Aún no me han contado El gato con botas. Es que a pesar de los esfuerzos debo reconocer que no soy muy de lectura. Aguanto una o dos páginas y luego me dedico a romper el cuento. A Pinocho le pegó porque es malo y a otros les identifico los perros que salen en los dibujos (y como a día de hoy todos los animales son perros tengo tajo).
Pues eso. Que como a mi madre le moló eso del teatro de niños de Fnac decidió volver. Esta vez la verdad es que era todo mucho más vistoso y alegre con mucho disfraz y maquillaje pero muy cortito. Además nos perdimos un poco al llegar y encima estaba empezado. Cachis.
Pero en esencia gato con botas intenta ayudar a su amo a conquistar a una princesa mientras todo el mundo canta. Eso es lo que me ha quedado claro.
La compañía era muy requete chula y apañada y regalaron pósters a los nenes que fueron a verlos y animaron a todos a pasarse por el Nuevo Apolo desde este fin de semana donde cada día en la matinal representan una de sus obras: El gato con botas, la bella durmiente y Alicia en el país de las maravillas. Teatro musical para todos los públicos.
