡Te lo contamos! 

¿Qué cosas tienen un impacto positivo en los niños a la hora de aprender inglés?

Hay varios factores que tener en cuenta a la hora de decidirte a apuntar a tu hijo a clases de inglés para niños. Te contamos unas cuantas: 

• El tipo de clases: Normalmente, se puede elegir entre clases presenciales y escuelas online. Desde el año pasado, este último formato se encuentra sin lugar a dudas en auge y es el que ha prevalecido. Hay que considerar que ambas opciones tienen ventajas y desventajas. Las clases presenciales suelen ser en grupo, permitiendo la conversación libre y aprender de cómo hablan otros. Sin embargo, puede ser una experiencia muy estresante e incluso negativa para los niños más tímidos. Las clases online garantizan mayor libertad y flexibilidad. Normalmente puedes establecer por ti mismo el día y las horas de las clases. No tienes que llegar a un acuerdo sobre la fecha, puedes elegir libremente en función de tus necesidades. En la escuela online Novakid además es posible cambiar hasta de profesor, si por alguna razón este no se ajusta del todo a tu hijo.  
  

• ¿Son los profesores nativos? Es mejor considerar clases de inglés para niños en las que los profesores sean hablantes nativos. Gracias a esto, los niños aprenderán un acento real y harán un uso del lenguaje muy natural. Los hablantes nativos utilizan frases hechas, y gracias a esto tu hijo conseguirá que su inglés suene muy fresco y natural. 

• ¿El programa está personalizado individualmente? Es muy importante que escojas para tu hijo unas clases de inglés en las que el programa se ajuste a sus necesidades. En las escuelas y guarderías, el programa viene ya fijado. En las clases adicionales de inglés para niños es mejor que el programa se personalice en función de sus necesidades, y que el profesor se centre al 100% en esas necesidades reales del estudiante.

• ¿Incorporan elementos de diversión? Esto es muy importante si el estudiante es un niño pequeño. De otra forma, no se conseguirán resultados satisfactorios. Los niños pequeños no saben leer aún, por lo que todos los libros y deberes serán completamente inútiles. 

• El inglés para niños debe enseñarse siguiendo las últimas investigaciones y estándares europeos. Las escuelas y academias que usan métodos obsoletos deben evitarse. 

• ¿Incluyen materiales de repaso? Las clases de por sí son un gran coste. Y si le añadimos el precio de los libros de texto o los de ejercicios, la suma se incrementa significativamente. Por lo tanto, es mejor optar por una academia que te proporcione todos los materiales adicionales necesarios. 

  

Las clases de inglés para niños pueden ser efectivas, divertidas y libres de estrés y vergüenza. Sin embargo, es importante prestar atención a los profesores y a la academia. Y si es posible, siempre es recomendable tomar primero una clase de prueba.

 Hay una cosa que les gusta mucho a los niños y a veces es más potente que los super héroes o los personajes mágicos, que ¡Ojo! eso a veces mola, pero hay algo muy atrayente en esos personajes que son como ellos. Es decir, un protagonista con el que se puedan identificar, que realiza actividades cotidianas y se relaciona con su entorno como otro chaval de su misma edad. Uxío es uno de esos peques, un niño travieso con ideas descabelladas y una gran imaginación. 

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 Hay un momento en la vida de los padres que da miedo. No es cuando los niños abandonan la casa, cuando empiezan a salir de noche o cuando se van de vacaciones con los amigos... nada de eso. En realidad lo más terrorífico es cuando llegan un día a casa y te dicen que tienes que enseñarles las tablas de multiplicar. Tú, que llevas toda la vida con la calculadora en la mano, que cuando comes con amigos divides la cuenta con la app del móvil... Tú que para multiplicar 6x7 calculas el que te sabes y restas números... pues ese día llega en primaria, antes de lo que crees. A mí me ha llegado y os aviso que es doloroso.

En mi época, y dicho así parece que hace un milenio, las tablas de multiplicar se aprendían a la antigua usanza. Es decir, hincando codos. Y la verdad es que era un infierno porque también voy a  reconocer que siempre odié las mates, y odié memorizar números, y cuando conseguimos calculadoras dejé olvidadas esas tablas con dicha. cuando las tuve que repasar para las oposiciones fue terrible. Y la verdad es que me puse malísima al volver a estudiarlas. Y os confieso que tal como entraron salieron de mi cerebro al presentar el examen... y ahora aquí están. Segundo de primaria. Las tablas de multiplicar. 

Nuestro cole tiene Ipads por lo que la manera de aprender es diferente. Desde el cole les animan a jugar a juegos de la tablet para practicar a modo de aprendizaje pero todos ellos me ponen muy nerviosa porque son estándar y preinstalados. Es decir, los padres no podemos instalar ni borrar nada, se centraliza directamente con la empresa que los gestiona así que no podemos hacer mucho en ese aspecto y aunque son muy educativas todas tienen cosas malas, sobre todo una, la publicidad. Un desastre, millones de impactos en forma de videos con juegos para animar a que los instalen. En la tablet no se pueden instalar pero se quedan en sus cabezas y lo hace en los móviles en cuanto se acuerdan. La única manera de quitarlos es previo pago pero en ocasiones no son compra única. Es decir, se paga al mes para usarlos lo cual al final es una pasta. Después de valorar muchos nos recomendaron Mategotchi y la verdad es que estamos encantados con la decisión.

¿Conoces los Tamagotchis? 

Eran unas mascotas virtuales que nacían de un huevo y necesitaban de tus cuidados para vivir. había que darles de comer, limpiarlas, jugar con ellas. Todo para conseguir que no murieran y se acabara el juego y la diversión para siempre. Fueron uno de los juguetes más populares del momento e inspiraron muchos juguetes de este tipo. 

¿Qué es un Mategotchi?

Pues igual que sus primos los Tamagotchi se trata de un bichito que deberán cuidar pero para conseguir hacerlo bien necesitan hacer muchas tablas de multiplicar. Muchísimas. De esa forma el pequeño nacerá del huevo y estará contento. Una vez puestos en materia puedes comprar en su tienda objetos para ayudarlo a ser más feliz, alimentarlo o curarlo y ¡Cuidado! Si no juegas con él todos los días su nivel de felicidad caerá y puede llegar a morir. 

Estas tablas de multiplicar se irán repitiendo de forma que acaban aprendiéndolas y con el incentivo del juego lo harán de forma voluntaria sin insistir. Cuando contestes unas cuantas del huevo nace tu mascota pero entonces llega la parte complicada, hay que conseguir que su energía se mantenga alta. A más preguntas acertadas irás desbloqueando tablas y consiguiendo monedas. Si te equivocas no pasa nada, te dará la respuesta correcta y presta atención para no cometer el mismo error. 

 Siempre he sido una enamorada de la lectura. Hubo una época en la que no había viernes que no visitara la biblioteca del barrio buscando una lectura para el fin de semana. Unas veces un clásico, otras veces un beso sellar y a veces, incluso, simplemente me llevaba un libro porque la portada me resultaba curiosa o porque lo veía abandonado en alguno de los carritos. Era una época donde los libros se buscaban en fichas de cartulina amarillenta y tenías que copiar la referencia para poder encontrarlo. Se almacenaba en grandes ficheros en el hall de entrada y te sellaban manualmente la fecha de devolución. Había cola en los archivadores para buscar algún libro de esos que mandaban mucho en el cole y siempre soñaba que el fantasma de Los cazafantasmas escupía todas las fichas del fichero sembrando el caos justo al lado de la sección de literatura infantil. 

Cuando vi que El cuanto que quería ser leído era un homenaje a las bibliotecas me enamoró el concepto. La verdad es que entre los libros que tengo de cuando era niña, los que recibimos en casa y las pandemias hace ya años que no bajamos a la biblioteca para dejar que un libro cualquiera nos seduzca y llevarlo a casa. Esto es un poco lo que propone Carolina Rabei. 

Carolina es una de esas personas que sabe hacer de todo. Estudió Bellas Artes y se licenció en Diseño Gráfico en Moldavia y más tarde en Ilustración de libros para niños en la prestigiosa escuela de Cambridge. Para ella las bibliotecas son sitos especiales y por eso ha ilustrado y escrito esta maravillosa obra que anima a los más pequeños a visitar estos mágicos lugares. Con una prosa divertida y un argumento sencillo pero resultó consigue dibujar a la perfección ese mundo fantástico que son las secciones infantiles llenas de libros especiales con colores y niños jugueteando por los pasillos. Una de las secciones más bonitas del mundo porque hacen que nazcan los sueños más ocultos de los pequeños y les inspiran para sacar lo mejor de sí mismos. 

Sus dibujos son una mezcla perfecta entre técnicas tradicionales y digitales con unas ilustraciones delicadas y coloristas con tonos dulces y pastel que te atraparan como lector tengas la edad que tengas. La historia también ayuda. ¿Recordáis Toy Story con los juguetes de Andy revolucionándose cuando están solos en la habitación? Pues imagina que pasa lo mismo en las bibliotecas. Cuando se apaga la última luz y todos los niños se van de la sala de lectura infantil los libros salen de los estantes para contar quién los ha leído y cómo los han disfrutado. Con alegría cada uno posee una historia, una aventura en autobús, o un niño al que han inspirado. Todos hablan joviales menos uno. Uno que está en lo alto de una estantería, lleno de polvo y que nunca ha salido de la biblioteca. Un libro que no sabe de qué trata porque nunca lo han disfrutado. Pero los libros consiguen sacarlo de su rincón y dejarlo en una mesa donde seguramente un niño lo cogerá y se lo levará prestado. Allí empezará la aventura del libro pero también la del niño porque cuenta la leyenda que no hay niños a los que no los guste leer, que lo que les pasa es que no han encontrado el libro al que están destinados. 

Una historia tierna y dulce que fomenta el amor por los libros, por las bibliotecas y que tiene un montón de temas para que los peques a partir de 3 años aprendan lo maravilloso que es dejarse seducir por un libro. ¿Encontrará Dino finalmente su lector ideal? ¿Averiguará qué hay en sus páginas? Tendrás que leerlo para saberlo.

Lo puedes comprar en Amazon. 

FICHA DEL LIBRO

Nº de páginas: 32 

 Ya sabéis que hay algo que nos gusta mucho en esta familia y es leer cosas personalizadas. Es más, en el cole cada año tenemos siempre una semana mínimo sobre divulgación y medioambiente, ya sabéis reciclaje, concienciación ambiental y demás y eso al final acaba calando hondo. 

El año de la cuarentena pasó una cosa muy curiosa en las playas. Los animales estaban totalmente descolocadnos y se paseaban por las playas bichos muy curiosos que nunca se habían acercado tanto a las orillas. El tener al ser humano encerrado en sus casas hizo que  muchos animales se adentraran en zonas que antes no se habían visto. La vegetación creció mucho, los animales de los parques y se metieron en las ciudades en los pueblos. Patos paseando por las calles centrales, palomas "atacando” a la gente que hacía la compra, delfines cerca de la playa... nosotros llegamos a ver una manta raya nadando a pocos centímetros en plena orilla de la playa de levante. ¡Muy loco!

En veranos siempre intentamos hacer submarinismo, bueno, snorkel cerca de las rocas par ver animales. Nos encanta disfrutar de bancos de peces o medusas huevo frito . Sacamos fotos para inmortalizar esas sesiones... por eso entre toda la gama de cuentos que tienen Dun Dungo la elección más lógica era escoger El rescate de la Tortuga. 

En Dun Dungo hay mucha variedad en títulos y contenidos. Se dividen en varias temáticas los libros de celebraciones con uno de cumpleaños y otro de navidad y educativos con Superhéres, Viaje a Groenlandia y este Rescate de la tortuga que os vamos a enseñar en profundidad.

La personalización.

El libro permite personalizar el protagonista con nombre y una foto . Posee tapa dura y una impresión en papel satinado de gran calidad. Los colores tienen un aspecto increíble y la historia es sencilla pero genial para la lectura de los primeros lectores. Se trata de una aventura que empieza con una carrera entre amigos y acaba con un niño (o niña) salvando a los animales de las profundidades marinas. 

Además al final dela historia tienes un par de páginas con pasatiempos básicos que les encantarán para profundizar sobre la historia.

Nuestra opinión.

El libro es bastante agradable para los canijos, su formato es cómodo y la calidad es envidiable. Se agradece muchísimo la tapa dura y su acabado brillante porque así los peques pueden manejarlo con más facilidad en la hora del cuento. Además es de un tamaño adecuado para leer en la cama con calma. Los dibujos son sencillos pero muy bonitos y coloridos. Tanto el texto como las ilustraciones vienen de la mano de Lucy Barnard.

¿Recomendamos el libro?

¡Sí! Por supuesto, sólo ver leer a los niños con la ilusión de ser los protagonistas de la aventura. Es algo que les anima mucho a la lectura y les da la ilusión por leer. Normalmente son libros muy simples pero que para ellos son un aliciente perfecto y pueden leerlos en bucle una y otra vez. Es la magia de la pertenencia ese mundo creado por y para ellos. Siempre me parecen buenos regalos y los recomendamos desde el más profundo cariño. Además el poder pasar a la siguiente generación con esos cuentos me parece una forma preciosas de legar una parte de las lecturas familiares y que conserven un recuerdo de sus infancias que quieran compartir con su futura familia. Me parece adorable.