Los que nos conoces sabéis que somos unos pendones desorejados. Nos encanta salir, a veces cerca, otras más lejos... pero siempre en familia. Hemos probado de todo: hoteles, habitaciones, casas, apartamentos pero de un tiempo a esta parte hemos generado un cariño especial a las casa rurales y a los apartamentos. Los primeros por el ambiente y la atención y los segundos por la comodidad y libertad.
Ya
habíamos usado Airbnb antes, curiosamente era una opción muy valorada
cuando viajamos fuera de España pero esta vez gracias al sello de
calidad de Madresfera teníamos la posibilidad de elegir un destino
nacional lo cual ha sido bastante guay por dos razones:
1. Al ser una lista cerrada de lugares hemos ido a sitios que a lo mejor de otro modo no hubiéramos seleccionado. Nos hemos guiado por las opiniones de los usuarios y elegido en función de opiniones y consejos leídos desde Airbnb.
2. Hemos experimentado y elegido un destino para disfrutar no solo fuera de casa, si no también dentro. Normalmente pasamos muy poco tiempo dentro de casa en vacaciones, esta vez queríamos disfrutar del ambiente y pasar tiempo en familia.
Lo
que mola de Airbnb es que efectivamente es como tu casa, tienes un
anfitrión local que siempre es de mucha ayuda y además atención casi
personalizada.
La reserva es de lo más
sencillo. Eliges fechas, personas y disponibilidad de días. Puedes
enviar desde el principio un mensaje al propietario para solucionar
dudas y preguntar si te queda algo en el tintero una vez hayas elegido
tu “hogar”. Las descripciones de lo que contiene y de lo que no están
explicadas de forma super clara pero ante cualquier duda el dueño estará
encantado de ayudar. Al hacer la reserva recuerda consultar las condiciones porque estás alquilando una casa o apartamento, no un hotel, de forma que los horarios de entradas y salidas no son los mismos y algunos servicios o enseres dependen de los alojamientos.
Además su app es my intuitiva y fácil de usar también y está en iOS y Android.
Nosotros
decidimos ir a la zona de Castellón, concretamente en la zona de Eslida apareció un apartamento Rustico con jardín en pleno parque natural de la sierra de Espadán. Pensamos que si el tiempo acompañaba
podíamos hacer cosas al aire libre y disfrutar del jardín y nos sugerieron hacer
barbacoa... y así fue, aunque se hiciese por primera vez en nuestra vida. Además la chica que nos alquiló el alojamiento
nos recomendó un par de visitas, que nos ayudaron a planificarnos súper
bien.
Comunicación. 5/5
Desde
el momento en que realizas la reserva te facilitan los datos de
contacto de tu anfitrión. Es la persona que te recibirá y te dará las
llaves de tu casa. Nosotros por logística quedamos en un punto cercano
porque las calles del pueblo eran complicadas y no había una forma mejor
de llegar. Como teníamos su teléfono estuvimos en contacto en todo
momento para anunciar la hora de la llegada por wathsapp porque al ir en
coche podíamos anunciar cualquier imprevisto. A la llegada nos dijeron que ante cualquier duda o problema no dudásemos en usarlo. Eso se agradece.
Viajes en familia. 5/5
Tele en el salón con zona de comida también, pocas barreras arquitectónicas dentro de la casa (por si hay niños muy peques) y zona para dejar el carrito en la entrada para no ocupar espacio arriba (si, tenía escaleras pero era muy razonable. Excelente ubicación para pasear por la zona...
Teníamos wifi de calidad extraordinaria en toda la casa e incluso en el jardín.
Comodidad y limpieza.5/5
Pertenencia.5/5
La verdad es que tuvimos muchísima suerte al elegir el alojamiento. La zona era genial, levantarte con los pajaritos en medio del verde y con gatetes paseando por el jardín. Con un tiempo inmejorable que nos permitió hacer el gamberro e incluso jugar con las mangueras. Pudimos leer, jugar y disfrutar al aire libre y descansar como santos porque no había ni un ruido. Aparcar fue super sencillo y en la puerta siempre. Y encima estábamos a media hora de grandes capitales y a minutos de centros de visitas, rutas y pueblos pintorescos.
Sumamos que no conocíamos la zona de Castellón pero nos encantó y aunque papá tiene que mejorar sus capacidades de señor que hace rutas, no os hacéis a al idea de lo que se quejaba el muchacho, fue super divertido. Hacer senderismo con vaqueros acabó de cintura para abajo escocido e irritado como nadie. Como nos enamoramos de Eslida sin duda os vamos a contar la cantidad de cosas que hay para hacer por allí para que os animéis.
Además después de nuestra experiencia os queremos recomendar que prestéis atención al apartado de SUPERHOST, son personas que tienen muchas valoraciones positivas, lo cual les da un nivel especial y una garantía de satisfacción por parte de los visitantes que da mucha seguridad y eso, cuando vas en familia, se nota. La opinión del experto:
Yo, como un señor mayor que soy eso de tener naturaleza, gatos, zonas para jugar y un sofá para mi sólo me ha parecido genial. Todo en la casa me ha encantado, los techos eran una pasada y las paredes de piedra... ¡Es que soy muy de ciudad! En el jardín pude disfrutar y comer, cosa que en mi casa no puedo y no me quería volver a Madrid. De hecho, si me dejan, me vuelvo a Eslida sin pensarlo.
