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jueves, 24 de agosto de 2017

Un día en Mundomar Benidorm

MundoMar abrió allá por 1996 cuando mi señora madre era una adolescente. A pesar de ello siempre pensó que si hubiera sido un poco menor sería el parque de sus sueños. El año pasado celebraron su veinte aniversario haciendo felices a los niños, y ahora también a mi. ¡Yeah! Y es que como sabéis hay pocas cosas en el mundo que me gusten más que los peces, o los animales acuáticos, y sobre todo los tiburones que, aunque en MundoMar no hay,  tiene suficientes alicientes como para que eso no sea un problema para el mayor fan del mundo acuático del planeta. ¿Queréis saber como es MundoMar y lo que hay dentro? pues veniros conmigo que os lo enseño todo.

MundoMar no es un parque muy grande pero eso hace que sea manejable para un día con los más pequeños, que de eso se trata. Y no tiene nada que ver con un zoo o con el Oceanográfico, el concepto es muy diferente, es un parque que se basa en la interacción y en aprender sobre los animales, tocarles y conocerles. Por eso a partir de los 3 años es el parque más recomendable. 

La entrada a MundoMar está justo al lado de su hermano acuático Aqualandia, de hecho desde la zona del delfinario puedes ver algunas de sus instalaciones. En la ladera de una montaña convierte la visita en una interesante excursión y de cuestas. Eso sí, muy accesible con carros (aunque no tanto para las espaldas de los que los empujan). Además tiene muchas zonas de sombra y sistemas de aspersores de agua para no morir en el calor de Benidorm. Lo primero que os aconsejamos es que os hagáis con un plano y un horario porque la parte molona de MundoMar son los espectáculos y las interacciones. Lo hacen de forma que casi todas las alimentaciones e interacciones son en los trayectos a los espectáculos por lo que lo vas a tener fácil. 


Los tres shows son muy divertidos.
Hemos visto espectáculos con animales antes y casi todos tienen dos puntos en común: inculcar el respeto por el medio ambiente  los animales y son más aburridos que un capítulo de Peppa Pig. Peroooooo aquí la cosa cambia. Los espectáculos eran divertidos. Muy divertidos. En concreto el de los leones marinos era hilarante, aunque por ponerle una pega el inglés era un poco de aquella manera. Actores y animales enseñan cosas básicas sobre su anatomía, comportamiento y cómo ser mejores con el medio ambiente. El de los delfines tiene unas coreografías acuáticas con bailarinas que ya quisiera el Oceanográfico de Valencia, los delfines son sin duda la estrella de cualquier parque (a falta de tiburones, que ya sabéis que son mi debilidad) así que reconozco que además de verlos poder tocarlos ha sido la caña. Y para terminar el de las aves exóticas, que además está cubierto y refrigerado era muy curioso. No perdimos la oportunidad de descubrir los misterios de los tucanes, los loros y los bichos que volaron a escasos centímetros de nuestra cabezas para luego jugar un rato en el parque de aventura situado justo al lado con tirolinas y toboganes gigantes. 

 Las interacciones son un clásico, lo realmente increíble es que casi puedes conocer cualquier animal. Creo que pronto incluso con los pingüinos ¡¡Eso no me lo pierdo!! Casi todas suceden a la hora de la comida y se les puede alimentar o tocar brevemente. Por supuesto hay foto del momento. No os agobiéis, no es obligatorio comprarlas peor si os aconsejamos que pongáis en el presupuesto por lo mejor 20-30 euros para las fotos porque algunas son tan bonitas que no vais a poder remediarlo y necesitaréis comprarlas. Nosotros nos sacamos con los delfines, los loros y los lémures. Pero también podéis encontrar loris, leones marinos y diversas especies que estarán encantadas de conocer a los más pequeños. Sinceramente y a pesar de la reticencia inicial a pasar a las jaulas una vez superado el miedo me encantó tocar los bichos y saber que un delfín es suave y blandito o que los lémures son como gatos aunque tengan cara de malos. No tienen zona de "Toca toca" como en las granjas escuelas porque le volumen de visitantes es mucho más brutal pero eso ya sería la caña.


En cuanto a la comida  disponéis de numerosos lugares para comprar alimentos y bebida y también de zona de picnic así que no hay problema sea cual sea vuestra elección. 

Lo que más me gustó de todo, teniendo en cuenta que tengo cuatro años y un criterio dudoso, es sin duda lo de poder tocar bichos... y el parque, porque sinceramente, donde haya una buena tirolina allí soy feliz.


lunes, 7 de agosto de 2017

Aqualandia Benidorm con niños de menos de 1,20 de altura

Algunos me conocen saben que soy un tritón. Mitad niño cabezón, mitad pez. Un ser vivo que aprendió a nadar antes que a hablar y esas cosas marcan, las cosas como son. Desde muy canijo he ido a parques acuáticos y en casi todos nos hemos encontrado con un problemón gordo y es que al final te veías a los padres achicharrados detrás de las criaturas en la zona infantil. Así, en replay, hasta que los niños se convertían en pasas y los padres en gambas rojas achicharradas.


Algunos parques incluyen pequeños toboganes en catálogo para niños a partir de 3-4 años. Esos los usábamos con 2 años haciéndonos los locos gracias a que sabíamos nadar y además parezco más grande de lo que soy, pero aún así pasar un día entero en un parque acuático tirando de un triste tobogán puede aburrirme hasta a mí... pero de repente ha aparecido Aqualandia Benidorm, un parque que lleva en la vida de nuestra familia décadas, que mi señora madre e incluso mi señor abuelo disfrutaron hace muchos años y donde se jactan de haber probado por primera vez el kamikaze o un tobogán que no acababa en una piscina. Cosas de veranear toda la vida en la zona. Esta fue mi primera visita y la primera de mi madre en muchos, muchos años y tuvimos que aguantar historias de abuela cebolletas sobre la zona Junior que sigue igual y los muchos cambios del resto del parque. Pero el veredicto no puede ser más positivo. Si tenéis niños nadadores y kamikazes os vamos a contar como disfrutar de Aqualandia y las atracciones para menos de 1,20 para disfrutar en familia. ¡Que son un montón!


Lo más flojito: géiser y adventureland. Además son las primeras que os vais a encontrar en el acceso al parque. El géiser es una pequeña piscina con cascadas y aventureland es un parque acuático en miniatura con pista blanda, varios toboganes disfrutables con y sin flotador, un pequeño parque de bolas, pistolas de agua... también es la parte más superpoblada del parque pero la más divertida para niños de 3-4 años estándar. Os recordamos que nosotros no somos estándar así que sigamos el paseo.

La siguiente parada es la Laguna. La zona infantil es muy infantil, toboganes más pequeños y elementos de flotación bastante entretenidos. La verdad es que estuvo curiosa, pero lo que mola es que roza con la zona de niños más grandes. Las restricciones de la zona de aventura son saber nadar y tener el valor de usarlas. Yo ahí reconozco que estuve un poco cagueta porque eso de saltar desde la altura o que el tobogán acabe a metros del agua... pero estoy seguro que el año que viene me animo.


¿Te vienes de spa? Justo al lado de la zona aventura de la Laguna hay un mini spa y a pocos metros Niagara, una piscina enorme con cascadas y el spa grande lleno de chorros para relajarte un poco. 

Siguiendo la zona tranquila tienes la piscina de olas y el río Amazonas donde puedes dar vueltas con tu flotador o dejándote llevar. 

¿Demasiado tranquilo? Pues apunta porque vienen curvas.


El minizigzag es una opción para los niños que pueden nadar o tirarse acompañado por un adulto. No dan mucha impresión, son bastante suaves y relajados... por eso existe el número 5 en el ZigZag de mayores. Presta atención pues lleva una cola diferente antes de acceder a la zona de escaleras. No tiene restricción de estatura y se puede usar con un adulto... ¡y lo mola todo! Un tobogán mediano con curvas y velocidad que ha hecho las delicias de mi persona y de mi señora madre al poder montarse conmigo en algo y no esperarme estoicamente... como fue un éxito pasamos al paso dos... 

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El black Hole. Muchos parques tienen  Black Holes pero en pocos dejan montarse a los más peques. Y es una pena porque mola mucho. Es un tobogán tapado de color negro con neones de color en el techo. Se tira uno con un flotador doble y los pequeños pueden ir incluso con elementos de flotación externos. Los socorrieras te ayudan y te colocan  de la forma más segura para disfrutar el viaje... ¡y menudo viaje! Caídas y curvas en la oscuridad. Súper divertido. De hecho si me preguntas el que más me moló de todas las atracciones.


Así que si te preguntas si merece la pena ir a un parque acuático con un niño pequeño te diré textualmente que estudies las atracciones por adelantado, muchos ya son conscientes de que el público familiar es un porcentaje muy amplio y su oferta es de lo más variado para que gusten desde bien pequeños. 

Además tiene amplias zonas de picnic y la comida a un precio bastante razonable para ser un parque temático. Pasamos un día de lo más agradable, con decir que nos tuvieron que echar del parque y fue montar en el coche y caer redondo os hacéis una idea.



viernes, 16 de septiembre de 2016

Cine de verano, lo que se vio en 2016

En mi casa está muy extendido eso de ir al cine. Es como una obligación ver pelis enseguida, y más si se puede hacer en el cine de verano. Desde muy pequeño me han llevado al cine y me han enseñado a portarme bien, a disfrutar y que ir al cine es una fiesta con chuches. Por eso, y antes de entender los valores fílmicos de lo que veo sé que ir al cine es algo especial. Mejor que ver una peli en casa y aprecio los días que tocaba ir a la sala. Por eso y porque había una feria justo al lado con un hinchable de la Patrulla Canina, las cosas como son.

Por desgracia el cine que vio mis primeros pasos hace años ha cerrado por motivos de papeles y solo queda uno en la zona, El Colci Suyma, y es tradición mirar la cartelera los viernes para hacer planes de la semana en función de la peli que toca ver. Y este año, ya consciente, ha sido una experiencia guay.

Lo primero por la amabilidad de la gente que curraba allí. Concretamente de "la amiga mía" la única persona a la que le pedía las cosas sin protestar, me colgaba de la taquilla, de esas de hace mil años que son un agujerito, con el dinero de mamá y le decía cuantos éramos para ver las pelis. Eso se convirtió en parte de la rutina y del recuerdo de estas vacaciones. Eso y arreglar la pantalla que se rompía justo a la mitad de las pelis siempre.

Ya soy el señor encargado de pedir las entradas. La chica de la taquilla del #Suyma me adora.

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Además ha sido un año muy cinematográfico. Con los abuelos fui a ver Las tortugas Ninja y Buscando a Dory. Pero con mis padres cayeron muchas más, algunas de mayores que no hice mucho caso, y otras que aunque fueran para más grandes me gustaron.


El apartado infantil se completó con Ice Age 5, Heidi y Pedro y el dragón que me encantó.


A medio camino entre grandes y chicos Los Cazafantasmas me ha fascinado y hemos iniciado una importante campaña de amor por lo sobrenatural fuera de lo normal.


Y de las de grandes no pestañee con las naves de Star Trek y me moló el Hombre rana de el Escuadrón suicida.

La única que no me acabó de molar fue la de Café Society, pero vamos que me comí la pizza y me fui a jugar con las piedras tan contento.

Si tenéis la oportunidad de ir a Benidorm no dejéis de ir a los Suyma, y por favor, saludad de mi parte a mi amiga. La voy a echar mucho de menos, la taquillera de mi cine es mucho más antipática y más fea.

domingo, 11 de septiembre de 2016

Sobrevivir al Low con niños

Los festivales de música han tenido de siempre muy mala fama, una fama inmerecida en muchos casos y fomentada por la idea de que asistir te obliga a beber como un cosaco o cosas incluso peores. De un tiempo a esta parte se ha extendido la moda de hacer los festivales accesibles para los más peques. Cosa que es lógica si calculas por el número de ediciones y que los asistentes a festivales suelen ser fieles a estos y asistir muchos años, eso quiere decir que nos enfrentamos con jóvenes de hace diez años, es decir, ahora muchos son papis y mamis que siguen amando la música y quieren compartirla con nosotros, los peques.

Así que hay  algunos que incluso han dado un paso más y hacen ediciones matutinas para que encima la música sea especial para los canijos, grupos indies en su formación más ligth como Petit Pop o incluso sesiones descafeinadas de grupos consagrados. Horas de mañana, animaciones y menos decibelios. 

Aún se puede hacer algo más, si sumamos estas dos ideas a que los organizadores monten una zona de juegos con talleres, que podían ser sobre música o incluso impartidos por alguno de sus participantes, que permitan a los padres ver un concierto especial sin preocuparse de que sus polluelos estén bien cuidados. Eso ya sería la repanocha. 

Pero a día de hoy lo que hay es lo que hay y si vas a llevar a un peque ten en cuenta unas cuantas
cosas. Y lo decimos desde la conciencia de haber ido a tres festivales diferentes en tres años de vida. Así que entendemos un poco. Lo primero que aconsejaría a los padres es que conozcan el recinto. Por ejemplo el Low se celebra en una ciudad deportiva, es decir, es accesible con carro, tiene zonas verdes, gradas, es amplio,... Cosas a tener en cuenta si vas con un niño pequeño porque lo de ver los conciertos descubriréis que puede llegar a ser secundario.
Mira la política de acceso, normalmente hay que firmar un permiso especial, algunos son gratis, otros hay que pagar entrada, algunos les dan pulseras ocn el telefono por si se pierden pero con tanta gente si tenéis pulseras de ese tipo no olvidéis llevarlas... Esas cosas. Además suelen indicar la política de acceso de alimentos y bebidas. Aunque hay comida es habitual que no sea muy del agrado de los peques o si vas varios días lo de comer pizza todos no es una buena opción.

Y desde luego no olvides comprarles un protector auditivo. 


Nuestra experiencia en el Low fue súper positiva. Nos dimos cuenta enseguida que para que fuera un éxito había que elegir bien lo que hacer y cuándo hacerlo. Por ejemplo, comer en actuaciones más relevantes, o los conciertos que te interese  plantearlos desde la grada para que aguanten mejor. Por supuesto llevar carro aunque sean grande por si se duermen y recordar que si vas a primera hora hay que llevar protector solar y gorras.

Pero si hay algo que moló fue ir paseando por los stands y consiguiendo premios que atesoramos con cariño: guitarras hinchables, peluches de Ecovidrio, sillones, toallas, hacerse un tatto, sacarse fotos gamberras... O simplemente meterse en la cabina de pelotas centrifugadora. 


Aplicando el sentido común incluso puedes descubrir que te encanta La habitación roja porque todas sus canciones son nuevas para ti (es lo que tiene tener 3 años) , que el tío de Suede suda un montón, o que lo más divertido del mundo visitar todos los puestos de patrocinadores y que encima te puedes llevar un montón ingente de regalos. Y es que el Low vivido Slow es incluso más divertido.

Como nos gusta ser productivos tenemos sugerencias para mejorar la experiencia: el acceso de carros, las entradas con cacheo son un embudo; servicios especiales para que no tengamos que hacer el guarro, si los mayores no pueden tocar nada imaginar lo que es entrar con un enano de un metro... Lo de ampliar la variedad para ellos, tener un castillo o un parque de bolas sería la bomba para poder ver al menos un concierto al día, niños felices, padres felices.


sábado, 13 de agosto de 2016

Visitando el DinoPark de Algar

La zona de Benidorm es una de al para vacaciones familiares por varios motivos. El principal de ellos es que culturalmente ha sido zona de veraneo y desde siempre se han dedicado a cuidar mucho el ocio en familia y cuenta con numerosos parques temáticos, naturales, zoos, actividades y demás para todo tipo de personas, desde los más canijos a los más mayores. Y esa oferta si se amplía a los alrededores es aún más potente. Vamos que seguro que encontramos algo que les guste a los peques, sobre todo si subes a los mil museos de Castel de Guadalest. Pero por ese mismo camino, un poco antes, justo pasando las Fuentes de Algar encuentras el DinoPark Algar. 



Hace un tiempo al hacer la compra en el centro comercial La Marina apareció en la entrada un dinosaurio. Mi señora madre que lleva veraneando toda la vida por estos lares decidió que era una visita ideal para hacer con un niño de tres o cuatro años. Así que este año nos pusimos en camino a descubrir las maravillas del cretáceo. 

Lo primero y para los que tengáis pensado visitar DinoPark Algar os vamos a dar algunos consejos que os resultaran útiles. El parque tiene bastantes zonas de sombra marcadas como zonas de relax, pero el camino principal se desarrolla en plena solana de la sierra así no os olvidéis de gorras, cremas de sol, gafas de sol e hidratación (aunque tenéis puntos de venta de bebida en caso necesario). 

El parque es totalmente accesible con carritos o sillas de ruedas aunque en algunos tramos tiene mucha pendiente, avisados quedáis. El cine también tiene acceso para minusválidos. 

No os olvidéis el bañador para los más pequeños, la charca es el lugar más popular del parque, los peques no salen de allí.



Es ideal para pasar una mañana o una tarde. La media para una visita estandar roza las dos horas. Pero si paras en la charca y ves el cine seguramente tardes un poco más. 

Tiene zona de comidas, además el precio es sorprendentemente asequible. Por ejemplo los perritos valen 2€, el plato infantil 2,5€ o los refrescos de 50 cl. 2€. Vamos, que no es descabellado. Aunque también hay zona de picnic.

Dispone de parking gratuito para los visitantes, no os asustéis con las glose raciones de las fuentes y sus parkings llenos de pago.


Y ahora os vamos a enseñar las cosas guay que vimos en DinoPark Algar. Nada más entrar nos topamos con un impresionante Tiranosaurio terroríficos que me dió mucho chungo porque aunque os penséis que son de mentira ya os digo yo que son de verdad, respiran, hacen ruido y se mueven. Y eso que tengo tres años y soy muy valiente, solo hay un punto que puede resultar un poco violentos del reo reído para los niños más peques y es una representación de una comida carnívora, que, oye, a mí me hizo mucha gracia, pero os aviso por si las moscas. 

Nada más entrar te topas ya con huesos de triceratops, dinosaurios y un panel la mar de divertido. También una de las zonas de juego infantiles pero nosotros nos decantamos por empezar a descubrir dinosaurios enseguida corriendo como posesos a la búsqueda de las criaturas prehistóricas. Los había voladores, vegetarianos, carnívoros... Muchos me sonaban del Dino Tren. Reíros pero que un niño de tres años reconozca un teranodón resulta bastante sorprendente cuando su señora madre va leyendo carteles para no meter la pata. Otra cosa que mola es que hay carteles con el plano en muchos árboles por lo que no hace falta ir pegado al mapa.



La parte más vistosa, entretenida y divertida de todo el parque es la charca. Una pequeña piscina con aspersores que vienen genial a los peques para refrescarse y a los padres para tomar un respiro a la sombra. Además está al lado del bar y de un gimnasio de pokemon, dato que puede resultar relevante para padres o niños sin ninguna inquietud. También hay una zona de excavación y una preciosa fuente. Justo al lado encontraréis el cine. Emiten una película en 3D sobre las peripecias de un nuevo-bebé de dinosaurio. La peli dura 20 minutos y se emite a las horas en punto e y media. No estaban muy convencidos de dejarme verla pero el personal del parque que es encantador, nos animó informando que si en algún momento tenía miedo o no lo aguantaba podía salir de la sala por una puerta que no estaba bloqueada. Así que cogimos las gafas y... ¡Nos encantó! Así que os animamos a probar aunque recordad que no se aconseja el uso prolongado de 3D hasta que se cumple los tres-cuatro años. 

A mí los dinos me gustaron mucho porque eran de verdad, lo digo yo que soy un experto. Se movían y comían y respiraban. El primero casi me da un susto de muerte y hay una zona donde unos dinosaurios se estaban dando un festín que a lo mejor puede afectar a los más peques.




Para acabar de cerrar la oferta del parque hay un estudio de tatuajes temporales, maquinas de medallas recuerdo, y dos mini parques (uno a la entrada y otro al lado del cine). Y claro, la tienda de recuerdos que saqueamos a la salida. 

Si tenéis un peque al que le molen los dinosaurios es una visita muy aconsejable. 

¿Lo has visitado? ¿Te animas a venir? 





Más información: www.dinopark.es

miércoles, 1 de octubre de 2014

Terra Natura y Aqua Natura Benidorm

Que me han llevado al zoo... Bueno, no al de Madrid, me han llevado a otro Zoo.

Uno que está en Benidorm muy mono con parque acuatico y todo.

Y lo más guay era que estaba lleno de animalitos. Todos "Miau" y "Guaus". De todos los tamaños, monísimos todos. Y montón de cosas a las que subirse, estatuas, muñecos,... todo menos el pony, que estaba mi madre entusiasmada por que me diera una vuelta y cuando la chica intentó ponerme el gorro ese ridículo dije que ni flores Maripepa.

La verdad es que a ella le pusieron un "sombrero de aguila" y no se quejó tanto pero yo soy así. Tan mio propio soy que dije que no me dormía... y no me dormí. Según mi mami estuve "porculeando" mucho. Pero en realidad fue ella la que la liaba parda por donde íbamos.

Si, nos atacaron un montón de ciervos y cabras salvajes del tamaño de un caballo. Y os preguntaréis el motivo. ¡Mi mami llevaba alpiste en la mochila! Así dicho queda un poco
psicópata. Ella quería dar de comer a los patitos en el aviario pero como no la hicieron
caso se metió la bolsa en la mochila de "la seta" y en el primer sitio que se metió fue donde la llama. Y mientras le hacíamos carantoñas simpáticas una cabra mutante se lió a bocados con la cartera. Y  mi padre se reía mi madre se pegaba con el bicho (de forma poco violenta que las cabras tienen cuernos).

Luego se olvidó y, de repente, casi en la salida una especie de ciervo de tres metros se lo recordó. Esta vez estaba yo placidamente en el carro cuando el ciervo arrampló con mochila y carro incluido por lo qeu la intervención tuvo que ser aún más efectiva. mi padre corría
en dirección a la puerta, no para ayudar, en realidad para protegerse, y yo allí amarrado con ese caballo intentando devorarme.

Esperamos que no nos declaren personas non gratas por maltrato animal y por dar de comer alpiste a las cabras, porque en la huida les dejamos allí la bolsa, no había valor para recuperarla.

Además me tiraron por toboganes de agua. Y es que desde que puedo flotar ya no me sacan del líquido elemento.

Menos mal que no dejan tirarse de los grandes porque ya te digo yo que si no me lanzan desde el Kamikaze y se quedan tan anchos, aunque yo encantado, lo único por lo que no paso es por eso de que me tiren cubos de agua en la cabeza, que si en Francia me la jugaron el de Aqua Natura da mucho, mucho, mucho más miedo.

Lo que más me moló fue el espectáculo y ver a los gatitos de colores. Además me dejaron andar sólo todo el día. Muy aconsejable. 


 Canción: Nature Boy - Ella Fitzgerald


 
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