En esta casa somos muy de bichos. Hemos tenido varias mascotas. No me miréis mal, sé que todos tenéis perros y gatos monísimos que cuidáis y mimáis como nadie. Siempre guapos, peinados y alimentados. Pero a ver... os reto a tener como mascotas a dos pollos/gallinas mutantes y veréis como la cosa no es tan sencilla.

Si, beso cabras...

Tengo una amiga con una pona

No es que estemos en contra de las mascotas tradicionales. ¡Al contrario!  ¡Me encantan los perros! incluso tengo pendiente ir a visitar a la gata de Lidia que me da largas desde hace un tiempo, que por cierto, esa no necesita ni comprar Royal Canin que estas navidades se comió un jamón entero ella sola. ¡True Story!

Pero es que así las visitas a casas con guaus y miaus es mucho más apetecible. Además hay estudios que dicen que tener mascotas es muy bueno para los peques y son duda hay muchas maneras de encontrar a tu mascota ideal sin complicarte mucho. hace poco descubrimos los consejos del Portal del Criador donde también os cuentan cosas muy molonas sobre la convivencia de niños y animalitos peludos.

La cuestión es que los niños que tienen mascotas sean más sociales, más cariñosos, y más responsables. Menos yo que el primer día casi saco todos los peces de mi pecera, ya me conocéis, nadie me dijo que no se podían abrazar y Disney con estas cosas hace mucho daño. Y como siempre es cuestión de gustos, desde perros guapos a un pulpo... qué pasa, yo quiero un pulpo, ¿vale?

Si, este fue mi primer pulpo. ¿Qué pasa?

¿Qué pasa cuando veo un perro? Lo primero que me da es mucho miedo, ¡Ojo! Incluso los pequeños e inofensivos me dan un poco de respeto al principio. Mi madre dice que sin permiso no se puede jugar con perros que no se conocen, así que si no me dejan ni me acerco. Y aunque me dejen prefiero dejar que sean otros los que den el primer paso. Los gatos son otra cosa. Se supone que son menos sociables pero más peligrosos pero eso de correr como un poseso detrás de un gato mola bastante. Copito, el plácido gato viejuno de mi "estilista", ¡Si, chuparos esa, tengo estilista! se esconde de mi debajo del sofá. Reconozco que no cejo en mi empeño de convencerlo para que salga de allí pero nunca quiere venir a jugar. he probado del diálogo, el poner al mano como si tuviera algo,... pero nada, el jodío sabe que lo que le espera son abrazos de mucho amor y no se arriesga. Aunque no es el único que se me ha escondido debajo del sofá. ¿Qué hay en los sofás que dan tanta seguridad a los gatos? ¿Acaso se piensan que no vamos a llegar a cogerlos? No os equivoquéis, si quiero llego, ya te lo digo yo.

Tuve un cangrejo un día entero

Pero como os iba diciendo en realidad mi vida se ha rodeado de animales mucho más exóticos. Un amigo del "buo" tiene una pona, que es un pony chico, vaya, y me parece lo más molón del mundo. ¡Tienen un caballo pequeñajo! justo lo que yo quiero, bueno, eso y un tractor pero eso ya os lo cuento otro día. Como iba diciendo también he visitado granjas de pollos y me he traído un par, muy majos ellos, acabaron retirados en su propio chalet como pollos-perro, porque salían a pasear y todo, y ahora tengo peces, una tonelada. 

Tuve dos pollitos: Doc y Marty

Resulta que mi madre, la que es negada para los animales ha conseguido que todos los que han pasado por casa hayan sobrevivido, y más allá de eso, incluso hayan criado, porque ahora la pecera parece la Gran Vía en rebajas de tanto pez bebé dando vueltas. Yo no he pedido aún perros pero se supone que es una preciosa etapa que casi todos los nenes pasan.

A mi me gustan esos perros canijos que salían en Salidos de Cuentas (si, en esta casa vemos pelis muy raras), pero es que estos preciosos cachorro de bulldog francés lo molan todo con esos ojos saltones mirando a vete tú a saber dónden y que son perfectos para pisos pequeños con peques, pero bvamos que hay opciones para todos los gustos, tamaños de piso y economías... Pero cuando os decidáis primero informaros muy bien y recordar que "un gran poder conlleva una gran responsabilidad", que lo dijo el tío Ben de Spiderman y de estas cosas los de Marvel tienen más razón que un santo y los animalitos son para ser muy, muy responsable.


Así que si estáis mirando el verano y hubo en Reyes un animalito, o si queréis comprar uno recordad, primero informaros, después plantearos que es para toda la vida y si aún así sois geniales y queréis un bicho en casa ¡Guay! Visitad algún lugar porque ahora hay muchos perrillos que lo necesitan, y si no podéis tenerlos recordad que podéis apadrinarlos, así no les faltará de nada hasta que encuentren una buena familia. 

¡Hola mis queridos amiguitos! ¿Cómo están ustedes? Espero que la respuesta unánime sea que muy bien y qie todos gozáis de una excelente salud infantil, más aún cuando estamos de celebración del Orgullo Friki y hay que estar por ahí de pingo en lugar de encerrados en casa muertos de tos o algo mucho peor.


Nosotros andamos con alergia, que no es preocupante pero parezco un zombie de ultratumba, pero no me para ni eso, de hecho debería bajarme de la lámpara del techo para acabar de contaros algo super interesante y relacionado con la salud,... bueno y con más cosas porque en esta familia la verdad es que le cogemos ideas raras a todo lo que llega a nuestras manos.

Si, este es el termómetro feo

Revisando la bolsa vacacional nos hemos dado cuenta de que, una vez más, nos vamos a dejar el termómetro en casa. Uno muy feo con un oso pero que le gusta a mi madre porque son de esos de punta flexible y te toman la temperatura en un minuto, tiempo más que de sobra para que intentes hacer el pino, te subas en una pared, intentes morder la punta, acabe en lugar de en el sobaco en la rodilla o se pierda misteriosamente en la inmensidad de la cama.   Poner un termómetro es, al menos en mi caso, una especie de experiencia extrasensorial que mezcla el yoga extremo con las artes marciales milenarias, y al final, con tanto sofoco, la medición es cuanto menos cuestionable. Pero amigos míos este año lo tenemos controlado gracias a Oblumi Tapp.


Oblumi Tapp es un termometro modernísimo que permite hacer muchas cosas a la vez. Por un lado tiene medición de temperatura de oreja y de sien. De forma que puedes elegir lo que sea más cómodo en cada caso. Si duermes pues no incordias con el chirimbolo, y si no pues yo mismo me puedo tomar la temperatura porque cuando acaba, a los pocos segundos hace "pipi" dentro de la oreja y es super gracioso. Incluso mide temperatura en líquidos, no seáis brutos y me lo mojéis, con acercarlo a una superficie te dice aproximadamente la si la cosa está fría o caliente. ¿Para qué puedes usarlo? Si te preguntas esos es que nunca has usado un calentador de biberones a oscuras y de noche... Y por tanto no te has abrasado comprobando la temperatura de la leche - así a las tres de la mañana -  en plan gonzo. Y ahora que soy mayor... pues yo me entretengo midiendo la temperatura de mi pecera, ¿¡Ves como siempre valen las cosas para algo!?



No sólo es super fácil de usar, es que además es como una agenda enorme de control de salud. La app para Andorid o Apple te permite crear una serie de perfiles y en función de ello tener una evolución de la febrícula o fiebre en la persona, y añadir datos como medicinas y dosis para tenerlo todo a mano de forma rápida y sencilla, puedes poner cuando tomaste paracetamol o ibuprofeno, o cuando suspendes un tratamiento y recordárselo al médico a golpe de móvil, tener a mano cuando sube la fiebre, cuales son los picos o cuando empiezas a mejorar. Esta parte se la dejo a mi madre que es la neurótica de las cifras y demás, a mi lo que me mola de verdad es lo de medirme la temperatura en la oreja. ¡Raro que es uno!

Descargar, configurar y archivar en una app muy intuitiva

Este termómetro tiene varias cosas que hacen que mi madre esté dando saltos de alegría:

1.  Ocupa muy poco, como la yema del dedo gordo.
2.  Se trasporta en una bolsita muy mona que viene con el kit.
3.  Te calcula con el peso las dosis, porque recordad amiguitos que los panfletos de Dalsy y de Apiretal tienen esa habilidad de desaparecer misteriosamente y te toca googlear .
4.  Puedes programar alertas para no saltarte tomas. Nada de despertador y cosas raras, la propia app es así de lista.
5.  Se tarda segundos en medir la temperatura y segundos activar al app , en dos clics decides donde medir y listo.
6.  La empresa es española y nació en una feria de ideas en Sevilla, así que alimentamos con ello a jóvenes con ideas y ganas de emprender españoles.
7.  No tienes tiempo para hacerlo, bueno, no es como el normal que si a los 10 segundos no lo has colocado se auto destruye, este permite que puedas jugar un rato y cuando quieras ya lo pones y lo mide que es así de listo y no hay madres esquizofrénicas gritando "PONTE EL TERMOMETROOOO QUE VA A PITAR Y NO VA A VALERRRRRRR" Léase esta frase así como mucho miedo.

Y para saber su uso... ¿Qué tal un video?


¿Quieres más razones? Pues súmale que cuesta sólo 40 euros, es decir, casi la mitad que muchos de estos dispositivos de infrarojos que puedes encontrar en tiendas de puericultura. ¡Chúpate esa!

Lo puedes comprar en AQUÍ

Cuando ves las madres que hay por ahí te llevas las manos a la cabeza. Gente que con un paño de cocina te apañan un disfraz de última hora para la función del cole. Madres motivadas que consiguen fulares para disfrazar al niño de indio de la forma más exótica o mejor aún, madres como Annabel que tienen la habilidad y la destreza de saber usar una aguja y disfrutar con ello. Son todas ellas admirables. De verdad, pero lo que me ha tocado a mi queridos amigos es una madre inútil. Creo que por no tener no tiene ni aguja en casa. Con eso os he dicho todo. Ella es muy maja, muy buena gente y seguro que tiene muchas habilidades (que a día de hoy desconocemos) pero lo que viene a ser las manualidades y los labores del hogar no son, ni de lejos, una de ellas. En su defensa debo decir que suple esas carencias con una previsión brutal y recurriendo a los mejores para poder tener siempre el disfraz adecuado para la fiesta correcta.

Supongo que muchos os disfrazáis en carnaval, o incluso en Halloween, más aún seguro que en las fiestas regionales desempolváis trajes típicos y tan pronto sois un pastorcillo como una señora de faralaes. Nosotros, nos disfrazamos en mayo. Somos así de raros, bueno, no nos llaméis raros, llamarnos frikis, que es precisamente lo que celebramos en estas fechas. 

Muchos creeréis que eso de ser friki es una elección personal, pero no, hay gente que nace predestinada a ser friki. por ejemplo en esta casa no se discute si alguien es más friki que mi madre. Ella gana siempre por goleada y a golpe de DNI. Porque puedes saberte los nombres de todos los planetas visitados por el Entreprise, estar al día con Doctor Who o tener compradas las entradas para ver Rogue One pero entonces ella te dice que nació el día que estrenaron El imperio contraataca y claro, ¿Puedes superar eso? Yo diría que no amiguito.


Así que este año tenemos preparadas ya nuestras mejores galas. Los disfraces los hemos elegido en Vegaoo, una web que además de ser muy sencilla de usar simplifica mucho las búsquedas si sabes lo que andas buscando y te ofrece las opciones de encontrar disfraces de grupo, que en esta familia son básicamente los que usamos, si mi madre no se disfraza echa espuma por la boca. De esa forma con un par de clics seleccionas tema y talla y allí salen tus opciones, que además son muchas, sorprendente la variedad frente a otras compañías del estilo. Y una cosa más, lo digo para los frikis de verdad, los disfraces son auténticos y llevan sus licencias, vamos que no vais a parecer el Spiderman gordo que pide en la Puerta del Sol, a lo mejor lo del gordo no os lo solucionan pero desde luego no se os trasparentará la ropa interior, ya me entendéis. Tenéis sección de low cost y todo lo que se os pueda ocurrir a precios asequibles y entrega en dos días (así qeu llegas a pedirlos insensato).

Cosas que no molan de comprar disfraces por internet: las tallas. Puedes llevarte sorpresas. Pero en Vegaoo no, porque tienen un excelente servicio al cliente, les consultamos sobre ellas porque a pesar de tener una tabla que lo explica bastante bien somos en esta casa de buen comer y enseguida nos dijeron los tallajes y nos dieron las mejores opciones para lo que buscábamos, ¡Y acertaron perfectamente! No dudéis en incordiarles, son muy majos y seguro que no les importa ayudar a que la elección sea perfecta.


Pues eso, que este año mi señora madre tenía muy claro que después de que no pudiera llevarme a ver Star Wars porque no se fía de mi capacidad de mantenerme en una butaca dos horas (a veces tiene más razón que un santo)  había que elegir algo de Star Wars, pero claro, ir a conjunto es complicado porque uno que soy yo se niega a ser un ewok o yoda que según mi madre es lo más adecuado a mi tamaño (a veces también siento odio) y teniendo en cuenta que entonces las parejas tenían que ser Ewok-Chewie (por lo de  los pelos) y Yoda-Jabba The Hutt por lo asquerosete... pues al final mi madre desistió y se decantó por disfraces iguales. Que es algo que también le mola mucho. Y por eso vamos de....

¡Soldados Imperiales! bueno, aquí los llamamos Stormtrooper porque somos muy modernos, ya sabéis, pero en esencia somos los malos. ¡¡Los malos!!


Ahora sólo queda pasear nuestro nuevo uniforme por todo Madrid, y ya sabéis que lo vamos a hacer...

Posdata, si queréis descuentito si os suscribís a su newsletter o en facebook os podéis ahorrar 5 eurillos, pero Shhhh, es un secreto...

Queridos lectores, estamos en la etapa de ¿Por qué? , ¿Donde? y ¿Cuando llegamos?- He iniciado mi vida periodística de la pregunta por todo. Ahora soy un experto preguntón. Aunque reconozco que siento cierta fijación por determinadas expresiones que no buscan una repuesta si no reafirmarme a mi mismo y que ocasionan las risas de mis progenitores. Últimamente me ha dado por preguntar "¿Por qué dices esas cosas?" Y aplica para cualquier cosa. Ya esté alguien hablando o callado, si lo entiendo o si no, da lo mismo, si hay un momento donde puedo meter baza llego y lo suelto: ¿Por qué dices esas cosas? Así , muy lento, despacito del todo. Y suele seguirle la risa del que esté al lado. Los adultos son así de crueles.

Así que me ha venido muy bien eso de Los SuperPreguntones, sobre todo porque es al versión del Universo y ahora, aunque no he abandonado la fijación por los trenes, la he ampliado al espacio. Ya sabéis, cohetes, estrellas, la luna, esas cosas de las que en realidad se bastante poco. Mi madre disfruta mucho haciéndome preguntas del libro y escuchando las pobres respuestas que le doy. Como que las estrellas de día están apagadas, o que no entiendo porque las estrellas cuando nacen están en cajas. Pero claro, eso es culpa de los dibujos de este libro.

Los Superpreguntones es ideal para niños inquietos de 4 años en adelante. Su formato es de páginas rígidas por lo que puedo manipularlo sin problemas y además es bastante grande, tiene un índice para ir encontrando las preguntas sin problema, un total de 58 preguntas rápidas y contestadas de forma amena y divertida.


Mis preguntas y respuestas favoritas son las de la luna y el sol, seguidas de cerca de las de las estrellas porque mi visión del mundo es aún un poco limitada. Pero poco a poco se me hacen más normales términos como Universo, planeta y demás, cosa que por cierto emociona mucho a mi señora madre. 

El libro es de Larousse que para mi madre es el sumún de lo fiable, aunque desde su rama VOX, lo escriben y dibujan españoles. concretamente Olga Ferran i Andreu se ha currado las preguntas y respuestas y David Arumi los dibujitos.

Creo que de todos los libros que han pisado mi casa ha sido uno de los que más le ha gustado a mamá. ¡Bien por ella! Yo espero que aprenda tanto como estoy aprendiendo yo a pesar de las críticas de la científica de la familia, al tita Bea, que se ah puesto un poco crítica sobre la explicación de la existencia de los extraterrestres. ¡No hay forma con ella!






Más info: http://www.boolino.es/es/libros-cuentos/los-superpreguntones-para-peques-universo/

¿Sabéis eso de "lentos pero seguros"? Pues aquí aplica porque os teníamos que contar desde hace tiempo una visita-escapada a tierras asturianas pero no encontrábamos el momento. Esto es así. Menos mal que tirando de memoria (que anda un poco escacharrada) y de álbum de fotos, podemos reconstruir y narrar nuestras peripecias por tierras astures.



El objetivo era una desconexión de grado supremo por lo que elegimos un sitio un poco a desamano. A mi me encantó, un pueblo bucólico con sus río, sus montañas, sus animales salvajes (un sapo del tamaño de mi cabeza), con niños jugando en la plaza porque no hay ni salida en el pueblo, con un tractor aparcado en la puerta... vamos. El paraíso para un infante de tres años.

A mis padres las carreteras de cabras, los planes de paseos por el bosque y descubrir la naturaleza en estado puro no les hizo tanta gracia por lo que al final aprovechamos para hacer eso que se nos da tan bien: comer, beber, turistear y desvirtualizar gente molona.

Las dos paradas del viaje fueron Gijón, que no conocíamos y Oviedo, del que papis guardan muy buenos recuerdos.



Para afrontar la visita a Gijón hicimos una cosa súper inteligente (aunque muy de última hora). Tirar de teléfono y preguntar a Carla de Vidas Pixeladas si nos daba una vuelta por su ciudad. Si conocéis su instagram sabréis que ama profundamente Gijón y además lo conoce súper bien. Y acertamos de pleno. Nos dio un recorrido kidsfriendly de premio y encima se trajo a mini pixel para que estuviera entretenido.

Mientras llegaba, que como siempre nos perdemos preferimos hacerlo con coherencia y hacer tiempo allí, concretamente en el museo del ferrocarril que pillamos en plena semana del vapor así que pudimos montarnos en una locomotora molona para dar un paseo.

El Centro, haciendo parada en monumentos, plazas, calles, parques y miradores de escándalo fue el entretenimiento del resto del día, sumado a comida típica en tasca de la zona y por supuesto consejos donde comprar cosas frikis y recuerdos con forma de vaca.

Fue una experiencia improvisada pero muy guay. No habíamos confiado en la guía experta de ningún colega 2.0 hasta ahora pero la verdad es que fue un acierto porque además de ser una tía muy maja y desvivirse por enseñarnos todo descubrimos que puedes pasar un día entero con alguien que técnicamente no conoces de nada pero que consideras ya un amigo en toda regla.

Oviedo fue más sencillo, teníamos claras las paradas de rigor:

1. La pastelería de Camilo de Blas para comprar Carbayones.



2. Comer en la Calles Gascona, conocida como "la calle de la sidra" ( y beber), eligiendo nuestro restaurante favorito de la última vez, Tierra Atur, del que salimos rodando.



3. Visitar las estatuas, las viejas conocidas como Woody Allen y las nuevas como Mafalda.
 

4. Pasar por el centro comercial del infernal arquitecto Calatrava para rematar la jornada.

Fue corto pero intenso, jugamos, paseamos, pero sobre todo comimos mucho y bien para culminar con buen sabor de boca esta escapada que seguramente repitamos porque queremos ver los lagos, disfrutar de algún pueblo y seguir charlando con los - ya - viejos amigos.

Muchas gracias a Carla, de verdad no hubiera sido lo mismo sin ellos.

Mi tita Bea es una fotógrafa en ciernes. Parece ser que antaño bromeaba con ganar el Pulitzer pero se vino arriba y ahora está en pleno master Photo Epaña dándolo todo. Y hace un par de fines de semana decidió que era una idea excelente salir a sacar fotos en la Maratón que organziaba FNAC. Y allí que nos fuimos toda la familia, cada uno con su cámara, más contentos que un San Luis.

A día de hoy y a no ser que la organización diga lo contrario soy el señor con cámara más joven que fue al evento con una FujiFilm del año catapum de mi señora madre que me dejaron llevar y usar a placer. La gran frase del día fue, "voy a sacar una foto a eso" y si no encendimos mil doscientas veces la cámara no encendimos ninguna.

Bueno, pues mi madre y mi tía (aka las motivadas) iban con sus cámaras hiperflipadas mientras yo me dedicaba a sacar fotos a diestro y siniestro, el resultado es que yo tenía a la hora de la comida dos fotos más o menos decentes y ellas cero patatero.

Pero quizás no sea sólo la falta de visión o que el tema era complicado - por cierto, aprovecho desde aquí para decir que si en concurso es también infantil deben contemplar que seamos capaces de entenderlo los peques porque "Realidad o Ficción" fue sustituido como "cosas de mentira" para mi corta experiencia vital - lo realmente ralentizante de la jornada fue la cantidad de cosas absurdas que hay en callao un fin de semana.

En las primeras horas de maratón nos dieron globos, entramos a mercadillos, hicimos un pintacaras, ganamos una pelota firmada por Nadal (de mentira pero la ganamos), encontramos un dragón y nos sentamos en el Trono de hierro. Y todo porque "nos lo íbamos encontrando de casualidad", vamos , que si lo planeamos no sale mejor.

Y mi familia sin foto.

Por supuesto no quiero decir que la experiencia no haya sido interesante pero quizás para otro año hay que centrarse un poco más.

A todo esto quiero enseñaros mis obras maestras como fotógrafo. No seáis muy crueles con mi primera vez, que yo me siento muy orgulloso del resultado...

¡De aquí a dos años lo peto!