Lo primero que tenemos que decir es que la estancia de fin de semana se queda muy corta porque a pesar de que puedas pensar que no hay nada por la zona estás muy equivocado. La zona de La Berguerà es tremendamente rica y posee actividades para cada época del año. Nosotros fuimos en enero por lo que muchas estaban cerradas para nuestra pena y desconsuelo como las Minas de Cercs o el tren turístico del cemento del Alt Llobregat que sale de La Pobla de Lillet. Pasamos por las vías y la cosa prometía muchísimo. Otra cosa que no pudimos hacer es aprovechar al nieve porque este año se está haciendo de rogar y eso que tienen muchísimos puertos de montaña y estaciones de esquí a pocos minutos en coche. Y los centros de animales, de naturaleza, de deporte infantil y los dinosaurios fueron descartados porque teníamos muy poco tiempo. Pero a cambio os vamos a contar un montón de cosas chulas que podéis hacer en vuestra estancia.
Lo primero, en el kit de bienvenida en Berga Resort os van a dar un mapa y consejos para encontrar las actividades que más se adecuen a vuestra familia (que cada familia es un mundo, ya se sabe). Y no olvidéis decir que os alojáis en el Berga Resort porque tienen descuentos en casi todas als atracciones turísticas de la zona, y descuentos super majos.
La zona se llama La Berguedà, es bastante extensa y preciosa. Tienes entornos naturales geniales y te puedes perder haciendo senderismo, visitando fuentes, subiendo montañas, esquiando,.. y comiendo. No nos olvidemos de comer.
Lo primero que hicimos es dar una vuelta por Berga, el pueblo es super acogedor y tiene en lo alto el Santuari de Queralt, una subida impresionante que desemboca en un mirador de quitar el hipo. La iglesia acogedora y preciosa y una pequeña cueva que estaba cerrada cuando fuimos.
Después ya puedes dejar volar tu imaginación. Tuvimos muy buena suerte con el tiempo pero a cambio nada de nieve y algunas de las cosas más curiosas que nos gustaría haber visto cerraron por Navidad o abren después de Semana Santa, pero como teníamos mil y una opciones (puedes estar quince días y no acabar de visitar cosas preciosas) nos decidimos por La Pobla de Lillet, atravesando la vía del tren turístico llegas a els jardins Artigas, diseñados por Gaudí y que se encuentran en medio de ningún sitio abrazando al montaña y cruzando el río. Los puentes, las fuentes, la gruta, todo en los jardines, mucho más pequeños pero también con mucho más encanto que los de Güell, tanto por número de visitantes (estábamos casi solos) como por localización, merecen que los incluyáis en la visita.
A la salida y frustrados por el cierre de las minas de Cercs, que tienen ¡Un tren minero!, ¿Sabéis la fijación que tengo con los trenes? En fin, mala suerte. Pues vimos un cartel de Minas de Petroli y nos la jugamos. Con tan buena suerte que enlazamos la última visita guiada a la única mina de petróleo visitable de Europa. Nos encasquetaron un casco y cuando ya me disponía a coger petróleo para ahorrar en gasolina nos dijeron que la calidad era tan baja que no me da ni para arrancar la moto eléctrica. Pero aún así las instalaciones, las anécdotas y la encantadora guía fueron un puntazo. Me gustaron mucho los murciélagos que estaban tan panchos por allí y la balsa de agua, que es lo que más problemas les da pero es preciosísima.
De entre todas las cosas que vimos o hicimos os tememos que animar a que probéis la cocina local. ¡Te mueres de rica! Nos recomendaron desde Berga Resort - y con todo el que nos cruzabamos lo repetía- que teníamos que ir a Els Roures, un restaurante en medio de la montaña que es uan de las cosas más bonitas del mundo, una inmensa chimenea adornaba el comedor central con fuego de verdad. las comidas, todo carnes de la zona y guisos estaban hechos a la leña y nos dejamos aconsejar por el camarero y acertamos de pleno con una coca de setas, patatas "enmascaradas" típicas de allí (patata cocida con butifarra negra y bacon), y por supuesto una carne y un guiso, y una crema catalana, que para eso nos habíamos ido tan lejos, ¿no? calidad precio IMPRESIONANTE.
No dio tiempo a más, una pena porque compatibilizar mis ganas de jugar en el parque de bolas, con comer y hacer un poco de turismo hacen que dos días se queden muy, muy cortos. Y la verdad es que si no conocéis la zona y vivís en Cataluña os deis un paseo por allí. Y si sois de más lejos, ¡Ya habéis pensado en las vacaciones de este año? Una opción barata y muy interesante para viajar con niños.
Lo primero, en el kit de bienvenida en Berga Resort os van a dar un mapa y consejos para encontrar las actividades que más se adecuen a vuestra familia (que cada familia es un mundo, ya se sabe). Y no olvidéis decir que os alojáis en el Berga Resort porque tienen descuentos en casi todas als atracciones turísticas de la zona, y descuentos super majos.
La zona se llama La Berguedà, es bastante extensa y preciosa. Tienes entornos naturales geniales y te puedes perder haciendo senderismo, visitando fuentes, subiendo montañas, esquiando,.. y comiendo. No nos olvidemos de comer.
Lo primero que hicimos es dar una vuelta por Berga, el pueblo es super acogedor y tiene en lo alto el Santuari de Queralt, una subida impresionante que desemboca en un mirador de quitar el hipo. La iglesia acogedora y preciosa y una pequeña cueva que estaba cerrada cuando fuimos.
Después ya puedes dejar volar tu imaginación. Tuvimos muy buena suerte con el tiempo pero a cambio nada de nieve y algunas de las cosas más curiosas que nos gustaría haber visto cerraron por Navidad o abren después de Semana Santa, pero como teníamos mil y una opciones (puedes estar quince días y no acabar de visitar cosas preciosas) nos decidimos por La Pobla de Lillet, atravesando la vía del tren turístico llegas a els jardins Artigas, diseñados por Gaudí y que se encuentran en medio de ningún sitio abrazando al montaña y cruzando el río. Los puentes, las fuentes, la gruta, todo en los jardines, mucho más pequeños pero también con mucho más encanto que los de Güell, tanto por número de visitantes (estábamos casi solos) como por localización, merecen que los incluyáis en la visita.
A la salida y frustrados por el cierre de las minas de Cercs, que tienen ¡Un tren minero!, ¿Sabéis la fijación que tengo con los trenes? En fin, mala suerte. Pues vimos un cartel de Minas de Petroli y nos la jugamos. Con tan buena suerte que enlazamos la última visita guiada a la única mina de petróleo visitable de Europa. Nos encasquetaron un casco y cuando ya me disponía a coger petróleo para ahorrar en gasolina nos dijeron que la calidad era tan baja que no me da ni para arrancar la moto eléctrica. Pero aún así las instalaciones, las anécdotas y la encantadora guía fueron un puntazo. Me gustaron mucho los murciélagos que estaban tan panchos por allí y la balsa de agua, que es lo que más problemas les da pero es preciosísima.
De entre todas las cosas que vimos o hicimos os tememos que animar a que probéis la cocina local. ¡Te mueres de rica! Nos recomendaron desde Berga Resort - y con todo el que nos cruzabamos lo repetía- que teníamos que ir a Els Roures, un restaurante en medio de la montaña que es uan de las cosas más bonitas del mundo, una inmensa chimenea adornaba el comedor central con fuego de verdad. las comidas, todo carnes de la zona y guisos estaban hechos a la leña y nos dejamos aconsejar por el camarero y acertamos de pleno con una coca de setas, patatas "enmascaradas" típicas de allí (patata cocida con butifarra negra y bacon), y por supuesto una carne y un guiso, y una crema catalana, que para eso nos habíamos ido tan lejos, ¿no? calidad precio IMPRESIONANTE.
No dio tiempo a más, una pena porque compatibilizar mis ganas de jugar en el parque de bolas, con comer y hacer un poco de turismo hacen que dos días se queden muy, muy cortos. Y la verdad es que si no conocéis la zona y vivís en Cataluña os deis un paseo por allí. Y si sois de más lejos, ¡Ya habéis pensado en las vacaciones de este año? Una opción barata y muy interesante para viajar con niños.
