Mostrando entradas con la etiqueta Pocoyó. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Pocoyó. Mostrar todas las entradas

sábado, 2 de enero de 2016

Navidad 2015: Pocoyó Disco

Por fin después de mucho - demasiado - tiempo hemos tenido un momento para poder sentarnos a jugar con Pocoyó Disco. Y es que con tanta navidad no se para en esta friki casa. Cuando no hay cosas de Star Wars hay señores gordos con barba que traen regalos y ahora, simplemente porque estamos un poco pochos, nos hemos concedido un día de descanso para poder desempaquetar y jugar con todas las cosas guays de esta Navidad.

Seguro que en vuestras cartas a los Reyes Magos tenéis muchos apuntado Pocoyó Disco, y es que a parte - y con permiso de - la señora Peppa Pig es el persoanje más adorable y achuchable del mundo mundial. Nosotros aún dormimos ocasionalmente con Pocoyó Cucu Tras que visitó nuestro hogar el año pasado por las mismas fechas para quedarse para siempre y un año y varios cambios de pilas después aquí sigue cantando y jugando a esconderse como el primer día.

Pocoyó Disco es considerablemente mayor que su hermanito Cucu Tras, cerca de 30 centímetros que lo hace ideal para nenes de un año en adelante. Pesa poco y se puede manejar perfectamente. Además, y esto es bastante curioso, es bastante estable para mantenerse de pie sobre las piernas y baila misteriosamente bien para su tamaño, vamos, que ya quisiera mi señora madre mover así el esqueleto.

Además es blandito, de peluchón por fuera aunque las partes móviles lleven dentro alambres para mover el mecanismo. Y me van a permitir la frivolidad pero las gafas de sol son lo más .

Pocoyó es un juego educativo interactivo. ¿Y eso que quiere decir? Pues sencillamente que puedes jugar solito con él y te enseña un montón de cosas aunque para ser honestos no te corrige, para eso está tu mamá detrás dicendo "nonononono" o lo que es peor, tu papá intentando jugar por su cuenta con él. ¡Un desastre!

¿Qué tiene Pocoyó Disco? Pues un total de cuatro juegos diferentes adecuados a cada edad y capacidades.

1. Los números. Yo contar hasta 5 ya sé pero lo de ver los números no, sé cuales son más o menos pero no cómo se dibujan y esas cosas. Pero con los discos ya voy aprendiéndolos y acercándoselos a Pocoyó. Además se hace en inglés.

2. Colores. Aquí soy un hacha así que ya sea identificándolos o diciendo de qué color son los amiguitos de Pocoyó me defiendo, aunque Pocoyó sigue yendo un poco rápido para mí. Y en Inglés ni papa pero ya me los estoy aprendiendo.

3. Instrumentos musicales. La primera vez hubo un drama humano proque los identifico más o menos bien pero no tengo ni idea de la diferencia entre una guitarra y un violín. No hay forma, que no me aclaro para nada, que no lo entiendo.

4. Cantar y Bailar. Esto es lo mío, aquí soy una máquina de mover el culo pero me he quedado bastante flipado de la coreografía de Pocoyó y aún no me sé la nueva canción aunque me da mucha risa cuando se embala a cantar y bailar.

Cuando coges a Pocoyó y lo levantas del juego se interrumpe el mismo pero si lo depositas de nuevo puedes seguir en dónde lo dejaste ya que los juegos e activan tocándole la manita.

Además puedes escanear el código Bidi, bueno, tu papá o mamá pueden y encontrarás un montón de cosas para seguir jugando fuera de casa con Pocoyó y sus amigos.

Será uno de lso juguetes de estas navidades, si tenías dudas corre a por el tuyo que los Reyes Magos lo mismo están liados y no les da tiempo. 

 

martes, 21 de abril de 2015

Aprendiendo a leer con Cuentoyó

Yo no soy de leer. Es una cosa que no le mola a mi madre. Ella se imaginaba que desde bebé me iba a acostar y contarme un precioso cuento hasta que me quedara dormido. En sus planes no entraba que la cama es para saltar o que prefiera ver una y otra vez Cars en lugar de dormir como un bebé encantador y modélico.

Durante mi tierna infancia me he dedicado a pintar, romper y arrancar páginas de libros.

Todos aquellos que quedaban en estanterías bajas han sido masacrados sin piedad y muchos sacrificados del todo después de intentar resucitarlos sin remedio.

Así que tenemos este pequeño tira y afloja con las páginas de los libros. En todo caso consiento leerlos yo. Modo "pipí", "coche azul" o cosas así, nada de gran narrativa, soy más de descripciones. Así que todos lo días nos ponemos tensos en la "hora del cuento"... Hasta ahora.

Ha llegado a casa mi amigo Pocoyó. Oye, tengo pasión por este chico tan majo. Tan azul, tan descriptivo y parco en palabras como yo... Y tiene un cuento. Y nada de que lo coja mamá. El cuento se cuenta solo. Cosa mala.

Lo abres y el señor de la serie te lo explica divinamente.

La historia es muy bonita, creo que quiere enseñarme que recoger los juguetes y limpiar es bueno - eso no lo tengo yo muy claro - pero al menos la idea queda ahí... 

En cada página además hay una pestaña de cada personaje que hace ruiditos. Reconozco devoción por las pestañas, no os engaño. En cuanto se descuidan estoy dándolo todo en la última página con Pocoyó para arriba, Pocoyó para abajo, Pato y Eli...

¡Fiestón del bueno!

Después de algunas semanas  hay ya frases que me he aprendido de memoria y cuando mamá no mira también juego solo. Pero no se lo digáis que se emociona y lo mismo me saca El Quijote.
Cuentoyó es de Bandai y se puede comprar en todas partes... ¡Debes comprarlo en todas partes!
 
Volver arriba
Copyright © 2014 Be Be Friki. Designed by OddThemes