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jueves, 11 de noviembre de 2021

Atlantis Aquarium de madrid, un viaje a las profundidades sin salir del centro comercial.

Madrid es un lugar fascinante donde encontrar entornos que nunca habrías imaginado. Nos vamos a desplazar en esta publicación a un Centro Comercial, sí, a un centro comercial, pero uno especial con una pista de esquí y salas con exposiciones. Se trata de Intu Xanadú en Arroyomolinos. Justo en la entrada principal sorprende una cascada virtual con un letrero luminoso que dice "Atlantis Aquarium". ¿Es posible visitar un acuario en este lugar? La respuesta es sí. Es la gran apuesta de Parques Reunidos (Warner, Faunia, Parque de Atracciones y Zoo de Madrid entre otros) por crear más entornos donde la tecnología, la naturaleza y el aprendizaje se juntan de la mano para pasar un rato agradable en familia o para los amantes del mundo acuático. 


El acuario.

El acuario, lejos de lo que pueda parecer por su acceso, es una increíble superficie de 5.000 m2 y posee más de 2.300.000 litros de agua. Pese a que por fuera no parece muy impresionante la visita puede durar desde la hora y media a las 3 horas (nosotros nos quedamos casi más que ese tiempo dejando a los niños jugar y disfrutar de las instalaciones) y pudimos conocer más de 150 especies diferentes de animales incluyendo la tortuga careta, tiburones, pingüinos, medusas o pirañas. 

Su acceso se realiza por la primera planta del centro comercial Intu Xanadú en Arroyomolinos. En la taquilla a cada pequeño explorador le hacen entrega de un pasaporte lleno de pruebas que deberán cumplir y tachar durante su recorrido. Para ello deberán realizar tareas, leer carteles, entrar bajo una ola, o contestar preguntas complicadas pero también trepar por un arrecife de coral o hablar balleno

El pasaporte lúdico hace que la visita sea mucho más entretenida y dinámica para ellos y que disfruten de cada segundo de la aventura que comienza, como no podía ser de otra manera, con un descenso en tobogán al fondo de los océanos. Por supuesto si completan sus misiones conseguirán sellar su pasaporte y convertirse en Embajadores de Atlantis

Instalaciones y visita

La visita posee un storyline para que sea más entretenida. 

Las zonas se separan por puertas de fuerza que permiten saltar de un ecosistema a otro y en cada pecera aparecen perfectamente identificados los especímenes y algunos datos curiosos que ayudan a los niños a conocer los peces, crustáceos, poríferos, cnidarios, etc que pueblan cada tipo de lecho marino o fluvial. 

Por si eso fuera poco, y unido a las misiones, la tecnología aparece en forma de pantallas con retos que deberán completar leyendo, observando o preguntando a los mayores. Es un Acuario de ver, mirar, aprender y tocar, pero sobre todo de jugar. 

Esa tecnología nos acompañará hasta el final donde los más mayores podrán atreverse con una experiencia complementaria de realidad virtual en una jaula de tiburones o con la pecera interactiva, buen uso de la realidad aumentada y un equilibro entre experiencias sensoriales físicas como tocar el hielo o hablar balleno y tocar pantallas que mantienen un equilibrio en la visita. 

Arrancamos esta aventura con Amazonia con peces de ecosistema fluvial, como la piraña de vientre rojo y el tetra cardenal. Después visitamos los tanques de manglares representan su gran biodiversidad y nos detuvimos un buen rato con los peces del fango, capaces de vivir fuera del agua y que eran la mar de graciosos. Uno de los favoritos de los pequeños en la visita con su peculiar forma de nadar y salir a la superficie. Pero también nos sorprendieron los peces arquero o los peces luna. Aquí encontramos una nueva prueba del recorrido que nos permite conocer una ola desde su interior .

Una de las zonas que más turismo atrae del mundo son los arrecifes, por eso su conservación se ha hecho prioritaria en los últimos años. En Atlantis poseen peces del Indo-Pacífico, como los peces cirujano (Dory como nombre no científico), y los peces mariposa. De nuevo la tecnología nos permite interactuar convirtiéndonos en pescaditos que imitarán nuestro movimiento. Y después de algunos acuarios más llegamos a una zona interactiva donde los peques disfrutarán a tope. Desde meter la cabeza en un tanque de peces payaso (Nemos) a trepar por una pared. Los mayores podrán enfrentarse a los cuestionarios de la pantalla y los más gamberros superar el reto de hablar balleno. 

La zona de Arrecife nocturno está llena de animales venenosos, las morenas o los peces globo nos encantaron pero no más que el tanque de las medusas luna (como decían los más pequeños las medusas de Bob Esponja) con su peculiar flor en el interior. 

Una de las zonas donde más tiempo pasamos es en el mirador para ver una simpática tortuga pero también los tiburones, rayas y peces de grandes dimensiones que había en el gran tanque

Los puffs ayudaron mucho propiciando alguna siesta furtiva. Descansamos un rato y nos relajamos antes de continuar la aventura. 

Atravesamos la mandíbula del megalodón para llegar a la última parte del recorrido. Rayas, más tiburones y atravesar el túnel bajo la pecera gigante son la parte final que nos lleva al Polo Sur donde los pingüinos juanito nadan a sus anchas y donde podemos tocar (con cuidado) columnas de hielo. 

Tras conocer al calamar gigante rebautizado en esta familia como "el Kraken", de más de 20 metros, llegamos al final del recorrido donde se encuentran los espacios dedicados a los talleres. La zona de contacto que sólo se puede realizar con un monitor, la playa interactiva, más pantallas con preguntas y una ola de residuos. También es el momento de entrar en la experiencia virtual, si te atreves, para nadar entre tiburones con las gafas inmersivas. Si has disfrutado de la experiencia el último pasillo inmersivo te llevará a la máquina para sellar el pasaporte como auténtico aventurero y salir de Atlantis con muchos conocimientos nuevos y habiéndolo pasado fenomenal. 

Parada final ... ¡La tienda! Donde picamos un recuerdo como es costumbre. 

¿Qué aprenden? 

Muchas de las actividades se centran en explicar el impacto medio ambiental de los productos de plástico en los océanos y que los peques entiendan la importancia del reciclaje y su impacto para el medio ambiente e incluso el daño que hacen a los fondos marinos y sus habitantes. 

¿Merece la pena?

Nos ha sorprendido gratamente la visita porque es un acuario bastante grande. Además está montado para que los niños tengan motivación y avancen a su ritmo en la visita alternando actividades y  haciendo la experiencia mucho más enriquecedora. 

Si os preguntáis por los precios la verdad es que son bastante razonables comparados con otros acuarios de España (no hablemos ya de los de fuera). Siendo mucho más barato que el de Barcelona es bastante más divertido (aunque anecdóticamente sea más pequeño). Las entradas se pueden comprar on line ahorrando un poco. Los precios van desde 9,90 y tienes la garantía de que si hay algún problema por el COVID poseen una política de cambio por lo que no debes tener miedo a comprarlas. En este tema además las instalaciones son muy seguras. Hay dispensadores de gel en el recorrido y miembros del personal pasean por las salas para verificar que todo el mundo lleve sus mascarillas en todo momento. 

Por supuesto está totalmente habilitado para carros y personas con movilidad reducida. 

Además es un plan de interior por lo que en invierno es la mar de atractivo. 

Dónde está: 

 Atlantis Aquarium Centro Comercial Xanadú, Local Acuario L3
A/ Autovía A-5, Km 23,500 28939 Arroyomolinos (Madrid) 

Más información y entradas: https://www.atlantisaquarium-madrid.es/
 
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