Hace poco en casa me pusieron una peli de un señor que era arqueólogo.
Iba por la vida escarbando y buscando tesoros. No, no es Tadeo Jones, era otro tío con gorro muy famoso porque cuando no hacía eso pilotaba el Halcón Milenario. Con tanta aventura y carrera y piedras redondas a punto de machacarle me perdí un poco lo que hacía de verdad. El colega era profesor de historia y arqueólogo. Se dedicaba a recomponer la historia del pasado con las cosas que encontraba enterradas o rescataba. Y eso es lo que os vamos a proponer hoy. Un viaje al pasado en familia para descubrir misterios, conocer a nuestros antepasados y vivir muchas aventuras a pocos minutos de la capital de Madrid, en Pinto: Se llama Arqueopinto y es una pasada.
Llevan currando mucho tiempo y a pesar de ser bastante conocidos a nivel de colegios las familias en general no sabemos de su existencia cuando en realidad es una actividad brutal para la mañana del fin de semana. Está situado en un parque y sus instalaciones son geniales. Es un gran ejemplo de cómo con poca cosa pero con mucho talento puedes hacer cosas extraordinarias. La visita a Arqueopinto es guiada. Tenéis que consultar bien los horarios y conviene hacer reserva para no quedaros fuera. Nosotros conocimos a dos de sus guías entre la visita y los talleres y los dos eran la mar de majos.
Nuestra excursión al Paleolítico fue dirigida por Raúl, pero todos los miembros del staff son arqueólogos y saben perfectamente de lo que hablan. También conocimos a Ana en uno de los talleres y era la mar de simpática.
El recorrido se realiza por una serie de escenarios donde descubrimos a mis tatatatatatatatatarabuelos los homínidos que eran unos señores muy feos, muy pelados y con chepa que parecían monos.
La visita es didáctica. Pero no como en muchas que es un no parar de datos, en esta aprendes un montón. Cómo a fabricar armas, usarlas o hacer fuego. Así que cada vez que avanzas en el tiempo y por las instalaciones vas conociendo los misterios de la vida de hace miles de años en la tierra. Paseas por la caza, las cabañas y las casas y los avances de la época hasta llegar a la agricultura y la ganadería de forma muy lógica y dentro de una cabaña del neolítico incluso aprendes a hacer fuego.
Pero después de la visita sigue la diversión. Os recomendamos que consultéis la agenda de Arqueopinto y no os vayáis sin hacer al menos un taller.
Los talleres tienen como monitores a los propios arqueólogos y os enseñan un poco de cómo construir cosas como se hacían en la antigüedad con sus mismas herramientas o parte del trabajo del arqueólogo.
Por ejemplo a decorar tu propia vasija Romana, a hacer un mosaico, hacer una lanza, instrumentos musicales antiguos... o a desenterrar descubrimientos de la arena tal y como lo haría un profesional. Algunos talleres son más complicados que otros así que podéis pedir consejo aunque también si tenéis niños inquietos o con gustos especiales seguro que se adaptan. Por ejemplo con un poco de ayuda el taller de excavación me gusto mucho más que el otro a pesar de ser para niños un poco más mayores.
Si podéis reservar los talleres también es recomendable para no quedaros sin plaza y que tengan todo el material listo, sobre todo si no hacéis la visita y llegáis solo al taller, esa opción también existe.
Además de realizar una labor educativa brutal en Arqueopinto hacen una labor social interesante a través de los Paleotrueques.
¿Qué es un paleotrueque? Pues sencillo, puedes realizar alguna de sus actividades a cambio de algo, en función del día pueden ser juguetes, comida, ropa... y esta se donará a Caritas.
En ese caso la entrada al taller es gratis. Suelen ser los últimos talleres del día. Así que posible hacer el mismo día la visita y los dos talleres y llegar a comer a casa.
Si no llevas nada puedes abonar la entrada normal pero siempre es bonito colaborar. ¿Verdad?
Siempre hay alguna actividad de este tipo cada fin de semana. Así que si lo ves en la web ya sabes...
Consulta el programa aquí: http://arqueopinto.com/actividades-de-prehistoria-para-familias-en-madrid/
En enero se accede a cambio de leche líquida y en febrero a cambio de productos de higiene para el bebé (pañales, cremas, toallas, ...) y así lo van publicando en la web paa que lo tengáis en cuenta.
Una mañana en Arqueopinto es un planazo para el fin de semana, que además disfruta también los mayores, porque en este caso no está reñida la diversión de los peques con la de los más grandes. Al contrario, algunos padres los pasaron casi mejor que sus hijos.
Nuestros consejos:
Siempre con reserva. Es fácil, por teléfono o en la web.
No dejéis pasar los talleres.
Recomendadísimo a partir de 3 años y más cuando estén estudiando la prehistoria.
No tengas miedo a preguntar y tocar, porque todo lo que hay se puede tocar, menos al guía que ese si puede morder.
Los talleres pueden hacerse sin hacer la visita así que si vuestro peque está estudiando el antiguo Egipto, por ejemplo, podéis reforzar con una de sus actividades la lección del cole.
Tienen para hacer cumpleaños. ¡¡¡Lo flipo!!
Las instalaciones están en exteriores, en invierno hay que abrigarse un poquito, hace fresquete. Pero los talleres se hacen en el interior.